Para David Cameron el brexit significa el fin, pero para sus compañeros tories supone una oportunidad de tomar el control de los descabezados Gobierno británico y Partido Conservador.
“El pueblo británico ha decidido claramente tomar un rumbo distinto”, aseveró este viernes el primer ministro, la cara más destacada de la campaña por la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, desde el número 10 de Downing Street. “El país necesita liderazgo fresco para llevarlo en esta dirección (…) Creo que no sería correcto que intentase ser el capitán que dirige a nuestro país a su próximo destino”.
Cameron, que gobierna el país isleño desde 2010, anunciaba así su dimisión como premier a pesar de que la noche anterior docenas de miembros euroescépticos de su partido -incluidos el exalcalde de Londres Boris Johnson y el titular de Justicia, Michael Gove- lo habían animado por carta a que permaneciera en el puesto fuera cual fuera el resultado del referéndum.
El líder tory espera tener un sucesor para cuando se celebre el congreso de su formación política en octubre y mantendrá las riendas hasta entonces.
La cuestión es quién puede asumir ahora el control de un país partido por la mitad y un Partido Conservador resquebrajado por las luchas internas. Apenas semanas atrás, se hicieron públicas las intenciones de un grupo de insurgentes tories de impulsar una moción de confianza contra Cameron tras el plebiscito.
Los interesados en suceder al líder saliente tendrán que pedir a un comité de parlamentarios conservadores que se incluyan sus nombres en la contienda, con lo que los candidatos podrían conocerse en los próximos días, informa la prensa británica. Después los diputados de la formación elegirán a dos contendientes de entre los interesados. Por último, las bases escogerán al nuevo líder conservador de entre los seleccionados por el partido.
De Boris Johnson a George Osborne, aquí te presentamos a los posibles sucesores de David Cameron.
Boris Johnson, el favorito a liderar el nuevo Reino Unido
Boris Johnson, de 52 años, es sin duda el favorito en convertirse en nuevo líder del Partido Conservador por el fuerte carisma entre la gente. Los corredores de apuestas han depositado su confianza en él. Johnson, sin embargo, no cuenta con todo el apoyo de la formación. El Financial Times señala incluso que, por el mecanismo de elección del partido, sus compañeros de filas podrían bloquear su ascenso.
En el último debate televisado antes del referéndum fue el más aplaudido de los seis panelistas. Se hizo muy popular como alcalde de Londres y por ser el alcalde olímpico. No se presentó a la reelección el pasado mes de mayo porque tenía otras aspiraciones políticas que muchos creen que son las de ser primer ministro.
Experto en Churchill, escribió su biografía, casado y con seis hijos. Muchos lo ven como alguien anti-establishment aunque no sea así, pero es como lo perciben.
Algunos dicen que es un ‘payaso’, otros que es un brillante político. Ingenioso, extravagante y controvertido, no deja indiferente a nadie. Famoso por sus mordaces y polémicas columnas de prensa y por su verbo ágil cuando ejercía de periodista. Sus apariciones en televisión le han convertido en algo así como una celebridad. Su peculiar físico le ha ayudado. Tiene la piel albina, el cabello rubio, los ojos claros, tiene el cuerpo grande y camina como desgarbado. Boris Johnson es uno de esos políticos cuya figura le sobrepasa.
La polémica le ha acompañado desde siempre. Y nunca la ha eludido. Tras una brillante carrera universitaria en Oxford, entró como aprendiz de periodista en el diario The Times, pero fue despedido por falsificar unas declaraciones de su padrino. Más tarde rehizo su carrera en el Daily Telegraph como corresponsal en Bruselas, donde estuvo cinco años, hasta que en 1993 se convirtió en columnista de la revisa de centro-derecha The Spectator, de la que más tarde sería el editor.
En el año 2004 inició su carrera política dentro del Partido Conservador como portavoz de cultura y vicepresidente del partido, pero fue despedido por Michael Howard, líder tory entonces, por una relación extramatrimonial con una columnista de The Spectator, no tanto por haber sido infiel a su esposa sino por negar las evidencias que le delataban. En tan sólo seis meses en Westminster consiguió más popularidad que la mayoría de políticos en toda su carrera.
Por aquel entonces, Boris Johnson ya era uno de los personajes más famosos de la televisión, una celebridad, un político muy público y notorio. Incluso llegó a recibir una nominación para los premios Bafta por su rol de presentador.
David Cameron, antiguo amigo suyo de Eton, le recuperó para la política en el año 2005, nombrándolo portavoz de universidades. No sorprendió su designación. De nuevo el lado de brillante político se impuso. La sorpresa llegó cuando lo presentó como candidato conservador a la alcaldía de Londres. “Dentro de Boris hay un político formidable y ambicioso luchando por salir a fuera”, dijo Cameron el día de la presentación. También son famosas sus meteduras de pata, En el 2004, en un editorial de The Spectator, llamó a los habitantes de Liverpool “llorones” por lamentar la muerte del empresario Ken Bigley, decapitado por un grupo terrorista iraquí.
Theresa May, una candidata para unir a los conservadores
“Si Cameron tuviera que dimitir, yo creo que el partido intentaría buscar a alguien del centro para reunificarlo otra vez. Entonces, no Boris y no Gove. Alguien como Theresa May que se sabe euroescéptica pero ha sido leal al Gobierno y no ha tomado una posición muy pública”. Así respondió a EL ESPAÑOL, Robin Niblett, director del think tank británico Chatham House, en un reciente debate sobre el brexit en Madrid.
No es el único que ve a la responsable de Interior del Gobierno de Cameron como la nueva dirigente conservadora. El Guardian considera que muchos tories contrarios al brexit cerrarán filas en torno a May para frenar el auge de Johnson.
Al anunciar de manera temprana su apoyo a la permanencia de Reino Unido en la UE y mantener un perfil bajo durante la campaña, May ha evitado la furia de los conservadores antieuropeos y el peligro de verse asociada con el UKIP, asegura Politico.
May ha estado involucrada en política durante décadas. Entró en el Parlamento británico en 1997 y ha ocupado todo tipo de puestos de poder. Tomó la cartera de Interior, una de las más importantes del país, con la asunción de Cameron en 2010. Para ella, la inmigración -un tema central en el referendo de este jueves- debe ser “reducida”, según afirma su propia biografía.
En el último congreso del Partido Conservador May aseguró que la inmigración está destruyendo puestos de trabajo ingleses, un discurso próximo al de los defensores del brexit.
Michael Gove, el ministro rebelde
El referendo sobre la permanencia de Reino Unido ha enfrentado a lo que la prensa británica describía como dos grandes amigos: Michael Gove, ministro de Justicia, y su premier, David Cameron.
Natural de Escocia, Gove se convirtió en una de las caras más conocidas del euroescepticismo en el bando tory. Cameron ha tenido que soportar los ataques de Gove y Johnson a lo largo de la campaña. Ha sido descrito como la ‘cabeza pensante’ del euroescepticismo británico.
El mes pasado envió una incisiva carta al primer ministro donde ninguneaba sus negociaciones con Bruselas sobre el encaje del Reino Unido en los Veintiocho (ahora camino de Veintisiete) y lo apremiaba a contar la verdad a los electores.
“Se le prometió repetidamente a los votantes en elecciones que la inmigración neta se podía recortar”, rezaba la epístola, según recoge la edición británica del Huffington Post. “Esta promesa es simplemente irrealizable mientras el Reino Unido sea miembro de la UE y el no poder mantenerla es corrosivo para la confianza de la ciudadanía en la política”.
Este jueves, sin embargo, firmó otra carta junto con otros 83 conservadores antieuropeos dando las gracias a Cameron por permitir el referendo y sugiriendo que se quedara independientemente del resultado. De hecho, Gove ha negado que quiera el poder.
Antiguo periodista de la BBC, Gove lleva en su actual cargo desde el año pasado y entró en el Parlamento hace una década.
George Osborne, el europeísta derrotado
El nombre de George Osborne va ligado a la marca bremain, que este viernes es la marca perdedora. Para The Guardian, sus opciones de sustituir a Cameron están virtualmente “destruidas”, un análisis con el que coincide el Independent.
El responsable de Finanzas del Gobierno tory advirtió de las terribles consecuencias que una salida de la Unión Europea podría tener para la economía británica. A menos de dos semanas del referendo afirmó que el brexit traería recortes acompañados de subidas de impuestos.
Los eurófobos lo acusaron junto con el resto del bando del remain de instigar el miedo entre la población para evitar que Gran Bretaña volviera a ser grande.
Osborne entró en el gabinete de Cameron cuando éste tomó el mando del país en 2010. Londinense de nacimiento, estudió en la reputada Universidad de Oxford. Llegó a Westminster como el diputado tory más joven.
Ha estado ligado a Cameron desde tiempo atrás. En 2005, dirigió la campaña del ahora primer ministro saliente para capitanear el Partido Conservador.