El Índice Mundial de la Esclavitud publicado este martes estima que existen 45,8 millones de personas que sufren este abuso en 167 países. España está entre los países que menos esclavos tiene, pero aún así afecta a unas 8.400 personas, según la estadística elaborada por un equipo de investigadores especializados en el tráfico de personas dirigidos por la Walk Free Foundation.
Un 0,018% de personas en España sufren la esclavitud moderna, el mismo porcentaje que en países como Noruega, Suiza o Alemania. "A pesar de tener la menor prevalencia de esclavitud moderna en el mundo, Europa continúa siendo un destino, y en menor medida, una región que origina la explotación de hombres, mujeres y niños en el trabajo forzado y la explotación sexual", indica el estudio.
Los casos mayoritarios en España identificados por el informe son mujeres subsaharianas -especialmente nigerianas- que sufren la trata de blancas para ser explotadas en el servicio doméstico o la explotación sexual comercial. Lo mismo sucede en Italia, Bélgica, Francia, Suecia y Holanda. El texto recuerda que las autoridades arrestaron a líderes de una red de explotación sexual con base en Nigeria que operaba en Barcelona.
El otro motivo destacado de esclavitud moderna en España es el matrimonio forzado, "una preocupación emergente en Europa en años recientes", según el Índice. Señala que en 2015 se publicaron casos así en España, Eslovaquia, Bulgaria, Alemania y Reino Unido.
Comunidad gitana, entre los más marginados en Europa
Las conclusiones del informe muestran que los romaníes están "entre las poblaciones más marginadas en Europa". El informe asegura que "la pobreza y falta de acceso a los servicios públicos lleva a algunas familias romaníes a traficar con sus propios hijos" para el matrimonio forzado o incluso la explotación sexual como una "estrategia de supervivencia", extremo último en el que no incluye a España.
El Índice indica que en otros lugares de Europa como Reino Unido o Polonia, hay esclavos modernos en sectores como la agricultura, la construcción, la pesca o el servicio doméstico. En Reino Unido han sido identificadas 3.266 víctimas adultas y menores en 2015. En Polonia las denuncias de explotación laboral han venido principalmente de trabajadores vietnamitas.
Así está el resto del mundo
Corea del Norte lidera el ranking de la esclavitud mundial, pues el estudio estima que 1,1 millones de personas (4,3 % de la población) sufren este tipo de abuso en el hermético país que dirige Kim Jong Un. Le siguen por porcentaje, Uzbekistán (3,9%), Camboya (1,6%) y la India (1,4%).
Pero en términos absolutos es la India el país con más esclavos: 18.355.000 personas sufren algún tipo de explotación en el país asiático.
El 58% de los esclavos modernos viven en cinco países: India, China (3.388.000 personas), Pakistán (2.135.000), Bangladesh (1.531.000) y Uzbekistán (1.236.000).
Los países en los que el porcentaje de esclavos es menor, ese 0,018% de España, son otros quince más, entre ellos Estados Unidos, Nueva Zelanda o Bélgica, además de los ya mencionados inicialmente.
Factores que explican la esclavitud moderna en Europa
El informe explica que los altos índices de paz, democracia o derechos humanos -que contribuyen a evitar situaciones de esclavitud- son dispares en el continente. Cita países como Turquía, Bosnia- Herzegovina o Grecia, con un "perfil más alto, reflejando una alta inestabilidad política, baja confianza en el sistema judicial y altos niveles de criminalidad, corrupción y discriminación".
Otro elemento que contribuye a la esclavitud moderna en Europa según el estudio es la crisis de refugiados, con la llegada de más de un millón de personas el año pasado. "Desesperados por llegar a Europa, estos demandantes de asilo y migrantes se han puesto en manos de traficantes para facilitar su paso", constata el estudio.
Destaca sus recursos limitados y la vulnerabilidad frente a la explotación de menores y mujeres no acompañados. En 2015, el 70% de quienes llegaron como refugiados o migrantes por vías ilegales fueron hombres. Este año, el porcentaje se está invirtiendo y ya se estima que las mujeres y los niños conforman el 60% de quienes han llegado en esta crisis humanitaria.
"Este cambio demográfico pone retos significativos para los Gobiernos europeos, con responsabilidad de dar protección a los grupos vulnerables a través de servicios adecuados por género, oportunidades de sustento para las mujeres y educación para los niños", han solicitado los autores del Índice Mundial de la Esclavitud.