Rodeado de agentes, mutilado y rodeado de los casquillos de 5.000 balas disparadas por las fuerzas de seguridad. El presunto arquitecto de la muerte de 129 personas el viernes en la capital de Francia perdió la vida en el mismo lugar que sus víctimas: en París. Así lo ha confirmado este jueves la Fiscalía General gala, que informó que el joven Abdelhamid Abaaoud, de poco menos de 30 años de edad y natural de Bélgica, falleció durante una operación policial en el suburbio de Saint-Denis que duró siete horas.
Las fuerzas de seguridad francesas encontraron a Abaaoud en el número 8 de la Rue de Corbillon gracias a un 'topo' infiltrado que había hallado el escondite, como ya informó EL ESPAÑOL. La pista más relevante llegó tres días después de los atentados: una pareja musulmana había acogido a cinco personas recién llegadas de Bélgica. La Policía confirmó la presencia de los terroristas y lanzó el asalto de madrugada. “Nos hemos despertado a las 4 y pico de la madrugada con ruido de tiros y hemos pensado 'ya está, Saint-Denis está en guerra”, contaba una vecina a este diario. La célula estaba lista para atentar.
Abaaoud, a quien Francia atribuye “un papel determinante” en los atentados, no cayó solo. Su prima, Hasna Aitboulahcen, también murió. También se ha encontrado un tercer cuerpo que todavía no ha sido identificado. Otras ocho personas fueron detenidas, pero las autoridades continúan buscando a Salah Abdeslam, que presuntamente participó en la matanza del Viernes Negro parisino.
El estado del edificio y de los cuerpos tras el asalto policial demoró su identificación. De hecho, se desconoce cómo murió, e incluso pudo haberse hecho volar por los aires. El análisis de huellas dactilares puso oficialmente punto final a la vida de un hombre que se burlaba de las autoridades. “Mi nombre y foto estaban en las noticias y sin embargo pude estar en su tierra, planear operaciones contra ellos y partir cuando fue necesario”, dijo Abaaoud en una entrevista publicada en febrero por la revista Dabiq, del Estado Islámico, cuando se encontraba exiliado para huir de la justicia belga.
Abaaoud no era un desconocido para las autoridades. El pasado mes de julio, un tribunal belga lo condenó a 20 años de cárcel como líder de la “red siria” de Bélgica. Escasos días después de los atentados de Charlie Hebdo en enero, la Policía belga desmanteló una célula terrorista en Verviers de la que el joven era uno de sus cabecillas. “Conseguimos armas y creamos una casa segura mientras planeábamos operaciones”, dijo en la citada entrevista con Dabiq. Pero él no se encontraba allí en el momento del asalto policial y escapó a Siria para desaparecer.
Su historial aún va más atrás. Abaaoud era amigo de la infancia de Salah, hoy el hombre más buscado de Europa, y en 2010 participó en un atraco con él y su hermano, que el viernes también se hizo estallar en París. Luego vino Siria. En 2013, apareció por primera vez en un vídeo del EI adiestrándose con otros reclutas, informa Efe. En otro vídeo publicado el año pasado, se le veía arrastrando cuerpos con un vehículo y bromeando.
También era conocido en Francia. El ministro del Interior galo, Bernard Cazeneuve, ha dicho que Abaaoud estuvo vinculado con varios intentos de atentado en el país. Por ejemplo, un yihadista arrestado este verano contó a las autoridades que Abaaoud le había encomendado atacar un ataque en Francia o en otro país de Europa.
Abaaud intentó además captar a mujeres residentes en España por internet para que se uniesen al Estado Islámico, ha asegurado este jueves el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en una entrevista en Antena 3.
Abaaoud nació en Bélgica y se crió en el barrio de Molenbeek, en Bruselas, que se considera uno de los epicentros del yihadismo en el viejo continente. Allí su padre tenía una tienda de ropa. Pero en Bruselas fue a una escuela católica exclusiva, Collège Saint-Pierre d’Uccle, en un área rica de la ciudad, informa The New York Times.