París

François Hollande y Angela Merkel se han reunido este viernes en el Palacio del Elíseo para buscar una posición común de cara a la cumbre entre la Unión Europea y Turquía que tendrá lugar el próximo lunes 7 de marzo. El encuentro, que ha durado aproximadamente dos horas, tenía como único objetivo acordar un discurso común sobre el papel que se pretende que tenga Turquía en la crisis migratoria que asedia las fronteras europeas.

NUEVO OBJETIVO: CONTROL DE LLEGADA

Ambos dirigentes han insistido en la relevancia que la búsqueda de una respuesta común tiene para la resolución de esta crisis migratoria, la peor desde la Segunda Guerra Mundial. El cierre de fronteras propuesto por los países de los Balcanes (ahora aliados con Austria) busca impedir que los refugiados llegados a Grecia desde Turquía viajen a continuación hacia el centro de Europa.

Si el estudio de esta crisis migratoria se centraba en un primer momento en el reparto de refugiados, el acuerdo de este viernes entre Hollande y Merkel oficializa una nueva perspectiva: la del control de llegada. “Los refugiados sirios deben ser acogidos lo más cerca posible de su país de origen, es decir, Turquía, Líbano o Jordania”, ha dicho Hollande. Angela Merkel apostillaba: “Alemania y Francia están totalmente de acuerdo sobre la necesidad de proteger las fronteras exteriores, por razones de seguridad, porque necesitamos saber quién entra en Europa, y porque ésto permitirá que se mantengan abiertas las fronteras internas, las europeas”.

Ambos han agradecido los esfuerzos realizados por Turquía en materia de acogida de refugiados. “Los turcos han acogido más de 2,6 millones de refugiados provenientes de Siria”, ha recordado François Hollande.

Alemania y Francia han reiterado los compromisos que esperan sean cumplidos por Erdogan: por una parte, la ayuda al desmantelamiento de las mafias que permiten la entrada de migrantes por el mar Egeo. Por otra, que Turquía continúe certificando la identidad de las personas que entran en el país.

“Quiero subrayar que los turcos ya han hecho muchos esfuerzos en este sentido. Han creado muchas medidas para controlar la entrada de los refugiados, creando incluso permisos de trabajo para ellos”, ha aclarado la canciller alemana, antes de concluir: “Por eso entendemos que Turquía espere de nosotros, de Europa, que nos comprometamos por nuestra parte”.

El pasado 29 de febrero, durante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el viceprimer ministro de Turquía Lutfi Elvan recordó a Europa que su país alberga hoy a más de 2,6 millones de refugiados sirios, y que desde que el conflicto en el territorio vecino dio comienzo hace cinco años, 152.000 niños sirios habían nacido en suelo turco.

La cumbre del próximo 7 de marzo se anuncia complicada, si se tiene en cuenta que durante dicho discurso de Elvan, el país reiteraba su intención de instar a Europa a asumir más responsabilidad en esta crisis, recordando que la misma ha costado ya 10.000 millones de dólares a Turquía, “mientras que las contribuciones internacionales hasta la fecha se han limitado a 455 millones de dólares” frente a los 3.000 comprometidos por la UE.

EL COMPROMISO DE HOLLANDE

Durante la conferencia de prensa, el presidente de Francia ha reiterado su intención de cumplir con su palabra en materia de acogida. “Me comprometí a acoger 30.000 sirios o iraquíes y así lo haré. Es verdad que tenemos reglas, que son las del espacio Schengen, y que no debemos tener migrantes que vengan sin la correspondiente autorización. Cada país debe respetar los compromisos adquiridos”, ha lanzado.

Por el momento España ha acogido a 18 refugiados, de los 17.000 que le corresponden.

LA LLAMADA A VLADIMIR PUTIN

“Hemos mantenido una conversación telefónica con Vladimir Putin”, ha declarado este viernes François Hollande. “Ha expresado su compromiso de vigilar que no haya bombardeos sobre la población civil, y que el alto el fuego se respete”.

A este respecto, tanto el presidente galo como la canciller alemana han reiterado la relevancia de insistir en una transición política en Siria. “La tregua actual en Siria es la oportunidad para acelerar las negociaciones y asegurar una transición política en el país, cuya guerra ya se ha cobrado 300.000 vidas”, ha recordado François Hollande.

UNA CRISIS HUMANITARIA INMINENTE

A este propósito, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), ha alertado sobre la existencia de “una crisis humanitaria inminente” en la república helénica. Desde el pasado mes de enero, 130.000 migrantes han entrado en Europa y solo en el punto fronterizo de Idomeni (situado en la frontera greco-macedonia), entre 12.000 y 15.000 personas esperan que se tome una decisión sobre su futuro. En total, cerca de 23.000 migrantes han quedado atrapados en territorio griego tras el bloqueo unilateral de las fronteras puesto en marcha por los países vecinos.

A pesar de que la Unión Europea anunciaba esta semana un presupuesto humanitario de 700 millones de euros para ayudar a los Estados miembros en primera línea de flujo migratorio a hacer frente a esta situación, esta iniciativa no modifica la continua llegada de personas por territorio turco. De ahí el otro compromiso anunciado este viernes por François Hollande. “Erdogan acepta que enviemos un barco para vigilar el mar Egeo”, ha asegurado. París va a poner esta nave a disposición de la OTAN con la intención de reforzar los esfuerzos turcos por el control de la entrada marítima de los demandantes de asilo y migrantes.

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