El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado un nuevo Gabinete con el que pretende incrementar la productividad de un país que atraviesa una crisis caracterizada por una inflación de tres dígitos, escasez de alimentos y medicinas y una moneda devaluada. Para ello ha decidido crear cinco ministerios, y alcanzar así un total de 30. También ha designado al gobernador del estado Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, como nuevo vicepresidente, en sustitución de Jorge Arreaza, yerno del fallecido presidente Hugo Chávez, quien ahora ocupará el ministerio de Educación Superior.
Aristóbulo Istúriz es un maestro de 69 años de edad que ha desempeñado importantes cargos en la administración pública, que van desde la Alcaldía de Caracas hasta el Ministerio de Educación. Su trayectoria como luchador social lo ha llevado a ser “referencia”, en opinión del mandatario venezolano. Istúriz es uno de los pocos líderes del chavismo que ha asumido “responsabilidad plena” por la derrota en las elecciones parlamentarias.
Rostros nuevos, y no tanto
Maduro ha ratificado a Delsy Rodríguez como su canciller, a Vladimir Padrino López como ministro de la Defensa, a Ricardo Menéndez en Planificación y a Marleny Contreras, esposa de Diosdado Cabello, como ministra de Turismo. Eulogio Del Pino seguirá al frente de Petróleos de Venezuela y del despacho de Petróleo y Minería. Ocho militares, donde destaca Rodolfo Marco Torres en Alimentación, componen el equipo de trabajo presidencial.
En el área económica sí hay algunos rostros nuevos como Luis Salas, un desconocido profesor universitario de 39 años, que estará al frente del recién creado Ministerio de Economía Productiva. Miguel Pérez Abad, hasta ahora presidente de la Federación Nacional para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria y Petróleos (Fedeindustria), es el flamante ministro de Industria y Comercio. Jesús Faría, uno de los candidatos a diputado que perdió en las elecciones parlamentarias, estará al frente de Comercio Exterior e Inversión Extranjera.
Maduro ha dicho que Salas es un “estudioso de los fenómenos de la guerra económica”, teoría del chavismo que responsabiliza a factores conspiradores, como el empresariado y el gobierno norteamericano, de la dura situación económica que viven los venezolanos. Él encabezará el plan de desarrollo que Maduro pretende llevar adelante en tres años, según ha anunciado, “lejos del neoliberalismo, apostando al socialismo”.
Víctor Álvarez, Premio Nacional de Ciencias, ha criticado en las redes sociales esta postura del Ejecutivo a pocos minutos de ser anunciada. “Mientras el Gobierno habla de un plan a tres años para superar la crisis, la oposición habla de seis meses para sustituirlo”. Álvarez, investigador del progresista Centro Internacional Miranda, ha recomendado públicamente a Maduro que esquive el anunciado “decreto de emergencia” que quiere presentar ante la Asamblea Nacional. En cambio, propone medidas inmediatas, entre las que destaca sincerar el precio de la gasolina, unificar el tipo de cambio y reducir el gasto militar.
Ángel García Banchs, director de la firma Económetrica, también se ha manifestado ante los cambios anunciados en cadena de radio y televisión. “El gobierno de Maduro no goza de la credibilidad ni reputación necesaria para hacer la tarea”, se lee en su perfil de Twitter y ha vaticinado que si los nuevos responsables de la economía no levantan el control de cambio, que se ha prolongado por más de 13 años, “será el gabinete de menor duración de la historia reciente venezolana”.
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