EEUU afirma que el ataque al hospital de Afganistán no es un crimen de guerra
El Pentágono subraya que el bombardeo no fue deliberado y confirma sanciones a 16 militares de su Ejército.
29 abril, 2016 18:06Noticias relacionadas
42 muertos en un hospital de Médicos sin Fronteras en Afganistán no son un crimen de guerra para Estados Unidos. Así ha dado carpetazo el Pentágono a su investigación sobre el ataque al centro médico de la ONG en Kunduz en octubre del año pasado.
El general Joseph L. Votel reconoció que el hospital estaba en la lista de objetivos "a no bombardear", pero indicó que la tripulación "no tuvo acceso" a esa información durante el ataque "en una situación de combate extremadamente intensa" contra los talibanes.
El Pentágono ha subrayado que el ataque "no fue deliberado",y confirmó las sanciones leves a 16 militares.
Tras el ataque, Médicos Sin Fronteras aseguró que tanto Washington como Kabul estaban al corriente de la localización geográfica del hospital y demás edificios de la ONG y que el 29 de septiembre fue la última vez que puso al tanto a las diferentes facciones del conflicto. El ataque, que discurrió aproximadamente entre las 2:15 y las 3:15 de la mañana, continuó durante media hora después de que se informase a autoridades estadounidenses y afganas de la proximidad de los bombardeos al hospital, según MSF.
El Ejército de Estados Unidos reconoció en un comunicado “daños colaterales” y el presidente Obama lamentó la tragedia. La comunidad internacional puso el grito en el cielo y varias instituciones exigieron a EEUU una investigación para aclarar lo ocurrido y buscar responsabilidades.
16 militares sancionados
De acuerdo al informe, la tripulación del avión con armamento pesado AC-130 confundió el hospital de MSF al que estaban disparando con una posición de talibanes que se encontraba a 400 metros.
Votel confirmó las sanciones leves a 16 militares, entre los que figuran un general de dos estrellas, la tripulación del avión que participó en la operación, y fuerzas especiales del Ejército de Tierra de EEUU.
Uno de los oficiales ha sido suspendido de su puesto de mando y retirado de Afganistán, mientras que el resto ha recibido sanciones menores, como cartas de reprimenda y vuelta a cursos de entrenamiento. "Médicos sin Fronteras" ha calificado el ataque como "brutal" y ha exigido una investigación independiente, algo a lo que EEUU se ha negado.
La investigación se centró en los motivos por los que el avión AC-130 realizó diversos ataques aéreos sobre el hospital, pese a los llamados de la ONG a funcionarios estadounidenses en Kabul y Washington para que detuviesen el bombardeo.
Votel indicó que se tardaron "unos momentos" en que estas llamadas pasasen los diferentes filtros de la cadena de mando hasta que llegasen a los oficiales encargados de la operación y pudiesen comunicar el error a los militares sobre el terreno para que detuviesen el fuego.
La operación duró cerca de 30 minutos y dejó 24 pacientes, 14 miembros de la organización y 4 vigilantes muertos en un hospital en Kunduz, en el norte de Afganistán.