Venezuela celebra este domingo elecciones para renovar su unicameral Parlamento, el único órgano que controla la oposición, cuyas figuras históricas rechazan la votación. El grito contra el "fraude electoral" se ha dejado oír en Madrid, donde Leopoldo López y Lilian Tintori han encabezado una concentración contra la consulta.
Unos 20,7 millones de venezolanos están llamados a participar en unas elecciones en la que 14.400 aspirantes compiten por 277 escaños. Varias decenas de ellos, desde Madrid, se han concentrado en el centro de la capital de España, donde desde finales de octubre reside el líder opositor Leopoldo López.
Ante los asistentes, ha clamado contra el "fraude electoral" que se está cometiendo este domingo en Venezuela, que "no es el primero", ha dicho. "Como hacía la mafia, así es como actúa la dictadura de Nicolás Maduro".
Asistentes a la caminata de apoyo de los venezolanos en Madrid a la consulta popular en Venezuela.
Al igual que han hecho otros dirigentes de la oposición venezolana, ha pedido a la comunidad internacional que aumente la presión contra Maduro para que se celebren elecciones "libres".
"Desde la oposición democrática seguimos comprometidos con la búsqueda de una solución que permita a los venezolanos decidir su futuro, pero esto no será posible a menos que la comunidad internacional aumente la presión sobre la dictadura y sus colaboradores", dijo en un comunicado Julio Borges, representante de Guaidó para las Relaciones Exteriores.
Los comicios que se celebran este domingo son cuestionados por la falta de transparencia que ha denunciado la oposición que representa Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países.
Su formación, Voluntad Popular, no participa en las elecciones, entre otras cuestiones, la intervención que hizo el TSJ a algunos partidos políticos. Concretamente, el Supremo puso al frente de estos partidos a antiguos militantes que habían sido expulsados de las organizaciones por estar relacionados, supuestamente, con actos de corrupción.
De esta manera, los partidos intervenidos, con sus nombres, colores y símbolos, sí estarán en la tarjeta electoral pero no bajo el liderazgo de aquellos políticos que fueron elegidos por la militancia, sino de los impuestos por el TSJ.