Boris Johnson ya es el primer ministro del Reino Unido, en sustitución de la dimisionaria Theresa May. Como marca la tradición, ha sido investido por la reina Isabel II en una breve audiencia en el palacio de Buckingham, en Londres, adonde previamente se desplazó May para comunicar su partida.
En su primer discurso, ante el 10 de Downing Street, que a partir de este miércoles será su residencia, ha dicho con contundencia que la salida de la Unión Europea se producirá "el 31 de octubre" sin importar el "respaldo" ni las "presiones". Asegura que el país "está preparado para cualquier escenario".
"Nadie ha tenido éxito apostando contra el Reino Unido -ha continuado enérgico-. El trabajo comienza ahora, mirando adelante". Para Johnson, cuya tarea primordial es pilotar el brexit, "habrá dificultades si no hay acuerdo con la UE, pero no son las decisiones las que causan problemas, sino la negativa a tomarlas".
Crítico con May
May había tenido minutos antes en ese mismo lugar palabras de aliento y felicitación para su sucesor. No ha sido correspondida: Johnson ha cuestionado a la primera ministra saliente por no lograr en sus tres años al frente una solución, por dilatar la principal crisis abierta. "Nos hemos cansado de esperar, es suficiente", ha proclamado, ofreciéndose como la persona que dará carpetazo al brexit y sus consecuencias.
Pese a que no descarta un brexit duro -tampoco "un nuevo y mejor acuerdo", cree ser capaz de consensuar una nueva asociación con la UE en materias como el comercio o la libre circulación de personas. Patriótico, ha entonado que "el Reino Unido es increíble y más que la suma de sus partes y amado por el mundo".
Entre el personal que ha presenciado su discurso, se encontraba su actual novia, Carrie Symonds, de 31 años, de quien se espera conocer si vivirá con él en Downing Street, con lo que se convertirían en la primera pareja no casada en hacerlo de forma oficial.
En las próximas horas, se espera que Johnson nombre a su gabinete de ministros.