Salvini aprovecha la crisis del 'Open Arms' para su campaña xenófoba: "Que se vayan a Ibiza"
Inmerso en un proceso de crisis de gobierno del que incluso saldrá reforzado, ha hecho de la intolerancia con los migrantes un eje de su política.
11 agosto, 2019 01:34El fundador de la ONG española Open Arms, Óscar Camps, aseguró este sábado en la isla italiana de Lampedusa (sur) que seguirá salvando vidas en el mar hasta que la Unión Europea (UE) ofrezca vías seguras para los migrantes que huyen de sus países y pidió un puerto seguro para desembarcar a las 160 personas que están a bordo de su barco.
"Las organizaciones humanitarias que estamos en el mar resistiremos y ningún decreto, ni multa, ni código de conducta (en referencia al código de conducta que impuso el Gobierno italiano a las ONG en un intento de frenar su actividad), ni político evitará que protejamos las vidas humanas en el mar", dijo Camps en una rueda de prensa en la que participó el actor estadounidense Richard Gere, quien también criticó la política italiana a cargo de su ministro de Interior, Mateo Salvini.
Salvini, inmerso en un proceso de crisis de gobierno del que incluso parece que saldrá reforzado, ha hecho un eje de su política la intolerancia con los migrantes que se aproximan a territorio italiano desde África. Ante esta situación, Salvini no ha dudado en justificar sus ideas xenófobas e incluso reforzarlas, con medidas como multas a quienes socorran a los náufragos o incluso acusaciones de favorecer la inmigración ilegal. Ese es el motivo esgrimido para la orden no solo de cerrar los puertos italianos a las ONGs sino de impedirles que naveguen en aguas territoriales de Italia, bajo multa de hasta un millón de euros.
Por eso, el barco de Open Arms lleva ya nueve días en aguas internacionales, frente a Lampedusa, a la espera de que les permitan llevar a tierra a los migrantes socorridos en los últimos días en el mar, cuando navegaban en situación de dificultad. En total son 160 migrantes, entre los que hay al menos cuatro menores y tres mujeres embarazadas.
No obstante, pese a esta emergencia, Salvini no dudó en acusar a la organización humanitaria de usar los rescates como "provocación" para llevar a los inmigrantes a Italia y les conminó, vía Twitter a que, ya que es un barco español, a "que se vayan a Ibiza o Formentera".
Richard Gere sulla Open Arms? Spero che si abbronzi e che si trovi bene...
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) August 9, 2019
Visto che la nave è una Ong che batte bandiera spagnola possono far sbarcare i 120 immigrati a Ibiza o Formentera, sbaglio?https://t.co/rPx3S61PVT
Ayuda española
Han sido socorridos por la organización española en tres operaciones distintas, la primera fue el 1 de agosto, cuando auxilió a 55 personas; la segunda el 2 de agosto, a otras 69, aunque un día después fueron evacuadas tres mujeres por motivos de salud; y la última, esta madrugada, cuando salvó a otras 39 personas.
"Esta Europa desmemoriada no permite que estas personas, cuyas vidas corren peligro, puedan utilizar vías seguras (para llegar al continente). Si no tienen vías seguras lo que está haciendo Europa es entregar todas esas vidas al crimen organizado, cuando simplemente podrían utilizar un derecho que tienen", afirmó Camps.
Cargó contra los gobiernos europeos por no ofrecer una solución y lamentó que "muchos políticos, si pudieran, cambiarían el Derecho Marítimo, el Derecho Internacional, en su beneficio político y económico". "Pero como no lo pueden hacer -prosiguió- se inventan códigos de conducta, decretos, y utilizan toda la maquinaria administrativa posible para dificultad que los auténticos activistas hagan cumplir el Derecho Internacional".
En la misma línea se mostró el presidente de Open Arms Italia, Riccardo Gatti, quien criticó la "falta de actuación de la UE" y dijo que si estas personas, en lugar de ser "negras y pobres" fueran turistas salvadas de un crucero ya habrían sido desembarcadas.
Apoyo de Richard Gere
En la rueda de prensa celebrada en Lampedusa también participó Gere, quien el viernes se acercó "de forma espontánea" y sin que nadie le llamara, hasta el barco para llevar provisiones y mostrar su apoyo.
En su intervención, criticó la ley antiinmigración del ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, que impone multas a las ONG que salvan vidas en el mar, y pidió acoger a los migrantes que llegan a Europa y acumulan "historias de mucho sufrimiento".
"No me interesa Salvini, los políticos, en vez de ayudar a estas personas, las demonizan y esto tiene que acabar, puede acabar si lo hacemos nosotros. Mi único interés es ayudar a estas personas, punto", expuso.