Los abogados del presidente estadounidense, Donald Trump, tomaron su turno hoy con una defensa categórica del mandatario y un ataque frontal a los demócratas por usar el "impeachment" (juicio político) como un "juego" partidista "peligroso" para "revertir" el resultado electoral de 2016.
"El 'impeachment' no debería ser un juego, (los demócratas) deberían ofrecer hechos", aseguró el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, poco antes de cerrar la intervención y calificar el proceso como "muy peligroso".
Cipollone insistió en que lo que se les pide a los senadores no solo "es revertir el resultado de las elecciones pasadas", al advertir que buscan también evitar que el presidente concurra a las elecciones de 2020.
"(Los demócratas) están aquí para perpetrar la mayor interferencia en unas elecciones en toda la historia de EEUU", subrayó.
En la primer jornada de la defensa de Trump, los abogados delinearon los ejes de su argumentación en una intervención de algo más de dos horas en los que rebatieron los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso.
La brevedad de los abogados de Trump en su primera jornada contrastó con la prolongada exposición de los "fiscales" demócratas, liderados por el congresista Adam Schiff, quienes hablaron por ocho horas en las tres sesiones previas.
El propio mandatario comentó el inicio de la jornada de su defensa con un mensaje en Twitter en el que burló de las principales figuras del liderazgo demócrata.
"Nuestros argumentos contra el mentiroso, falso y pequeño Adam Schiff, el llorica de Chuck Schumer, la nerviosa Nancy Pelosi, su líder, la tonta como una piedra Alexandria Ocasio-Cortez y toda la Izquierda Radical y el partido Demócrata que no hace nada comienza esta mañana", escribió el mandatario.
"Agujeros en los testimonios"
Precisamente minutos después del cierre de la jornada, Schumer, el líder de la minoría demócrata en el Senado, señaló que no consideraba que la defensa del mandatario hubiese hecho "un gran trabajo" ya que - a su juicio - "hay agujeros enormes en su testimonio".
Tras el descanso del domingo, el juicio político contra el mandatario se retomará el lunes a mediodía.
Entonces comparecerán las estrellas de la defensa del mandatario: los abogados Kenneth Starr y Robert Ray, que en la década de 1990 acapararon la atención del país por su papel como fiscales especiales e independientes que con su investigación lograron poner contra las cuerdas a Clinton (1993-2001).
Estarán acompañados, también, por Alan Dershowitz, un polémico profesor retirado de Derecho Constitucional que cuenta entre sus antiguos clientes a la exestrella del fútbol americano OJ Simpson o el malogrado Jeffrey Epstein, muerto el pasado año en extrañas circunstancias en su celda cuando espera ser procesado por pedofilia.
Pese a la expectación generada, la destitución de Trump es un escenario muy poco probable en estos momentos ya que los republicanos, que se han mostrado fieles al mandatario y sin fisuras, gozan de mayoría absoluta en una Cámara Alta que requiere de dos tercios para declararle culpable.
El juicio político se basa en el cargo de abuso de poder y también en el de obstrucción al Congreso, ambos relacionados con las presiones de Trump a Kiev para que investigara por presunta corrupción a uno de sus posibles rivales en las elecciones de 2020, el exvicepresidente Joe Biden.
Según la oposición demócrata, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y también la programación de una reunión con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a su exigencia de que Kiev anunciara que planeaba investigar a Biden.