El Gobierno británico planea aumentar los requisitos de entrada en Reino Unido para así "mejorar la seguridad" del país y "recuperar el control de las fronteras". Las nuevas medidas, que se acercan al Sistema Electrónico de Autorización de Viajes (ESTA) americano, afectarían también a los turistas europeos, que hasta ahora solo necesitaban un carnet identificativo.
El Partido Conservador ha lanzado esta propuesta por la cual, en caso de que ganen las elecciones, todos los turistas que quieran viajar a Reino Unido deberán presentar su pasaporte y rellenar un formulario online. Según explicó el domingo Priti Patel, secretaria de Interior, esto les dará a los funcionarios una "mayor oportunidad de detectar llegadas y bloquear la entrada de aquellos considerados como una amenaza".
Asimismo, todos los visitantes tendrán que declarar también su historial criminal y se espera que en el futuro, también se puedan pedir datos biométricos, como las huellas digitales. El anuncio de este plan para aumentar el control de la inmigración ocurre tres días después del atentado ocurrido el pasado viernes en el Puente de Londres en el que murieron dos personas y otras tres resultaron heridas.
Estas medidas no solo afectarán a turistas, los importadores tendrán que proporcionar información sobre los productos que llegan como parte de un intento de tomar medidas enérgicas contra el contrabando. "Tristemente, cada día entran drogas y armas de fuego desde Europa, alimentando la violencia y la adicción en nuestras calles", justificó Patel.
Nuevo sistema de inmigración
"Cuando las personas votaron para irse en 2016, votaban para recuperar el control de nuestras fronteras. Después del brexit presentaremos un sistema de inmigración basado en puntos al estilo australiano y tomaremos medidas para mejorar la seguridad del Reino Unido", declaró Patel.
"Las consecuencias de la ley de la Unión Europea que limita nuestra capacidad fronteriza me viene a la mente todos los días. Estoy comprometido a hacer todo lo posible para asegurar la frontera". Por ese motivo, Patel afirma que la implantación de estos sistemas electrónicos les permitirá "saber quién y cuántas personas hay en el país, e identificar a las personas que han incumplido los términos de su visado, además de restringir la inmigración ilegal".
Los conservadores aseguran que algunos países de la UE todavía están emitiendo tarjetas de identificación en papel, lo que representaría "un grave riesgo de seguridad". Según la ministra de Interior, cada año se informa que más de 1.000 ciudadanos de fuera de la UE buscan ingresar mediante el uso fraudulento de documentación comunitaria.
Estas medidas para restringir la inmigración se han esbozado a pesar de que en 2019 los datos de inmigración neta en Reino Unido han caído a su nivel más bajo desde el año 2009, según los informes difundidos en febrero por la Oficina Nacional de Estadística del país.