La diosa Ganga se personificó en agua según la mitología india. Así, el río Ganges es usado para purificar los pecados de la humanidad mediante un baño. No por nada anteriormente era conocido como "el río blanco". Una nomenclatura que contradice su estado actual: plagado de bacterias ante las cuales ni los antibióticos logran actuar.
Se trata de una auténtica fuente de patógenos muy agresivos provocadas por la acción humana. Concretamente, de sus intestinos. El desarrollo de estas bacterias causa enfermedades a los habitantes y a los turistas.
El Ganges, considerado sagrado, es un río cristalino en su nacimiento en lo alto del Himalaya. Su camino de 2.525 serpenteantes kilómetros de longitud, desde esa zona helada hasta el norte y el este del la India, lo transforma debido a la contaminación provocada por los humanos. Algo a lo que se suman los desechos animales, fertilizantes o los productos industriales.
Valor religioso
También, el hecho de que millones de personas sean incineradas en las orillas del río y las cenizas de los fallecidos que son sumergidas allí.
Es por ello que choca que sea una fuente vital de agua para cientos de millones de personas. La usan para beber, bañarse o para la agricultura.
Usos prácticos que se combinan con las creencias religiosas. En las orilla del río se celebran habitualmente actos religiosos. Incluso se cree que beber su agua trae buena suerte, algo que hacen pese a las bacterias que contiene.
Y van más allá: un chapuzón puede absolver toda una vida de pecados. Así ocurre en ciudades tan sagradas y antiguas como Varanasi.
Posibles soluciones
Antes incluso de alcanzar las ciudades los desechos industriales y las aguas residuales se vierten de los desagües, volviendo el río rojo en algunas zonas.
La gravedad del problema es estudiada por universidades de la zona. Toman muestras desde Gangotri hasta el mar y realizan tests para buscar posibles soluciones. La Junta Central de Control de la Contaminación dispuso estaciones de monitoreo a lo largo del río que miden distintos factores de contaminación.
La importancia del Ganges provocó que el Gobierno del país prometiera en 2015 casi tres mil millones de dólares en fondos para una limpieza que debía culminar en 2020. Un proyecto que no ha seguido los pasos previstos: solo una décima parte de los fondos se ha usado hasta el momento.