Al menos ocho personas relacionadas con el mundo de la moda en Irán han sido detenidas en los últimos dos meses por considerar que llevan a cabo su profesión de forma inmoral. Diversos medios aseguran que se trata de ocho modelos, pero desde Human Rights Watch señalan a EL ESPAÑOL que no tienen la seguridad de que todos los arrestados fueran maniquíes.
Portavoces iraníes han dicho públicamente que las personas que trabajan en el mundo de la moda promueven un modo de vida “inmoral” al estilo de Occidente, explica Tara Sepheri Far, investigadora experta en Irán de la ONG de derechos humanos desde su oficina en Nueva York.
La información le llega con cuenta gotas, por lo que es muy precavida a la hora de confirmar las informaciones que circulan al respecto. Sí puede afirmar que una de las arrestadas (cuyo estado actual desconoce, al igual que el de los demás detenidos) es la modelo conocida como Elham Arab. Se han difundido fotos de ella posando con vestido occidental de novia, sin velo y con el pelo teñido de rubio. Con esa y otras imágenes posó en Instagram, una red social que sí está permitida en Irán, al contrario que Twitter o Facebook.
El activista iraní Potkin Azarmehr ha tuiteado en su cuenta otra imagen de la modelo, con un velo que deja ver la rubia melena de “una de las famosas de Instagram arrestada en Irán”.
Las detenciones han sido parte de una operación denominada “Spider II” (Araña II) que buscaba a las mujeres que posaban en fotografías sin cubrirse con un velo, según el medio catarí Al Jazeera.
Una suerte de vista judicial contra Elham Arab fue televisada mientras un miembro de la Guardia Nacional la interrogaba. Bajo la mirada de los guardianes, las cámaras y bajo un velo negro que se escurrió accidentalmente mientras prestaba declaración y cuya posición corrigió rápidamente la acusada, Elham dijo que había posado así porque su deseo era ser famosa. Finalmente llamaba a que los iraníes eligieran a la familia por encima de la industria de la moda.
Para Human Rights Watch no hay duda de que declaraciones como ésta están forzadas. “La narrativa judicial organiza entrevistas televisadas en las que los acusados tienen que explicar las motivaciones de sus actos y disculparse”, detalla Sepheri Far. Les prometen mayor clemencia a cambio, como liberarlos bajo fianza.
La persecución contra personas que no son activistas políticos es nueva, según la investigadora. Hasta ahora lo habitual era centrarse en activistas. Recuerda que en 2009 hubo un juicio masivo con varios prisioneros políticos que fue televisado y les prometieron un “mejor trato” a cambio de su colaboración.
El Gobierno del más moderado Hasan Rohani elegido en 2014 ha intentado mejorar estos aspectos y ha conseguido disminuir ligeramente las limitaciones en derechos civiles como el acceso a internet, siempre limitado por la ultraconservadora Guardia Nacional del régimen de los ayatolás. Por ejemplo, promueven la censura por contenidos en lugar de bloquear directamente el acceso a una red social. Por ello la red social para compartir imágenes de Instagram funciona, así como el servicio de mensajes similar a Whatsapp, Telegram, con más de 14 millones de usuarios en el país.
“No es fácil decir si con Rohani ha mejorado o no [la situación]. Él y el vicepresidente han hablado públicamente en favor de los derechos de la mujer, especialmente en cuanto al empleo y la educación superior”, señala la experta. “Pero el debate ahora se centra en su derecho a la privacidad y su participación en la vida pública”.
Se desconocen los cargos que pesan sobre Arab y los demás arrestados. La policía ha identificado a 170 personas en la operación sobre actividad en las redes sociales relacionadas con el mundo de la moda, incluidos 58 modelos, 59 fotógrafos y maquilladores profesionales, informa Al Jazeera.
La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas advirtió a finales de abril de que más de una docena de prisioneros políticos en Irán, incluidos algunos defensores de derechos humanos, abogados y activistas políticos “prominentes”, corren el riesgo de morir durante su cautiverio. Las condiciones sanitarias estaban empeorando y el organismo denunciaba que las autoridades iraníes seguían negándose a proporcionarles tratamiento médico.