Manuel Valls, el socialista de las polémicas expresiones que recuerdan a los Le Pen
Su declaración sobre cerrar las puertas a los refugiados en Europa no es la primera controvertida frase del primer ministro francés.
25 noviembre, 2015 14:49Noticias relacionadas
“Europa ya no puede acoger más refugiados”, ha dicho Manuel Valls en una reunión con una docena de periodistas europeos publicada este miércoles. Tras la publicación de estas declaraciones en varios medios, su departamento de comunicación ha reclamado que las palabras textuales fueron: “Europa debe decir, que ya no puede acoger tantos migrantes, no es posible”.
Amnistía Internacional alertó recientemente contra el recrudecimiento en las políticas europeas para los solicitantes de asilo y los terroristas desde que sucedieron los atentados de París. “Las medidas de emergencia deben proteger a la población sin pisotear los derechos humanos”, advertía el pasado 19 de noviembre en un comunicado.
Precisamente, el pasado 11 de septiembre la portavoz del Partido Socialista (la formación de Manuel Valls) había recriminado a Nicolas Sarkozy, ahora líder de Los Republicanos, su “obsesión frentista” (por el ultraconservador Frente Nacional de Marine Le Pen) al proponer un “estatus de refugiados de guerra” para los actuales solicitantes de asilo que llegan principalmente desde Siria. La izquierda reprocha este planteamiento, porque obligaría a los refugiados a volver a su tierra una vez terminada la guerra, al contrario de lo que ocurre con un refugiado político.
“Una bonita imagen del pueblo de Evry: metes algunos blancs, algunos white, algunos blancos”, comentó el entonces alcalde de esta localidad en junio de 2009 a su consejero después de saludar a una persona de tez morena y pasar a su lado otra persona negra en un paseo por un mercado local. Las cámaras que filmaban un reportaje para el canal Direct 8 captaron el momento:
Tras la polémica aseguró que se trataba de criticar la geotización social y étnica de los barrios pobres, recoge Slate.
“Islamo-fascismo”. Tras la profanación de centenares de tumbas judías en un cementerio del Bajo Rin, el primer ministro francés aseguró en una entrevista con la emisora RTL que “mi mensaje a los franceses judíos es el siguiente: Francia está herida como vosotros y Francia no quiere que os vayáis”.
Lo que empezó como un mensaje de tolerancia y solidaridad con las religiones, se tornó en una metedura de pata cuando en el contexto de un atentado terrorista en una fábrica francesa definió como “islamo-fascismo” el terrorismo yihadista (definición existente para diferenciar el terrorismo de los radicales islamistas, aunque tampoco exacta, ya que la ‘yihad’ para la inmensa mayoría de los musulmanes significa ‘esfuerzo espiritual’, como informaba recientemente EL ESPAÑOL).
Valls se recreó en el concepto que unía la ideología de Mussolini a la religión musulmana al pedir a la comunidad islámica que tomara un papel en la lucha contra los terroristas: “Para combatir este islamo-fascismo, porque así es como hay que llamarlo, la unidad debe ser nuestra fuerza (...). Es necesario que el islam de Francia asuma, que tome totalmente sus responsabilidades”.
“Guerra de civilizaciones”. Otra expresión que tampoco sentó nada bien a la izquierda francesa fue esta que empleó Valls en una entrevista en junio pasado cuando le preguntaron sobre el riesgo terrorista en Francia. “No podemos perder esta guerra, porque en el fondo es una guerra de civilizaciones. Es nuestra sociedad, nuestra civilización y los valores que defendemos”, argumentó.
Sorprendió el argumento en un socialista, pues recordaba al concepto promovido en la guerra contra Irak por George W. Bush. Al igual que cuando recientemente Valls advirtió ante la Asamblea Nacional (el Parlamento francés) de que no se podía descartar que los terroristas del grupo ‘Estado Islámico’ posean armas químicas o bacteriológicas.