El triunfo parece escapársele de las manos a Keiko Fujimori, quien pisó fuerte durante toda la campaña electoral, punteando siempre en las encuestas, pero cuyas posibilidades de convertirse en la primera presidenta de Perú se fueron desinflando de manera importante, faltando apenas días para las elecciones que se llevaron a cabo el pasado domingo.
Lo que era prácticamente un imposible, sucedió y la hija del expresidente Fujimori perdería por segunda vez consecutiva su posibilidad de llegar a la primera magistratura peruana, esta vez frente al economista Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Luego de una campaña intensa de ocho semanas, tras la primera vuelta, que se planteó como un duelo entre fujimoristas y antifujimoristas, Kuczynski logró revertir a última hora la ventaja de la que disfrutaba la hija del ex dictador Alberto Fujimori.
Este lunes, al estar escrutado un poco más del 92% de las mesas de votación, Kuczynski aventaja a Fujimori con un 50,3% de los votos. Desde las entrañas de la candidatura fujimorista aún no reconocen la derrota y esperan que las mesas de votación del sector rural y del extranjero, que faltan por contar oficialmente, le den la anhelada victoria.
Analistas aseguran, sin embargo, que en el extranjero el voto ha sido para el exministro de economía, según resultados a boca de urna. Así lo han dado a conocer escritores como el limeño Diego Trelles Paz, radicado en Francia, quien a través de sus redes sociales ha informado sobre el triunfo de PPK en Europa. Fujimori, por su parte, sabe que puede sacar ventaja en los pequeños municipios rurales del país.
El resultado no se sabrá sino hasta que esté escrutada la totalidad de las mesas, que según la Oficina Nacional de Procesos Electorales, podría ser entre viernes y sábado de esta semana.
El líder del equipo de observadores del Parlamento Europeo, Agustín Díaz de Mera, ha asegurado a EL ESPAÑOL que las elecciones se han desarrollado democráticamente y sin incidentes. "La jornada electoral me ha parecido sinceramente muy positiva: ausencia de incidentes, una jornada pacífica, con un nivel de participación cívica ejemplar", ha afirmado en conversación telefónica. “Importa poco que no tengamos un resultado definitivo -aunque sería mejor tenerlo- porque a nosotros lo que nos concierne y nos importa es la evaluación del proceso", dice Díaz de Mera, quien asevera no tener constancia de denuncias de fraude.
Entre tanto, las redes sociales se ven inundadas de burlas sobre lo sucedido a Keiko en la mañana del día de elecciones. Es tradición en Perú que los candidatos se muestren en los medios de comunicación desayunando el día de la jornada electoral. Keiko, acompañada de su hermano y de su madre, cocinó y, como si fuera un vaticinio de lo que ocurriría, en la puerta del horno, se le quemó el pan.
La verdad es que la caída de Fujimori, primero en las encuestas y luego en las elecciones se debe en buena parte a la ola de antifujimorismo del final de la campaña, impulsada por el propio Kuczynski y fortalecida por el respaldo a última hora de la izquierda al candidato de Peruanos por el Kambio.
Tal como se informara en EL ESPAÑOL, Kuczynski enfiló sus baterías contra Fujimori en los últimos debates, aludiendo a la posibilidad de que con ella, Perú se convirtiera en un narcoestado, tal como sucedió con su padre, 20 años atrás, y quien hoy cumple una condena de 25 años de cárcel por crímenes como narcotráfico, lavado de activos y violación a los derechos humanos.
Los medios de comunicación peruanos revelaron una semana antes de las elecciones que el exsecretario general de Fuerza Popular, partido por el que se presentó Keiko Fujimori, Joaquín Ramírez, y uno de los principales contribuyentes de su campaña, había sido vinculado a una grabación que estaría siendo investigada por la agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA). La fiscalía investiga ya el caso.
La izquierda se une a la derecha
En un llamado de última hora, el Frente Amplio, la principal coalición de movimientos de izquierda peruana, pidió votar por el candidato de derecha Pedro Pablo Kuczynski.
"Para cerrarle el paso al fujimorismo sólo queda marcar por Kuczynski", dijo públicamente la excandidata y líder del Frente Amplio Verónika Mendoza, quien justamente perdió contra el economista en primera ronda.
"No quiero que mis hijos vivan en un país de corrupción, drogas y violencia (…), por eso Keiko no va", aseguró la principal líder de la izquierda peruana en su cuenta oficial de Youtube.
Así mismo, en la semana previa a las elecciones, diversos colectivos civiles organizaron multitudinarias marchas contra Keiko Fujimori. Sus detractores dicen que ella fue primera dama del gobierno de su padre, al que califican de autoritario y sostienen que él abusó de las instituciones para conservar el poder.
Tal y como explica el analista Juan Mendoza Pérez, la mano que tiende la izquierda a PPK también puede deberse a que asumen que será más fácil ser oposición de Kuczynski, pues su bancada en el Congreso es notablemente menor a la de Keiko.
"La defensa de los derechos civiles, políticos y humanos no es muy fuerte en el fujimorismo", opina el internacionalista Fernando Dopazo.
El factor Kenji
Finalmente, un hecho adicional ocurrido en la jornada del domingo llamó la atención de analistas. Aunque Kenji Fujimori, hermano de Keiko, y quien en 2011 obtuviera la mayor votación para el Congreso, se mostrara en la mañana acompañando a la candidata durante el desayuno televisado, decidió no ir a votar.
Expertos afirman que Kenji discrepa de su hermana, pues éste se encuentra del lado ‘albertista’ del fujimorismo, que tiende a no reconocer los errores y delitos del Gobierno de 1990-2000 y a considerar que el juicio contra el expresidente debe ser declarado nulo.
Pero adicionalmente, parecería que Kenji tiene fuertes aspiraciones presidenciales al igual que Keiko. En abril, habría expresado a través de sus redes sociales: “La decisión es mía: sólo en el supuesto negado que Keiko no gane la presidencia yo postularé el 2021”.