Estados Unidos cerró el año con una clara favorita a representar al partido demócrata en las próximas elecciones a la Casa Blanca: la ex secretaria de Estado y ex primera dama Hillary Clinton, de 68 años.
Pero ahora la esperada coronación de Clinton como candidata a los comicios presidenciales no parece tan clara, ya que el autodenominado socialista y senador por el estado de Vermont Bernie Sanders, de 73 años, se está perfilando como rival en las primarias demócratas.
Los medios apuntan a Sanders como el vencedor del debate demócrata de este domingo, el último antes de que comience la temporada de primarias en el país, que estuvo marcado por el choque entre el senador y la antigua secretaria de Estado en asuntos como la sanidad y la reforma financiera.
Pero la victoria verbal de Sanders no es la única razón por la que Clinton debería preocuparse por el ascenso del socialista.
1. Sanders lidera en New Hampshire y (casi) en Iowa
A nivel nacional, Clinton sigue siendo líder en las encuestas. El último promedio de RealClearPolitics de encuestas de intención de voto le otorga un 51%, frente al 38% de Sanders. Esta distancia, sin embargo, se ha venido acortando a lo largo de los meses. En noviembre la distancia era de 21 puntos.
Asimismo, “[las encuestas nacionales] incluyen a gente que está muy lejos de votar”, dice a EL ESPAÑOL Bruce Stoke, analista en Washington DC del think tank Chatham House. “Sin embargo, la gente de Iowa y New Hampshire está muy centrada en la campaña”.
El próximo 1 de febrero se celebran los caucus (asambleas partidarias) en Iowa, lo que da comienzo a la temporada de primarias en EEUU, que se alargará unos cuatro meses. La siguiente cita ocho días después son las primarias en New Hampshire.
Sanders lidera en New Hampshire con un 48,5% de intención de voto, casi siete puntos por encima de la ex secretaria de Estado, mientras que en Iowa Sanders acecha Clinton con un 42,8% frente al 46,8 de la favorita.
Estas primeras disputas electorales se consideran de gran importancia. El actual presidente, Barack Obama, propulsó su campaña al ganar en Iowa en 2008.
Los ejemplos, sin embargo, de políticos que vencieron en Iowa o New Hampshire y después no consiguieron la nominación de su partido o no alcanzaron la presidencia son numerosos. Por ejemplo, el republicano Mike Huckabee ganó en Iowa en 2008, pero no llegó a convertirse en el candidato del partido republicano. Incluso la propia Clinton resultó victoriosa en New Hampshire ese año, pero fue Obama quien representó a los demócratas en la contienda presidencial.
2. A los medios les encanta una buena competición
Si Sanders empieza ganando, va a obtener mucha atención mediática, asegura Stoke. “Si Sanders vence a Clinton en una o en ambas disputas, va a lograr un enorme impulso respecto a la cobertura mediática, en parte por mérito propio y en parte porque a la prensa le gustan las competiciones”, dice al analista. “Los periodistas no quieren hablar de coronaciones, eso es aburrido”.
Estas primeras citas electorales atraen toda la atención de los medios de comunicación. De hecho, los candidatos suelen viajar con frecuencia a estos estados para conquistar el voto de sus residentes antes del inicio de las primarias.
“Iowa es importante no porque sea Iowa, sino porque se ha convertido en un evento mediático. Puede darle el impulso a los candidatos que les permite luego seducir a los donantes y mantenerse en la pelea”, dijo a este diario en noviembre Arthur Sanders, profesor de la Universidad Drake, en Des Moines, capital del estado.
3. Asegurarse la nominación podría salirle caro a Clinton
Tal y como están las cosas en este momento, parece que la lucha para convertirse en el candidato del partido demócrata va a ser más larga de lo que el equipo de Clinton preveía. Y esto implica gastar más dinero en anuncios.
“Clinton va a tener que gastarse mucho más dinero de lo que esperaba para asegurarse la nominación”, dice Stoke. “Cuanto más tiempo dura la campaña, más dinero te toca gastar en la temporada de primarias cuando lo que te gustaría es poder gestionar tus recursos para las elecciones generales”.
Hasta el momento, Clinton ha recabado cerca de 100 millones de dólares entre donaciones a su campaña oficial y las recaudaciones de grupos afines externos, pero se ha gastado la mitad. Por su parte, Sanders se ha hecho con 41 millones de dólares y se ha gastado 14. Como ya relató este diario, las microdonaciones son una fuente de ingresos vital para Sanders, lo que le concede estabilidad a largo plazo.
“Ha tenido un millón de donaciones y cientos de miles de donantes que probablemente donarán de nuevo. Por tanto, la historia sugiere que sus números incrementarán y no al revés y va a tener recursos para competir durante un buen tiempo”, dijo a CNN David Axelrod, estratega en jefe en las campañas de Obama de 2008 y 2012, en octubre, después de que Sanders recaudara 26 millones de dólares en sólo tres meses y batiera la marca del millón de donaciones más rápido que Obama en su primera campaña presidencial.
Sin embargo, Clinton aún dispone de 20 millones más en mano que el socialista.
4. Las mujeres no tienen por qué votar por Clinton
No se puede asumir que las mujeres de EEUU vayan a votar masivamente a Clinton. Una encuesta reciente publicada por la Universidad de Monmouth mostraba que en New Hampshire las mujeres preferían a Sanders (50%) antes que a Clinton (44%).
“¿Es el hecho de que Clinton puede convertirse potencialmente en la primera presidenta de los Estados Unidos tan atractivo como pensamos? Hay jóvenes blancas a las que ésto no les importa”, dice Stoke.
5. Sanders gusta entre los jóvenes
Sanders tiene un éxito enorme entre el electorado más joven. Sus actos electorales están plagados de estadounidenses de la llamada generación del milenio. Una sondeo publicado la semana pasada por Public Policy Polling muestra que entre los jóvenes de Iowa, Sanders tiene el favor del 55% mientras que Clinton el 33%. Otra encuesta de USA TODAY/Rock the Vote publicada hace una semana muestra que a nivel nacional, la 'Generación Y' escoge a Sanders con un 46% frente al 35% de Clinton.
La pregunta ahora es, dice Stoke, si esa parte del electorado se presentará a depositar la papeleta cuando llegue el momento.