¿Imaginas una valla de Madrid a Burgos que impidiera pasar al otro lado? Equivale aproximadamente a los 235 kilómetros de vallas que han construido seis países en las fronteras exteriores de la Unión Europea por 175 millones de euros, según Amnistía Internacional.
Las vallas de Ceuta y Melilla suponen 18,7 km del total; Hungría ha levantado 175 km de vallas con Serbia; entre Bulgaria y Turquía hay 30 km que se ampliarán otros 130 km; Grecia también tiene una valla de 10,5 km en su frontera con Turquía.
Eslovenia también ha levantado una valla. Además, Médicos Sin Fronteras asegura que Macedonia prepara la estructura para una barrera con Grecia. El Gobierno de ese país lo niega, pero Antonis Rigas de MSF no mostraba ningún género de dudas: “Es obvio que quieren hacer algo. Cada 20 metros han instalado piedras. ¿Para qué? No han comenzado la construcción, pero soy ingeniero, y puedo decir que es para algo”, insistió en el diario británico The Guardian.
La Agencia de Ayuda al Refugiado de Naciones Unidas (Acnur), la Organización Internacional para la Migración y Unicef han denunciado esta semana nuevas restricciones para la llegada de solicitantes de asilo en la región de los Balcanes Occidentales. Las nuevas medidas incluyen la distinción de perfiles según su nacionalidad. Serbia, Eslovenia, Macedonia y Croacia están limitando la entrada de refugiados y migrantes solo a sirios, afganos e iraquíes, según Médicos Sin Fronteras.
“Esta situación se está tornando insostenible desde todo punto de vista: humanitario, legal y, también, en cuanto a la seguridad, sin perder de vista que empiezan a caer las temperaturas y se incrementa el riesgo para niños y otras personas con necesidades específicas”, advierten desde Acnur.
Estas organizaciones aseguran que los países están creando “tensión y un efecto dominó, dejando en un limbo a algunos refugiados e inmigrantes que quedan varados en diferentes puntos fronterizos”. Acnur lamenta además que faltan espacios de acogida.
Amnistía Internacional asegura que en los últimos meses Turquía ha detenido a migrantes y solicitantes de asilo sin permitirles la asistencia de un abogado, y ha devuelto a refugiados a Siria e Irak, “violando claramente el derecho internacional”. Muchos refugiados no sirios esperan durante más de cinco años la tramitación de sus solicitudes de asilo, según la organización.
También denuncia la supuesta complicidad de los guardias fronterizos de Marruecos en el maltrato a personas que intentaban saltar las vallas que rodean Ceuta y Melilla.
“Regular la entrada a la UE, es una cosa y negársela a todas las personas refugiadas, otra muy distinta. Lo primero es sensato y legítimo, mientras que lo segundo es inhumano e ilegal, y debe acabar", opina John Dalhuisen, director del Programa para Europa y Asia Central de AI.
En la localidad fronteriza de Presevo (Serbia) los solicitantes de asilo rechazados por el centro de registro para refugiados el miércoles permanecían acampados fuera sin información sobre qué hacer, denuncia MSF. Situaciones similares se han repetido en varios lugares de este país balcánico.
“Estamos extremadamente preocupados. Estamos viendo a gente desesperada porque no tiene información alguna sobre adónde ir o qué paso dar. Todo el mundo debe obtener asistencia humanitaria, indistintamente de su situación legal”, ha señalado Stephane Moissaing, jefe de la misión de la ONG médica en Serbia.
En lo que va de año, han llegado solo por mar más de 835.000 solicitantes de asilo y migrantes a Europa, según Acnur. El 84% proviene de Siria, Afganistán, Eritrea, Somalia o Irak, “todos ellos países que están experimentando conflictos, extensa violencia e inseguridad, o países con gobiernos altamente represores”, asegura Human Rights Watch. Más de 3.450 personas han muerto en el Mediterráneo en su intento de llegar a Europa en 2015.
Por otra parte, de los 800.000 solicitantes, más de 200.000 son niños. La mayoría de los menores no acompañados que llegan a Grecia e Italia en estos flujos, son varones entre 14 y 17 años y proceden de Siria, Afganistán y Eritrea, aunque el porcentaje de niñas se está incrementando, según Acnur y Save the Children. 700 menores han perdido la vida en el mar, añade Unicef.
Lo que la UE debe hacer según las ONG
Organizaciones como Human Rights Watch o Amnistía Internacional llevan tiempo reivindicando que los 28 tomen un sinfín de medidas. La extensa lista de deberes pendientes incluye:
- abrir rutas seguras y legales;
- crear un “visado Schengen humanitario”;
- garantizar un proceso de petición de asilo justo y eficiente;
- asegurar una recepción adecuada, con especial atención a niños que viajan solos, personas con discapacidad, mujeres, ancianos y enfermos;
- incrementar las operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo en las rutas habituales de migración;
- garantizar a las personas de embarcaciones interceptadas el desembarco en un lugar seguro (no desviarlos o mandarlos de vuelta);
- actuar contra los traficantes de personas
- poner fin a las devoluciones en la frontera sin el debido procedimiento (devoluciones "en caliente") y otras violaciones de derechos humanos en las fronteras
- acelerar y ampliar la aplicación de su programa de reubicación para personas solicitantes de asilo.