La comida y las medicinas se agotan. El agua limpia es escasa. Y 20.000 niños permanecen en la ciudad iraquí de Faluya, según Unicef.
El lunes por la mañana las fuerzas de seguridad del país comenzaron un asalto final sobre este bastión del Estado Islámico a escasos 60 kilómetros de la capital. El Gobierno iraquí había calculado que la operación duraría unas 48 horas, aunque de momento los enfrentamientos continúan en la ciudad.
“Los niños de Faluya siguen atrapados en la ciudad y alrededores mientras la violencia se intensifica", asegura Unicef en un comunicado. La agencia para la protección de la infancia de Naciones Unidas explica que "muy pocas familias" pudieron salir de la ciudad antes de los enfrentamientos.
"Estamos preocupados por la protección de los niños que se enfrentan a la violencia extrema, que sigue creciendo en Faluya y en todo Irak", indica.
NIÑOS SOLDADO
Los menores de todo el país se enfrentan al riesgo del reclutamiento forzoso, procedimientos estrictos de seguridad y a la separación de sus familias.
"Los niños que son reclutados por la fuerza para luchar en la contienda ven su vida y su futuro en peligro. Se ven forzados a llevar y usar armas, luchando en una guerra de adultos", denuncia Unicef.