Elecciones en otoño o Gobierno de unidad para salvar Italia de la enésima crisis institucional. Tras la dimisión del primer ministro italiano Giuseppe Conte, el país transalpino se enfrenta al final del gobierno número 66 en 74 años. El presidente de la República, Sergio Mattarella, tiene ahora la misión de tomar la iniciativa para deshacer el entuerto político.
Tras aceptar la renuncia de Conte, el jefe del Estado debe de iniciar una ronda de contactos con los partidos políticos. Si Mattarella no encarga a nadie la formación de un nuevo Ejecutivo, los italianos volverán a las urnas este otoño. Es la opción preferida de Matteo Salvini, el hasta hoy omnipresente ministro del Interior que ha monopolizado la coalición entre la Liga Norte y Movimiento 5 estrellas. El experimento ha durado 14 meses.
Las encuestas coinciden en otorgar al líder liguista una mayoría de los votos -aunque innecesaria para gobernar en solitario- y es el propio Salvini el máximo responsable del final precipitado de la coalición. En pleno verano, mientras se dejaba ver bebiendo mojitos por las playas y chiringuitos de la geografía italiana, el político xenófobo dio por roto el Ejecutivo y pidió "plenos poderes" para ser primer ministro. Un órdago que se le puede volver en contra.
"No sabemos qué sucedió entre un mojito y otro. Han abierto una crisis en la playa, y la estamos trayendo al Parlamento porque es el lugar democrático para debatir", declaraba hoy el líder del M5S, Luigi Di Maio, acerca de la gira playera de su hasta ahora socio y compañero del Consejo de Ministros.
Y es que Salvini ha ido dirigiendo la crisis desde la playa, junto al mar, subido a motos acuáticas, bailando y bebiendo mojitos, como ha quedado bien documentado en las fotos y vídeos colgados en sus redes sociales para deleite de sus admiradores.
En contra de los planes del líder de La Liga Norte, la hipótesis que cobra fuerza para desactivar a Salvini es un nuevo gobierno de coalición. En esta ocasión, el Partido Democrático y Movimiento 5 Estrellas sumarían sus fuerzas parlamentarias para evitar una repetición electoral.
Renzi tiene la llave
El PD ya ha mostrado su disposición para explorar esta posibilidad. "Sí a un diálogo con el Cinco Estrellas. Después veremos si se dan las condiciones para dar vida a un Gobierno", afirmó el portavoz del PD en el Senado, Andrea Marcucci.
No todos en el Partido Democrático contemplan esta posibilidad que ha generado división interna. Sin embargo, el exprimer ministro italiano Matteo Renzi parece ser el más favorable a esta coalición. En una entrevista reciente con 'El País', apostó por esta vía para dar estabilidad económica y política al país: "Los números dan para un Gobierno de unidad nacional y yo trabajo para alcanzar ese objetivo. Ahora hay que salvar Italia, ya nos dividiremos después".
En un bronco debate el Senado marcado por los reproches de Conte a Salvini, el ex premier Renzi ha descartado encabezar ese posible gobierno de salvación. El actual secretario del partido de centroizquierda italiano, Nicola Zingaretti, ha defendido en los últimos días que no podrían apoyar un Gobierno con el populista M5E. Sin embargo, la ascendencia que el ex primer ministro aún tiene en ciertos sectores del partido podría cambiarlo todo. Renzi tiene la llave.