No hace ni un mes que llegó a Bruselas, y como cada mañana del último mes, el español Jorge Cólogan salió hacia su trabajo. "Cogí el Metro como siempre. Todo con normalidad". Una rutina cargada en realidad de nerviosismo, porque en la capital de Europa "la sensación de peligro era permanente. Tarde o temprano iba a pasar". Lo que no podía esperar era que le pasara a él, porque este canario iba en el mismo metro donde se produjo una de las explosiones de los atentados que han dejado 34 muertos y decenas de heridos en el corazón de la Unión Europea.
"Lo primero que escuché fue el ruido de la explosión, después llegó el frenazo del tren". En la estación de metro de Maelbeek, según el alcalde de la capital belga, habrían fallecido 20 personas, aunque Cólogan apenas vio nada.
"Iba en el primer vagón, al lado del chófer". ¿Cómo salió? "Como pude, por una ventana. Recuerdo una nube blanca de humo, muy densa, muy difícil de respirar. Luego subí por las escaleras de la estación. Cuando salía ya estaban llegando los bomberos y la policía", recuerda quien trabaja en la Dirección General de Comercio de la Unión Europea. "Aún me quedaba una estación, así que cuando llegué a la calle salí corriendo hasta el edificio donde trabajo para estar a resguardo".
"En la calle la gente hacía lo que podía (por ayudar) y todos hablaban por teléfono. Supongo que llamaban a sus familiares", relata, al tiempo que recuerda que seguía a pies juntillas las recomendaciones de seguridad: "Había días que no podíamos bajar a la estación si había alguna cumbre".
Por suerte, Jorge Cólogan no sufrió ni un rasguño ni tampoco conoce a ninguna de las víctimas del atentado. Según ha informado Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior, no hay españoles entre las víctimas mortales aunque cuatro personas de nacionalidad española se encuentran ingresados en diferentes hospitales con heridas leves.
La misma suerte corrió la también española Leticia Rodríguez. Esta gerundense de Lloret de Mar se encontraba a 10 kilómetros de la estación de Metro, concretamente en la terminal de legadas del aeropuerto de Zaventem. "Hemos escuchado dos explosiones. Una en la zona de llegadas. Ahora nos tienen a todos retenidos en una terminal. En principio ha sido en la entrada y aquí no debería pasar nada más", relataba en directo con un vídeo desde su cuenta de Twitter.
En el aeropuerto, sin embargo, hubo 14 muertos y cerca de un centenar de heridos. Entre los fallecidos ya identificados se encontraba Adelma Tapia Ruiz. De nacionalidad peruana, residía en Bruselas desde hace nueve años. Allí encontró su destino: un marido y dos niñas. Ellos también se encontraban en la terminal de salidas cuando se produjeron las dos exploxiones aunque tuvieron la suerte de salir de la sala en que se encontraban unos minutos antes. Esperaban a embarcar en un vuelo a Nueva York, donde se reencontrarían con varios miembros de su familia.