Las duras críticas de hace unos meses a Hungría por levantar vallas para frenar a los solicitantes de asilo y los encontronazos con el bloque de los países del Este (grupo de Visegrad) por poner trabas al reparto de cuotas de refugiados se han transformado definitivamente esta semana en Europa occidental. Tanto, que Naciones Unidas ha llamado a la “compasión y la dignidad” con los inmigrantes y refugiados.

La portavoz de Interior de la Unión Europea, Natasha Bertaud, asegura que se ha detectado una subida de las llegadas de inmigrantes económicos entre los demandantes de asilo. "Por eso tenemos que devolver a los que no tienen derecho a asilo, para no dar la impresión de que Europa es una puerta abierta", ha dicho esta semana.

Alemania pone más puertas a su bienvenida

“Refugees welcome” ha sido el anglicismo del año 2015, según un jurado independiente alemán. La política de puertas abiertas que tanto promulgó Angela Merkel al inicio de la crisis humanitaria con su famosa frase casi convertida en eslogan “lo conseguiremos”, le valió alabanzas hasta generar el rumor de que era una de las favoritas para Nobel de la Paz del año y a la vez le costó duras críticas en las filas de su propio partido.

Pero han pasado los meses y entre medias se ha ido caldeando el ambiente con un congreso de la CDU, un aumento de los solicitantes de asilo hasta llegar a 1,1 millones en 2015 y el episodio de Nochevieja en Colonia y otras ciudades alemanas con múltiples denuncias de acoso sexual contra extranjeros.

Ya lo comentó el primer ministro húngaro Viktor Orban en el congreso del Partido Popular Europeo que se celebró en otoño en Madrid: había que acelerar la devolución a sus países de origen (con una diferencia, él no distinguió entre quienes cumplen y los que no los requisitos para ser refugiados). Y así lo ha prometido esta semana la canciller.

Con una rueda de prensa rozando la medianoche, el jueves quedó claro el carácter de urgencia que quiere proporcionarle a las nuevas medidas:

- acelerar la devolución a sus países de solicitantes de asilo considerados no aptos (por ejemplo, los originarios de países de los Balcanes);

- suspender la reagrupación familiar de quienes no son refugiados, pero sí obtienen otro estatus de protección humanitaria;

- Marruecos, Argelia y Túnez pasan a estar catalogados como países seguros.

“Queremos integrar a las personas con perspectivas de quedarse en el país, pero también expulsar a quienes no las tengan”, explicó Merkel.

El director del Handelsblatt, el periódico económico de referencia germano, escribía este viernes en su boletín electrónico que “todo debe aparentar continuidad, pero en realidad el Gobierno prepara una corrección de la política de refugiados”. Gabor Steingart enumeraba cuatro elementos: “asegurar las fronteras de forma robusta, expulsión forzosa, nuevo ordenamiento del espacio Schengen y miles de millones para los campamentos de refugiados”.

Suecia deportará al menos a 60.000 personas

"En la medida en la que hemos recibido a muchos solicitantes de asilo en Suecia -163.000 en 2015-, también aumentará la cifra de quienes vean rechazadas sus peticiones. Si la actual frecuencia se mantiene, se trataría de entre 60.000 y 80.000 personas", ha calculado el ministro de Interior, Anders Ygeman, en una entrevista en Radio de Suecia recogida por la agencia EFE.



Pero el rechazo de las solicitudes lleva de media más de 200 días, por lo que el ministro ya advirtió de que probablemente las expulsiones no aumentarán hasta principios de 2016. "He mantenido discusiones con países del norte de África y con Afganistán. Es una tarea difícil hacer que estos países asuman su responsabilidad", declaró Ygeman.

Las nuevas medidas suecas incluyen:

- aumentar las multas a empresas que contraten mano de obra ilegal;

- duplicar los guardias fronterizos.



La Comisión Europea ha recordado que los países tienen derecho a “devolver a las personas que no tengan derecho a recibir asilo”. Las nuevas medidas se suman a los controles fronterizos ya implantados, la eliminación de permisos permanentes a refugiados y la limitación de la reagrupación familiar que ya puso en marcha el Gobierno progresista sueco el pasado noviembre.

Dinamarca confiscará sus pertenencias

El Parlamento danés aprobó el martes una nueva ley con la que, entre otros asuntos, pretende costear los gastos por la manutención de los demandantes de asilo. La Policía podrá requisar sus enseres personales cuando superen un valor máximo de 10.000 coronas (1.340 euros). Sólo se librarán los objetos con un valor sentimental especial, como las alianzas de boda.

La apodada como “Ley de las joyas” incluye 34 medidas. La otra más controvertida es el aumento en la espera para la reagrupación familiar, que pasa de un año a tres. La Comisión Europea está analizando la legalidad de la normativa.

Finlandia y Austria expulsarán al 60%

Helsinki estima que 20.000 de las casi 32.500 personas que pidieron asilo en 2015 no podrán obtener el estatus de refugiado, lo que supondría el 62%. El año anterior rechazó al 56% de los peticionarios.

A pesar de que la cifra no varía drásticamente, la secretaria del Ministerio de Interior finlandés, Päivi Nerg, ha reconocido en la televisión local MTV3 que Finlandia ha endurecido los criterios para la concesión de asilo. La mayoría de los solicitantes proceden de Irak. También llegan desde Afganistán, Somalia o Siria.

En pocos meses, los centros de acogida para adultos solicitantes de asilo han pasado de 18 a 142, mientras que los destinados a los menores creció de 8 a 68, recoge EFE. También se han establecido dos centros de detención para los solicitantes rechazados donde deben permanecer hasta su expulsión del país.

Por su parte, Austria también ha anunciado esta semana que en 2016 no acogerá a más de 37.500 refugiados, frente a las 90.000 personas que pidieron asilo el año pasado.

Holanda propone devolver a los que llegan a Grecia desde Turquía

El Gobierno de los Países Bajos, que ahora ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea, quiere que todos los solicitantes de asilo que lleguen a Grecia desde Turquía sean devueltos al país de Erdogan por ferri a la espera de un plan de entrada a la UE regulado. Ese plan admitiría a un máximo de 250.000 refugiados, según reveló el líder socialdemócrata Diederik Samsom -que gobierna en coalición con el liberal Mark Rutte- en una entrevista al diario holandés De Volkskrant.

Uno de los requisitos indispensables para que esta propuesta fuera factible sería que Turquía se considerase “país seguro”, lo cual ha propuesto la Comisión Europea. Sin embargo, Ankara está en pleno conflicto armado en el sudeste del país con el PKK y la frontera con Siria también es inestable. Además, Amnistía Internacional denunció recientemente el maltrato que sufren algunos refugiados en Turquía, a veces detenidos en régimen de incomunicación o forzados a volver a su lugar de origen.

“Turquía no puede ser considerado de ninguna manera un país seguro para refugiados. Ni siquiera es un país seguro para muchos de sus propios ciudadanos. En los meses recientes, ha habido refugiados devueltos ilegalmente a Irak y Siria, mientras que refugiados de otros países se enfrentan a años en el limbo antes de que se atiendan siquiera sus solicitudes”, ha advertido John Dalhuisen, director de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central. Para él el único objetivo de la medida propuesta por Holanda es “parar los flujos de personas desesperadas cruzando el mar Egeo”.

Últimatum de Bruselas a Grecia

O controlan sus fronteras exteriores, o tendrán que poner controles fronterizos con sus vecinos del espacio Schengen. Ésta es la advertencia que ha lanzado esta semana la Comisión Europea a Atenas tras comprobar que “Grecia está incumpliendo gravemente sus obligaciones y que existen graves deficiencias en la realización de los controles en la frontera exterior”.

La Comisión visitó en noviembre las fronteras exteriores griegas y aunque reconocen que las autoridades griegas “se hallan bajo presión”, el informe realizado tras la visita concluye que no se realiza una identificación y un registro eficientes de los migrantes irregulares, que las impresiones dactilares “no se introducen sistemáticamente en la base de datos y que no se comprueba sistemáticamente la autenticidad de los documentos de viaje ni se consultan las bases de datos de seguridad fundamentales, como SIS, Interpol y las bases de datos nacionales”.

El Comisario de Migración y Asuntos de Interior, Dimitris Avramopoulos, ha subrayado que “se precisan mejoras sustanciales para garantizar la correcta recepción, registro, reubicación o retorno de los migrantes con el fin de lograr que Schengen vuelva a funcionar normalmente, sin controles en las fronteras interiores”.

El informe aún debe ser adoptado formalmente. A partir de entonces, Atenas tendrá un plazo de tres meses para paliar las deficiencias graves. Si no lo consigue, se podrán restablecer los controles fronterizos con sus vecinos de Schengen durante seis meses, prorrogables sucesivamente hasta un máximo de dos años (artículo 26 del Código de fronteras Schengen).

Human Rights Watch ha respondido admitiendo la parte de culpa del país heleno: “Grecia se enfrenta a procedimientos de registro caóticos, serios obstáculos para solicitar asilo y condiciones de recepción inadecuadas”. Pero sobre todo ha subrayado su “honda preocupación por oír a los líderes europeos debatir planes para atrapar a la gente en Grecia sellando sus fronteras en el norte”.

Más de 800.000 personas cruzaron de Turquía a las islas griegas en 2015 y 44.000 han realizado la misma travesía en lo que va de año. Sólo entre el 1 y el 28 de enero han fallecido 218 personas en el intento, según la Organización Internacional de Migraciones. A esta cifra se suman este sábado las 39 personas -entre ellas cinco niños- que han muerto ahogadas al naufragar un barco entre las costas occidentales de Turquía y la isla de Lesbos, según recoge el diario turco Hürriyet.

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, ha animado esta semana a encontrar soliciones constructivas a la crisis de refugiados. “Bien gestionada, puede convertirse en una gran inversión", ha manifestado.

En medio del boom de anuncios de nuevas restricciones a los solicitantes de asilo, la OCDE ha publicado un breve documento con diez recomendaciones para una “integración con éxito de los refugiados y otros necesitados de protección”. En él hace especial hincapié en facilitar el acceso al mercado laboral, el sistema educativo y la sociedad en general a los solicitantes de asilo con altas probabilidades de quedarse, sin dejar de lado a los grupos desfavorecidos como los inmigrantes.

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