"La música puede cambiar el mundo porque puede cambiar a la gente". La frase de Bono, cantante de U2, se la ha aplicado Arabia Saudí en un intento de lavado de imagen que puede haber conseguido el efecto contrario.
El MDL Beast, festival de música electrónica, tuvo lugar el pasado fin de semana en Riyadh. Entre sus estrellas estaban Steve Aoki y David Guetta. Entre los invitados, nombres de ilustres 'influencers' como los actores Armie Hammer y Ed Westwick o las modelos Joan Smalls y Alessandra Ambrosio.
El objetivo era realizar el mayor evento musical de la región. A muchos de los invitados para mejorar la imagen del país se les ha acusado ahora de colaborar, haciendo propaganda, como el de Arabia Saudí. A cambio de publicar en sus redes sociales, con mensajes que llegaban a sus millones de seguidores, les daban un viaje pagado para disfrutar del festival.
Una de las personas que se negó a participar, la modelo Emily Ratajkowski, justificaba su decisión: "Es muy importante para mí dejar en claro mi apoyo a los derechos de las mujeres, la comunidad LGBTQ, la libertad de expresión y el derecho a una prensa libre. Espero que avanzar en esto atraiga más atención a las injusticias que ocurren allí".
La modelo realizó estas declaraciones a Diet Prada, una cuenta de Instagram centrada en denunciar los problemas de la industria de la moda en cuanto a plagio y apropiación cultural. Según la misma, Arabia Saudí ofreció a estos 'influencers' cantidades de dinero que llegaban a las seis cifras.
Halima Aden, modelo estadounidense pionera en usar el hijab en su trabajo trabajando para una gran marca, era otra de las invitadas. Tanto ella como Ambrosio revelaron que habían recibido dinero por sus publicaciones.
El caso Khashoggi
"¿Has encontrado el cuerpo de Jamal Khashoggi mientras estabas allí?". La pregunta la hacía el periodista Yashar Ali a Armie Hammer, que decía en Instagram que el festival era "realmente especial" y que "se sintió como un cambio cultural".
De hecho, el actor lo comparaba con "Woodstock en la década de 1960". "La evolución social es lenta y lleva tiempo, pero de lo que pude ser parte me sentí como una semilla gigante de crecimiento. Las personas que se lancen a la experiencia liderarán una revolución cultural que todos debemos respaldar y apoyar", decía en su publicación.
El festival ha tenido lugar poco más de un año después del asesinato de Khashoggi, periodista saudí crítico con el régimen. La propia CIA ha acusado a Mohamed bin Salmán, príncipe heredero, fue el que ordenó el asesinato.
Su caso ha afectado severamente al Gobierno saudí y su imagen en el exterior. Y sigue vigente. Este mismo lunes cinco personas han sido condenados a muerte por el asesinato.
Cambio de imagen
Este festival forma parte de una serie de medias tomadas por el régimen saudí para intentar influenciar a la opinión pública y afectar a la visión que se tiene del país en el resto del mundo.
A finales del pasado septiembre, abrió sus puertas a los turistas extranjeros con un renovado régimen de visas destinado a 49 países. Lo hacía junto a una petición a las compañías extranjeras para que invirtieran inviertan en un sector en el que esperaban un importante crecimiento.
Con la nueva normativa, las abayas dejaron de ser obligatorias para las mujeres turistas, aunque se seguía requiriendo un vestido modesto. Las visas pasaron a estar disponibles de manera 'online', sin restricciones para las mujeres no acompañadas como pasaba anteriormente.
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