Aunque todavía no ha logrado la nominación como candidato por el partido Republicano, el magnate Donald Trump ha divulgado su primer vídeo electoral con los ojos puestos en la Casa Blanca.
En él recupera sus temas y promesas más polémicos: mezcla imágenes de los autores de la matanza de San Bernardino con Hillary Clinton y Barack Obama, y recuerda sus propuestas de cerrar las fronteras a los musulmanes "hasta que averigüemos qué está pasando" y reforzar el muro en la frontera con México para impedir la inmigración latina.
Sin embargo, las imágenes que usa el vídeo para ilustrar un asalto masivo a la frontera no corresponden a Norteamérica, sino que fueron grabadas en la valla de Melilla en 2014. Concretamente, el sitio PolitiFact dedicado a comprobar la veracidad de las afirmaciones de los políticos ha rastreado el origen de las imágenes hasta un vídeo del diario italiano La Reppublica de mayo de ese año que utilizaba el metraje publicado por el ministerio del Interior de España en un reportaje sobre las avalanchas de inmigrantes contra la verja que rodea a la ciudad autónoma.
El director de campaña de Trump, Corey Lewandowski reaccionó en un primer momento a la 'pillada' con la arrogancia que caracteriza al discurso del bando del magnate declarando a la NBC News: "No me j..as, claro que no es la frontera con México, pero es lo que va a pasar en nuestro país. Esto ha sido 1000% a propósito". Sin embargo, nada en el vídeo indica que las imágenes se tomaron en el norte de África.
Lewandowski ha emitido un comunicado después más moderado en el lenguaje pero igual de desafiante. "El uso de este metraje fue intencionado y se eligió para demostrar el severo impacto de una frontera abierta y la amenaza real a la que se enfrenta América si no construimos inmediatamente un muro y paramos la inmigración ilegal. La parcialidad de los grandes medios de comunicación les impide entenderlo, pero los americanos que quieren proteger a sus familias y sus empleos lo hacen".
El anuncio podrá verse sin cambios en los estados de Iowa y New Hampshire a partir de hoy, los primeros que decidirán sobre las primarias del partido Republicano.
A Trump le sale gratis mentir
La manipulación al descubierto en el vídeo electoral probablemente no afecte un ápice a las expectativas de Trump. Una conclusión sencilla sería la de decir que en el universo político más conservador de EEUU importa poco distinguir España de México.
De hecho el premio a la metedura de pata lo ostentaba hasta ahora el rival interno de Trump, Jeb Bush, cuando en 2003 presentó a José María Aznar como "Presidente de la República de España". Pero esto no pasa de anécdota, incluso de esterotipo: el exgobernador de Florida conoce bien la realidad hispanoamericana e incluso habla un pulcro español.
El hecho de haber usado a España es un efecto probablemente colateral. Donald Trump tiene una relación conflictiva con los medios y especialmente con PolitiFacts, que no solo le otorga un 76% de mentiras en su rating de comprobación de veracidad en sus afirmaciones sino que le hizo merecedor de la "mentira del año".
"Cuando el World Trade Center se vino abajo yo vi a miles y miles de personas celebrándolo en Jersey City, Nueva York", aseguró Trump en un mitin en noviembre en Alabama. Quienes celebraban, según él, eran musulmanes, un argumento a favor de su retórica islamófoba. Pero las investigaciones periodísticas revelaron que no existe ninguna constancia, ningún vídeo de ese hecho.
Trump le dice a sus votantes lo que quieren oír, y se preocupan poco de si la realidad lo confirma. Como pudo comprobar EL ESPAÑOL, sus mítines son una confusa mescolanza de eslóganes, populismo y mercadotecnia. Ante los desmentidos, reacciona acusando a los medios de orquestar campañas contra él y no ahorra en insultos. Llegó a burlarse de la discapacidad de uno de los reporteros que echó abajo su historia. Y mientras, su popularidad continúa batiendo récords.