"Es un solitario, un hombre muy introvertido". Así definen sus vecinos a Thomas Mair, el hombre detenido por la policía como supuesto autor de los disparos que han matado a Jo Cox. Según publica The Telegraph, citando a sus vecinos, el hombre, de 52 años, residía en la misma casa desde hace 40 años. La casa era de su abuela, con la que vivió hasta su muerte, hace cerca de 20 años. Desde entonces vivía sólo y no se le conocía un trabajo estable.
Su hermano ha precisado que Mair tenía un largo historial de trastornos mentales, pero defendió que ni era racista, ni tampoco violento. Sin embargo, según algunos medios británicos, el supuesto asesino apoyaba desde hace mucho al partido neonazi National Alliance y habría comprado un manual editado por el partido donde se enseñaba a construir una pistola.
Según la ONG Southern Poverty Law Centre, Mair habría adquirido libros por el valor de 620 dólares a la imprenta del partido, la National Vanguard Books, la mayoría de ellos sobre química de explosivos y municiones.
El Daily Telegraph señala también que su nombre y su dirección figuran en un listado de suscriptores de South African Patriots, una publicación que defiende la supremacia blanca y que aboga por el rechazo a sociedades multiculturales y la expansión del Islam.
Según los testimonios, Thomas Mair se abalanzó sobre Jo Cox este jueves, le disparó tres veces y la apuñaló, al grito de "Britain first". "No creo que perteneciera a ningún partido político. Nunca le he escuchado hablar de política ni expresar ningún tipo de ideología o posición sobre Europa", ha dicho uno de sus vecinos. "Para nosotros era simplemente Tommy, un vecino que conocíamos todos".
Un barrio en shock
"Estoy en shock. Pasó delante de mi casa por la mañana y me saludó como siempre. Llevaba una camiseta gris, una gorra de béisbol blanca y una mochila", ha dicho Kathleen Cooke, de 62 años. "Era un solitario, muy introvertido, pero era voluntarioso, ayudaba a todo el mundo con el jardín. Ha vivido aquí durante 40 años y nunca ha causado ningún problema. Solía chillar a los niños que jugaban demasiado cerca de su casa, pero nada fuera de lo normal".
El pequeño barrio está perplejo con los hechos. "Me he quedado sin palabras. No me lo podía creer. Sé que iba mucho a la biblioteca, y que pasaba mucho tiempo mirando el ordenador, pero no sé qué buscaba", señaló David Pickles.
En 2010, Mair hizo un voluntariado en el parque local con personas con enfermedades mentales. En ese momento, Mair habló con el periódico local Huddersfield Daily Examiner: "Muchas personas con enfermedades mentales están aisladas, desconectadas de la sociedad. Frecuentemente se sienten inútiles porque suelen estar en paro por largas temporadas. Todo eso se minimiza haciendo voluntariado. Saliendo de casa y conociendo a gente. Este tipo de trabajo es una terapia positiva y alternativa".
Antes un vecino "normal", Mair es ahora el principal sospechoso de un brutal asesinato que ha dejado a Reino Unido en estado de shock.