“Jo creía en un mundo mejor y luchaba por él todos los días con una energía y un entusiasmo por la vida que dejaría exhaustas a la mayoría de las personas”, ha declarado Brendan Cox, el marido de la joven política Jo Cox asesinada este jueves en Bristall (Yorkshire Oeste, en el norte de Inglaterra). “Habría querido que pasaran dos cosas ahora: primero, que nuestros preciosos hijos (tenían dos) fueran envueltos en amor y dos, que todos juntos lucháramos contra el odio que la mató”, ha dicho a través de un comunicado recogido por The Guardian.
Ella se definía a sí misma como “madre, orgullosa chica de Yorkshire, diputada laborista por Batley y Spen, habitante de un barco (afición británica), alpinista, antigua trabajadora humanitaria” en su cuenta de Twitter. Repartía su tiempo entre su barco-casa en el río Támesis y su hogar en Batley y Spen, distrito electoral por el que era diputada y donde se había criado.
Le gustaba escaparse a las montañas escocesas a escalar, cuando el tiempo se lo permitía. También era aficionada a correr y montar en bicicleta. Activista y deportista, lo suyo desde luego era un no parar.
El hombre que le ha arrebatado la vida gritó “Gran Bretaña primero” (que también es el nombre de un partido ultranacionalista que ha apresurado a desmarcarse del ataque). Cox estaba en plena campaña a favor de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea a sólo una semana del referéndum sobre el brexit, el próximo 23 de junio.
En su cuenta de Facebook defendía recientemente que la campaña por la permanencia, en la que tan implicada estaba, no era un tema de división entre partidos. Aquel día había coincidido con gente del partido liberaldemócrata y se fotografiaron juntos. “Estamos haciendo campaña para quedarnos, porque creemos que el Reino Unido es más fuerte, más seguro y mejor en la UE”, resumió entonces. Hace unos días publicó también un artículo de opinión en el periódico local Yorkshire Post en el que defendía que “la inmigración es una preocupación legítima, pero no es una buena razón para salir de la UE”.
Su europeísmo venía de lejos, pues tras la universidad también ayudó a lanzar la organización proeuropea “Britain in Europe” (Reino Unido en Europa) y trabajó durante dos años en Bruselas.
Era diputada desde hace poco más de un año, cuando en mayo de 2015 fue la candidata más votada por el distrito electoral de su infancia, Batley and Spen (norte de Inglaterra), con un 43,2% de los apoyos.
Era la amiga más vivaz, agradable, dinámica y comprometida que se pueda tener. Gordon Brown, ex primer ministro británico
Creció en Batley and Spen, en el norte de Inglaterra, en el mismo distrito electoral por el que ahora era diputada. Fue la primera persona en su familia en obtener un título universitario, nada menos que en la prestigiosa Universidad de Cambridge. Aquello fue en 1995.
A sus 41 años podía presumir de una extensa carrera en cooperación internacional. Trabajó “por todo el mundo para ONG luchando contra la pobreza, el sufrimiento y la discriminación”, indica su biografía en el portal del Partido Laborista. Formó parte de organizaciones como Oxfam, donde trabajó durante una década y llegó a ocupar cargos directivos en Nueva York y Bruselas. También trabajó con Sarah Brown, la mujer del ex primer ministro laborista Gordon Brown, en defensa de un embarazo y parto seguros, y asesoró a Save the Children, entre otros asuntos.
“Jo Cox era la amiga más vivaz, agradable, dinámica y comprometida que se pueda tener”, ha declarado en un emotivo comunicado Gordon Brown, que trabajó con ella junto a su mujer. “Cuando hablabas con ella, la compasión en sus ojos y el compromiso de su alma brillaba. Debería haber tenido años de servicio público avanzando sobre las causas que le preocupaban apasionadamente por delante. Sarah y yo fuimos unos privilegiados por trabajar con ella y su marido Brendan”, ha declarado en un emotivo comunicado.
Justo antes de ser diputada electa, estuvo trabajando en la Fundación Bill y Melinda Gates y en la actualidad era asesora de la ONG contra la esclavitud Freedom Fund. Su labor política seguía la misma línea, con la defensa de los hospitales locales, la industria manufacturera y campañas contra la pobreza, como su implicación en un banco de alimentos.
“Era una diputada comprometida y compasiva”, ha declarado David Cameron a través de la red social cuando se disponía a abandonar Gibraltar tras una visita alterada por el trágico suceso y en la que finalmente no ha hecho campaña en contra del brexit.
Su último mensaje en Twitter fue para enlazar una carta de un veterano de la Segunda Guerra Mundial que pedía: “No abandonéis la Europa por la que luché”. Seguramente hoy se vería reflejada más que nunca en este mensaje. Es lo que ella hubiera querido para Cuillin y Lejla, sus dos pequeños.