La consulta europea se ha convertido en un duelo fratricida dentro del Partido Conservador hasta el punto que se especula que podría romper por la mitad a los tories. En el bando europeísta están el primer ministro David Cameron, su segundo, el ministro de finanzas George Osborne, y la ministra de interior Theresa May, aunque ésta se mantiene en un plano más discreto.
A favor de salir de la UE se han colocado dos auténticos pesos pesados dentro del partido, el ministro de justicia, Michael Gove, y el alcalde Londres, Boris Johnson. Se da la circunstancia de que todos estos nombres han sonado para relevar a Cameron como líder conservador cuando este se retire en el año 2020.
El referéndum no ha hecho más que evidenciar la división que existe dentro del Partido Conservador y, por extensión, en Reino Unido con respecto a Europa. El país se encuentra dividido casi en un 50% entre los europeístas y los euroescépticos. En las últimas elecciones europeas de 2014, se impuso el UKIP, con su mensaje antieuropeo y antiinmigración, por delante de los dos grandes partidos británicos, conservadores y laboristas, logrando más de 4 millones de votos.
Las cosas se complicaron la semana pasada cuando David Cameron, principal valedor de la continuidad en Europa se vio salpicado por el escándalo de los papeles de Panamá. Su imagen se vio afectada y, en consecuencia, la campaña del sí, de continuar en Europa. El último sondeo de ICM indica el no supera al sí por tres puntos, con un 45% de británicos a favor de salir de la UE, un 42% a favor continuar y un 12% de indecisos.
¿Y después del 23 de junio qué?
Nadie sabe qué pasará después del 23 de junio. La semana pasada se filtró a la prensa que Cameron está preparando un restructuración de su gabinete para después de la consulta, en caso de que gane el sí, en el que prevé entregar carteras importantes tanto a Gove como a Johnson en un intento de mitigar la división interna en el partido. En caso de que se imponga el no, muchos expertos creen que significaría la dimisión de David Cameron, que está cumpliendo su último mandato y que ya ha dicho que no se presentará a una reelección en el 2020.
La comisión electoral ha establecido las reglas de juego y ha designado Vote Leave, liderada por Gove y Johnson, como la campaña oficial para los partidarios de salir de Europa. Se impusieron al grupo que abanderado, entre otros, por Nigel Farage, el líder del UK, quien ya ha dicho que se integrarán en la campaña oficial y que aunarían esfuerzos. Ambos grupos podrán gastar 7 millones de libras (unos 8,8 millones de euros) en la campaña y enviar interlocutores en debates televisivos. En cuanto a grupo por la continuidad, el elegido fue ‘Britain Stronger in Europe’ con Cameron y Corbyn a la cabeza.
Cameron defiende los acuerdos con Bruselas que logrón en el mes de febrero y que otorgan un estatus especial a Reino Unido con un mayor control de la inmigración, de las fronteras y de la economía con mecanismos como la limitación de las prestaciones sociales a inmigrantes con un plazo máximo de siete años, una salvaguarda que le permita aplazar políticas económicas de la eurozona, o la protección de la City de Londres. Por su parte, los partidarios de salir de Europa piden que todos los países europeos, estén o no dentro del euro, deberían poder comerciar libremente y cooperar, que la UE deje de bloquear al Reino Unido para realizar acuerdos comerciales fuera de Europa, y “parar de enviar 350 millones de libras cada semana a Bruselas y en su lugar gastar en nuestras prioridades como la sanidad pública o la investigación científica”.
Jeremy Corbyn se ha subido al barco de los europeístas con un discurso en Londres en el que ha dicho que su partido apoya “de forma abrumadora” continuar dentro de Unión Europea (UE) a pesar de los “defectos” que tiene la unión y a pesar de considerar insuficientes las condiciones especiales que consiguió Cameron con Bruselas. Ha sido el discurso más importante de Corbyn sobre Europa y pidió el apoyo de los votantes laboristas, coincidiendo con el inicio mañana viernes de la campaña oficial del referéndum que durará más de dos meses hasta el 23 de junio.
Corbyn es un balón de oxígeno para Cameron
“El partido laborista está a favor de quedarse porque creemos que la Unión Europea ha traído inversión, puestos de trabajo y protección para los trabajadores, los consumidores y el medio ambiente, y es la mejor opción para afrontar los retos del siglo XXI”, ha expresado Corbyn. El líder laborista está convencido de que “el Reino Unido será más fuerte si cooperamos con nuestros vecinos”.
El discurso de Corbyn es importante porque hasta ayer no se sabía el grado de implicación de Corbyn. En 1975 votó en contra de la continuidad en la Comunidad Económica Europea (CEE). La mitad de los militantes laboristas reconocieron que no sabían qué pensaba su líder. La incorporación de Corbyn es un balón de oxígeno para Cameron y para la campaña para continuar.
Las dudas de Corbyn para decidir su nivel de implicación provenían de la experiencia del referéndum escocés, donde los votantes penalizaron severamente los laboristas por haber hecho campaña por la unión junto con los conservadores. En esta ocasión Corbyn y los laboristas estaban tentados quedarse al margen observando la batalla fratricida de los conservadores de imprevisibles consecuencias. Mientras los laboristas cuentan con un 70 por ciento de apoyo de las bases de su partido para la continuidad en Europa, los conservadores están divididos por la mitad.
Sobre su euroescepticismo previo, Corbyn dijo que “es perfectamente posible ser crítico y, a la vez, creer que debemos seguir siendo miembros”. En este sentido, Corbyn reclamó una agenda más social y se mostró muy crítico con la UE, “desde su falta de responsabilidad democrática hasta la presión institucional para liberalizar o privatizar los servicios públicos”. “Europa necesita un cambio pero este cambio sólo lo podemos lograr si trabajamos con nuestros aliados en la UE”, concluyó.
Corbyn también se distanción del mensaje de David Cameron y aseguró que hay ningún problema porque lleguen inmigrantes al país. Considera que se deben de mejorar las condiciones laborales y los sueldos de los inmigrantes y señaló los “empresarios sin escrúpulos” como culpables. David Cameron dijo que no está de acuerdo con muchas de las cosas que dijo Corbyn pero le dio la bienvenida a bordo a la campaña para continuar en Europa.