Indignación en Nicaragua por la muerte de un bebé que el Gobierno dice que se suicidó
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“Era inocente y lo mataron estos malditos asesinos”, gritaba el pueblo nicaragüense durante el entierro de un bebé de 14 meses. Los familiares culpan directamente al presidente Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo del asesinato de Teyler Lorío Navarrete, una criatura que perdió la vida al recibir un disparo en la cabeza.
"¡Pueblo, únete!", "No quitemos los tranques (bloqueos de vías)" y "¡Que se rinda tu madre!" son las proclamas que todavía se escuchan en las calles de Nicaragua a pesar de la represión y el uso de violencia del Gobierno de Daniel Ortega, que ya se ha cobrado 218 vidas. Las protestas contra el líder del ejecutivo y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por una reforma a la seguridad social, y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario.
La indignación ha crecido ahora en Nicaragua después del asesinato del menor. El Hospital Alemán Nicaragüense, que practicó la autopsia de la criatura, emitió una desconcertante nota con detalles de la muerte del bebé: había indicios de "suicidio". Las reacciones a esta terrible versión de los hechos no se hicieron esperar.
Para el secretario general de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva Sánchez, este documento es “inverosímil y fuera de toda lógica”. La familia del bebe también rechazó el documento: “¿Cómo se les ocurre a los estúpidos del Hospital Alemán que un niño de 14 meses se va a suicidar?”, dijo Edgard Lorío, tío paterno del bebé que además afirma que la familia tiene pruebas en vídeos de que los policías le dispararon al bebé mientras era cargado por sus padres.
Este es el momento en que paramilitares disparan contra la familia del niño Teyler Leonardo Lorío Navarrete, asesinado en Managua este sábado. Video cortesía. https://t.co/sgLPob65GS pic.twitter.com/EGJPUsnDD1
— La Prensa Nicaragua (@laprensa) 23 de junio de 2018
“¡Queremos justicia!" era lo único que se escuchaba en el cementerio Milagro de Dios mientras el ataúd del bebe de 14 meses era depositado en la tumba. “Era un niño que no sabía nada. No tenía culpa de nada”, dijo Claudia Navarrete, tía del bebé. Según el diario local La Prensa, el menor Teyler Lorío Navarrete fue asesinado por la policía y paramilitares en Managua mientras quitaban los tranques de esta zona el sábado. El Movimiento Mundial por la Infancia (MMI) Capítulo Nicaragua, condenó el "uso de la fuerza letal" contra menores de edad, y estableció en 17 el número de muertes infantiles a causa de la represión.
“Rosario, bruja, asesina, asesina. Así también te van a matar a vos”, dijo la abuela paterna de Teyler Lorío entre lágrimas durante el funeral. La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas, afirmó que la administración de Ortega "se ha vuelto contra su propia gente en un ataque cruel, sostenido y letal". Un informe de la organización detalla que la mayoría de las muertes son fruto de tiros certeros en la cabeza, yugular o pecho, disparos que van directamente a matar ejecutados por gente profesional en esto.
Dos estudiantes muertos y otros desaparecidos
Esta no es la única muerte por la que los nicaragüenses piden respuestas. "En la madrugada escuché el tiroteo y bombas explotando en la distancia. Estaban matando. Han fallecido dos estudiantes universitarios y cinco continúan desaparecidos. Queremos saber dónde están", exclamó el párroco de la iglesia de la Divina Misericordia de Managua, Raúl Zamora, con palabras firmes y contundentes, ya que "sabemos que esta vez han sido también ataques de paramilitares y de algunas personas que se han organizado. Por favor, les pedimos, en nombre de Dios que cesen los ataques, que cese la violencia y también las muertes, los secuestros, los heridos", insistió.
Un equipo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegó el domingo a Nicaragua para ayudar al reinicio del diálogo nacional previsto para este lunes para superar la crisis. Ya se ha reunido con la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), que actúa como mediadora en el diálogo nacional entre Daniel Ortega y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia. La presencia, tanto de la CIDH, como de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH) y de la Unión Europea, fue un requisito establecido por la Alianza para reiniciar el diálogo suspendido el pasado lunes por falta del cumplimiento de los acuerdos por parte de Ortega.