EEUU ha cumplido con la advertencia que lanzó hace unas horas su presidente, Joe Biden, y este sábado ha lanzado la primera operación contra el presunto planificador del atentado suicida contra el aeropuerto de Kabul que causó el pasado jueves decenas de muertos -entre ellos 13 soldados estadounidenses-. El ataque se habría realizado con un dron y habría acabado con la vida de dos supuestos miembros del Estado Islámico (ISIS-K) "de alto perfil" y herido a otro, según ha informado el subdirector de Logística del Estado Mayor, el general Hank Taylor, en una rueda de prensa.
Hasta ahora, el Pentágono había informado solo de la muerte de un supuesto miembro del ISIS-K en la ofensiva estadounidense en represalia por el atentado del jueves en el aeropuerto de Kabul, que fue reivindicado por ese mismo grupo terrorista y que dejó decenas de muertos, incluidos 13 soldados estadounidenses.
Taylor ha explicado que hubo "cero víctimas civiles" y afirmó que Washington continuará realizando operaciones contra los terroristas del ISIS-K "según sea necesario". Asimismo, ha detallado que los supuestos terroristas ejecutados desempeñaban los papeles de "facilitadores" y "planificadores" del ISIS-K, aunque ha rechazado precisar si participaron de alguna forma en la organización del ataque contra el aeropuerto de Kabul o qué funciones específicas desempeñaban.
En la misma rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, ha rechazado también valorar cómo la pérdida de esos dos individuos puede impactar la capacidad del ISIS-K para planificar ataques.
"El hecho de que estos dos individuos ya no estén andando sobre la faz de la tierra, eso es algo bueno. Es algo bueno para la gente de Afganistán, es algo bueno para nuestras tropas y para nuestras fuerzas en el aeropuerto", se limitó a decir Kirby
Preguntado al respecto, el portavoz indicó que Washington "no" compartió información con los talibanes sobre el ataque.
Según informó anoche el Pentágono, la operación se produjo en la provincia de Nangarhar, un terreno montañoso en el este de Afganistán que es muy difícil de controlar y que ha servido de bastión al grupo terrorista desde su aparición en Afganistán en 2015.
El ataque de EEUU se produjo 24 horas después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, prometiera venganza contra el ISIS-K y revelara que había ordenado a sus comandantes desarrollar planes para golpear objetivos del grupo terrorista en Afganistán, a sus líderes y sus bases.
El número de víctimas del atentado del jueves en Kabul asciende a, al menos, 170 personas fallecidas y 150 heridas, según indicaron a Efe en Kabul fuentes próximas a los talibanes; mientras el Pentágono ha informado de la muerte de 13 soldados estadounidenses y de 18 heridos.
La filial del ISIS-K que se hizo responsable del ataque es conocida como Estado Islámico de Jorasán (como los yihadistas se refieren a Afganistán) fue creada en 2015 y es enemiga acérrima tanto de EEUU como de los talibanes.
Amenazas creíbles
Este primer ataque de EEUU se produce tan solo unas horas después de que el Pentágono difundiera otra alerta sobre la posibilidad de un nuevo ataque contra el aeropuerto de Kabul.
El país permanecía este viernes en máxima alerta debido a que posee información sobre "amenazas creíbles" contra sus tropas en Afganistán, aunque seguirá adelante con sus planes para culminar la evacuación y la retirada de sus soldados de ese país para el 31 de agosto.
El presidente estadounidense, Joe Biden, fue informado en una reunión con su equipo de seguridad nacional de que los últimos días de los militares de EEUU en Afganistán podrían ser los "más peligrosos hasta la fecha", después del ataque del jueves contra el aeropuerto de Kabul, reivindicado por el grupo terrorista.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, explicó en un comunicado que una de las razones de ese peligro creciente no es solo la amenaza de la rama del ISIS-K en Afganistán, sino el hecho de que el Pentágono va a comenzar a sacar sus materiales y personal para cumplir con la fecha límite del 31 de agosto, fijada por Biden.
Pese a estas amenazas, el presidente se comprometió a continuar con la evacuación y la retirada, de acuerdo a lo previsto, en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, al comienzo de una reunión con el primer ministro israelí, Naftali Benet.
"La misión a desempeñan es peligrosa y ahora se ha producido una pérdida significativa de personal estadounidense, pero es una misión que merece la pena, porque siguen evacuando a la gente fuera de la región, fuera del aeropuerto", manifestó el mandatario. Y, haciendo una pausa, dijo con mayor énfasis: "Completaremos la misión".
Desde el Pentágono, el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, destacó que "todavía creemos que hay amenazas creíbles. De hecho, diría que son amenazas específicas creíbles y queremos asegurarnos que estamos preparados para ello", subrayó Kirby. El jueves, el Pentágono ya avisó de la posibilidad de un nuevo atentado con cohetes, con un coche bomba o a través de un suicida con un cinturón de explosivos.
EEUU retira a sus tropas
Este fin de semana EEUU ha comenzado a retirar a los 5.000 militares desplegados en Afganistán para proteger el aeropuerto de Kabul.
"Hemos empezado a un movimiento retrógrado", dijo el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, en respuesta a la pregunta de una periodista durante una rueda de prensa.
Kirby rechazó ofrecer detalles exactos sobre el número de soldados que quedan en el aeródromo.
La fecha límite marcada por los talibanes para que EEUU y el resto de países abandonen por completo el país, en concreto el aeropuerto, es el 31 de agosto. "Habrá consecuencias, es una línea roja", afirmó en una entrevista con Sky News Suhail Shahin, uno de los portavoces de los integristas que ahora controlan Afganistán. "Si EEUU y Reino Unido buscan más tiempo para continuar con las evacuaciones, la respuesta es no", recalcó el portavoz talibán.
El Pentágono también afirmó este sábado que tiene información sobre "amenazas muy reales" y "muy dinámicas" contra las tropas estadounidenses que permanecen en el aeropuerto de Kabul, donde el jueves se produjo un atentado terrorista con decenas de muertos, incluidos 13 soldados estadounidenses.
"Las amenazas a nuestras tropas son aún muy reales y muy dinámicas", afirmó el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, en una rueda de prensa.
Kirby dijo que el Pentágono está "monitoreando en tiempo real" esas amenazas.