No fueron relaciones sexuales consentidas, como mantuvieron Lucas Perdomo y Raí de Souza, los primeros detenidos por la violación en grupo a una chica de 16 años que conmocionó a Brasil cuando las imágenes aparecieron en una red social. Tampoco la menor era aficionada al "sexo en grupo" como mantuvo el primer investigador del caso, ahora apartado. Un vídeo emitido en prime time en la televisión brasileña demuestra que las relaciones no fueron consentidas, así como el terrible dato de que la joven fue violada en un plazo de 30 horas por dos grupos distintos.
El vídeo, que se ha emitido en el programa Fantástico de la cadena O Globo, fue grabado por De Souza, el único encarcelado ya que se trata de la persona que aparece en el selfie que se sacó sobre el cuerpo ensangrentado de la chica. Aunque aseguró que había destruido el móvil, la policía lo ha localizado y con él la nueva grabación. "No", se oye suplicar a la menor en la angustiosa toma. "¿No, qué?" responde De Souza.
Según ha establecido la investigación, la menor acudió el sábado 21 de mayo a un baile en el Morro do Barao, una favela en la zona oeste de Río de Janeiro controlada por una banda de narcotraficantes y en la que ocurrieron los hechos. Al final de la fiesta se trasladó a una vivienda con Perdomo, un futbolista de un modesto club al que identificó como su novio, y De Souza.
De acuerdo con los testimonios, en la mañana del domingo 22 de mayo un grupo de narcotraficantes encontró a la joven desnuda y totalmente inconsciente y la trasladó a otra vivienda en la misma favela que los pistoleros utilizan para encuentros sexuales. La menor aseguró en su denuncia a la Policía que despertó cuando era violada por "33 hombres armados con fusiles y pistolas".
Tras la violación colectiva, los narcotraficantes la abandonaron. Por la noche la menor fue encontrada en la misma vivienda nuevamente por De Souza, por un hombre al que sólo se ha identificado como Jefinho y por el excamarógrafo de televisión Raphael Assis Duarte, de 41 años y el tercero en ser detenido. Fue en ese momento cuando De Souza tomó las fotografías y vídeos que ahora le implican.