Boris Johnson se apunta otra derrota en el Parlamento británico. La Cámara de los Comunes ha rechazado este lunes la proposición para adelantar las elecciones generales al 12 de diciembre. La ley británica establece que Westminster debe autorizar cualquier adelanto electoral con el apoyo de dos tercios de la cámara, esto es 434 síes.
El primer ministro necesitaba en todas las cuentas el apoyo de los laboristas de Jeremy Corbyn, que finalmente han optado por abstenerse. La enmienda ha sido rechazada por 299 síes y 70 noes. "Es la tercera vez que este Parlamento huye de escuchar la voluntad del pueblo", ha lamentado Boris: "Este Parlamento no puede hacer rehén al país".
Lejos de darse por rendido, Boris tiene previsto apoyar una iniciativa de los liberal demócratas para cambiar la ley electoral y permitir que los comicios se adelanten al 9 de diciembre. Este cambio sólo necesitaría ser aprobado por una mayoría simple del Parlamento, algo más factible si a los liberales se suman los conservadores y los nacionalistas escoceses del SNP.
Johnson podría presentar el cambio en la legislación electoral esta misma noche para que este mismo martes los comunes debatan y voten al respecto. Al intentar forzar las elecciones anticipadas a través de un cambio legislativo, el primer ministro podría enfrentarse a otras complicaciones: los diputados pueden presentar enmiendas -como ampliar el derecho a voto a los mayores de 16 años- y retrasar aún más las elecciones.