Las malas noticias judiciales atosigan a la ex presidenta argentina Cristina Fernández viuda de Kirchner cuatro meses después de marcharse de la Casa Rosada. Por si no bastara que el próximo miércoles deba declarar en un juzgado por supuesto fraude, un fiscal la imputó por presunto lavado de dinero que provendría de la corrupción.
El fiscal federal Guillermo Marijuan formuló esa nueva acusación para la exjefa de Estado, su exministro de Infraestructura y Planificación, Julio De Vido, el financiero Ernesto Clarens, y otros kirchneristas en la causa denominada 'Ruta del dinero Kirchner’ por una parte del periodismo argentino, pues allí se investiga el derrotero que habrían seguido millones de dólares y euros.
Marijuan es un experimentado agente del ministerio público en la justicia federal, un fuero que investiga los delitos de corrupción pública. Pero sus detractores consideran que se interesa más que nada en los procesos contra los Kirchner y su entorno. También resaltan que en 2015 organizó y encabezó el “18F”, una marcha de fiscales críticos del kirchnerismo.
Sea como fuere, el detonante para la imputación de la exmandataria ha sido la declaración que Leonardo Fariña, un ex financiero, hizo el viernes en el juzgado ante el fiscal y el juez federal Sebastián Casanello durante casi 12 horas, tras acogerse a la ley del arrepentido. Ya en 2012 había confesado al programa “Periodismo para Todos” que 'fugó' 56 millones de euros de Argentina.
Este individuo, que llevaba una vida ostentosa de coches lujosos y hasta se había casado con una joven modelo, lleva más de dos años recluido en el penal bonaerense de Ezeiza. Y al parecer habría resuelto ‘cantar’ por sentirse harto de ser el único del entorno del poder que gobernó los últimos 12 años en Argentina que ha terminado entre rejas.
“Los Kirchner armaron una red de lavado con plata del Estado y ustedes pueden descubrirlo conmigo por qué yo sé cómo lo hicieron”, relató Fariña al fiscal y al juez, según publicó el diario Clarín. Y les habría contado que mediante su 'trabajo' conoció personalmente a Néstor Kirchner y Cristina Fernández, así como al empresario amigo y socio de éstos, Lázaro Báez, también detenido en esta causa.
La Rosadita
Confirmó que el dinero era llevado y contado en la financiera SGI, más conocida como “La Rosadita” por su cercanía al palacio gubernamental Casa Rosada y porque se encuentra en el mismo edificio del barrio Puerto Madero en que vive el exvicepresidente kirchnerista Amado Boudou y donde Fernández posee dos pisos.
El telediario “Telenoche” destapó hace dos semanas un increíble vídeo del interior de “La Rosadita”. Allí puede verse a Martín Báez, hijo de Lázaro, y varias personas más contar los billetes en máquinas, hacer fajos y meterlos en bolsos. Era tanto el dinero y tan pesado que no podían levantar los bolsos y debían arrastrarlos hasta la caja fuerte, que no daba abasto.
Apodado el maletero porque trasladaba maletas y bolsos con miles de fajos de billetes, Fariña confesó que los viajes se hacían en vuelos privados desde Buenos Aires a un aeródromo de las afueras de Montevideo, capital de Uruguay, sin controles aduaneros. Y el metálico era depositado en los bancos internacionales de la zona franca de Montevideo, para transferirlo a Suiza y paraísos fiscales.
Miriam Quiroga, ex secretaria privada de Kirchner que aseguró haber sido su amante durante diez años, ya había hablado del dinero embolsado. "Vi bolsos negros con plata" en la Casa Rosada –aseguró-, pesaban los dólares en vez de contarlos -10 kilos igual a un millón de dólares, dijo-, y los lingotes de oro ingresaban vía Chile. Todo ello, dijo, está a buen resguardo en “la caja fuerte” de la casa de los Kirchner en la villa patagónica de El Calafate.
Además, Fariña se explayó hablando del magnate Lázaro Báez, que de simple empleado de banca pasó a potentado de la mano de los Kirchner. Sus empresas recibieron la mayoría de los contratos para obras públicas en la provincia de Santa Cruz, feudo de la familia presidencial. Amasó una fortuna incalculable, abrió cuentas en el extranjero, compró cortijos y terrenos en la Patagonia.
Báez y su contable, Daniel Pérez Gadin, están detenidos en el mismo penal que Fariña. Pero el juez Casanello, que impuso el secreto de sumario en el expediente judicial tras la explosiva confesión del arrepentido, dispuso que éste vaya a un pabellón especial y reforzó su seguridad como protección ante eventuales venganzas.
Entre tanto, recluida en la provincia patagónica de Santa Cruz desde que dejó el poder, el pasado 10 de diciembre, Cristina Fernández debe volver a Buenos Aires el próximo miércoles y presentarse en un juzgado a declarar como imputada de supuesto fraude a la administración. Así arrancará su peregrinar judicial, escoltada por militantes ‘cristinistas’ que montarán guardia frente a los tribunales en señal de apoyo.
“Si la tocan a Cristina, se pudre todo”, advertían los kirchneristas fanáticos. No obstante, algunos argentinos, en los bares y sitios de reunión, levantaban apuestas sobre si la exmandataria terminará o no en prisión. El semanario “Noticias” publicó en su portada una foto de la ex presidenta vistiendo una blusa que asemeja al mono de convicto y el titular de alto impacto: “El país de Cristina presa: Van por ella”.