Ucrania y los separatistas prorrusos iniciaron hoy el primer canje de prisioneros de guerra desde 2017, intercambio que tiene lugar en la línea de separación de fuerzas entre el Ejército ucraniano y las milicias de la autoproclamada república popular de Donetsk.
"Según datos preliminares, hoy serán liberados 80 de nuestros chicos. Mis representantes me han confirmado que al lugar del canje han llegado ya tres autobuses con nuestros compatriotas", informó Liudmila Denísova, defensora del pueblo ucraniano, en Facebook.
El canje tiene lugar en el puesto de control de Mayorsk, que conecta la zona de Donetsk controlada por los separatistas con el territorio bajo control del Ejército ucraniano.
Los autobuses con los prisioneros entregados por la autoproclamada república popular de Lugansk fueron los primeros en llegar al lugar del canje, donde se encuentran representantes de la Cruz Roja y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
"Los representantes de Lugansk ya llegaron a territorio ucraniano. Si a ellos les va todo bien, entonces los próximos en canjear seremos nosotros", explicó Daria Morózova, defensora del pueblo de los separatistas de Donetsk, a la prensa rusa.
En principio, los separatistas de Donetsk se disponen a entregar a Kiev 55 personas -el resto serían de Lugansk- a cambio de 87 prisioneros, pero estas cifras no son definitivas y están a la espera de una verificación de última hora.
Morózova matizó que, al igual que ocurriera hace dos años, existe la posibilidad de que algunos de los prisioneros incluidos en la lista se nieguen a ser liberados o a abandonar el territorio en el que se encuentran.
Y estimó en 160 los prisioneros que la república popular de Donetsk reclamará en futuros canjes a las autoridades ucranianas.
El anterior intercambio incluyó a 300 personas
Según la prensa ucraniana y rusa, podrían beneficiarse del canje cinco miembros de las fuerzas antidisturbios conocidas como Berkut implicados en la muerte de más de un centenar de personas en la revolución del Euromaidán de febrero de 2014.
Las familias de las víctimas escribieron una carta abierta dirigida al presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, en la que le advirtieron que dichos policías antidisturbios no tienen nada que ver con la guerra en el Donbás y que su liberación podría desencadenar una nueva ola de protestas antigubernamentales.
El anterior canje entre ambos bandos tuvo lugar en diciembre de 2017, incluyó a más de 300 personas y fue considerado el mayor intercambio desde el estallido del conflicto en 2014.
Este asunto fue tratado en numerosas ocasiones en las negociaciones en Minsk, pero no fue desbloqueado hasta la reciente cumbre de París en la que se reunieron por vez primera Zelenski y el presidente ruso, Vladímir Putin.
Entonces, en presencia del presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, se acordó el canje de todos los prisioneros antes de que acabara el año.
En París también se acordó replegar las tropas de ambos bandos en otras tres localidades de la línea de separación de fuerzas en el Donbás.