Theresa May ha dicho adiós este miércoles. La primera ministra saliente ha comparecido por última vez en el número 10 de la calle Downing Street para desear suerte al nuevo inquilino, Boris Johnson, y un brexit que beneficie a todo el Reino Unido.
"Ha sido el mayor de los honores", ha dicho May, momentos antes de acudir al Palacio de Buckinham a presentar formalmente su renuncia a la reina Isabel II y recomendarle que pida a Johnson la formación de un nuevo gobierno.
En un discurso de apenas tres minutos, ha querido defender sus tres años de gestión, los más complejos y turbulentos en décadas y monopolizados por la salida de la Unión Europea que se le encomendó y que no ha logrado.
Mensaje a las mujeres
"Repito mis calurosas felicitaciones a Boris por haber ganado la elección del liderazgo. Le deseo a él y al Gobierno que presida buena suerte en los meses y años venideros. Sus éxitos serán los éxitos de nuestro país y espero que sean muchos", ha dicho May, visiblemente emocionada y acompañada por su marido, Philip.
La dirigente tory ha alabado las políticas aplicadas por los gobiernos conservadores en los últimos nueve años y ha resaltado que la economía ha mejorado y también los servicios públicos. "Por supuesto, queda mucho por hacer -ha añadido-. La prioridad inmediata es completar nuestra salida de la Unión Europea en una forma que beneficie a todo el Reino Unido".
También ha tenido un mensaje de apoyo a las mujeres para que se animen a entrar en política al decirles que "no hay límites" sobre lo que pueden "alcanzar".