La cuenta atrás se ha puesto en marcha en Afganistán a 48 horas de que cumpla el plazo establecido por EEUU para finalizar las evacuaciones: el 31 de agosto. Mientras los talibanes siguen extendiendo su control en el país y se preparan para formar gobierno, EEUU ha comenzado a retirar a los 5.000 militares desplegados en el país para proteger el aeropuerto de Kabul tras recibir "amenazas muy reales" que, según el presidente, Joe Biden, podrían materializarse en un nuevo ataque.
EEUU permanece desde hace días en alerta máxima, después de que el Pentágono asegurara que tiene información sobre "amenazas muy reales" contra las tropas estadounidenses que protegen el aeropuerto de Kabul.
Ha sido Biden quien ha asegurado a última hora de este sábado que esas amenazas podrían hacerse realidad en las próximas horas con un nuevo ataque, según las informaciones que ha recibido por parte de su Ejército: "La situación sobre el terreno sigue siendo extremadamente peligrosa y la amenaza de ataques terroristas en el aeropuerto sigue siendo alta. Nuestros comandantes me han informado de que un ataque es altamente probable en las próximas 24 a 36 horas", ha señalado en un comunicado.
Los vuelos que salen del aeropuerto internacional de Kabul son ya las últimas evacuaciones coordinadas por las fuerzas estadounidenses y los aliados de la coalición para sacar del país a miles de personas consideradas de riesgo ante la formación de un gobierno de los fundamentalistas.
El presidente estadounidense fue informado esta semana durante una reunión con su equipo de seguridad nacional de que los últimos días de los militares de EEUU en Afganistán podrían ser los "más peligrosos hasta la fecha", y las alarmas continúan encendidas.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, explicó en un comunicado que una de las razones de ese peligro creciente no es solo la amenaza de la rama del ISIS-K en Afganistán, sino el hecho de que el Pentágono comenzaría a sacar sus materiales y personal para cumplir con la fecha límite del 31 de agosto, fijada por Biden.
Ataque con dron al ISIS-K
Todavía dentro del plazo, los estadounidenses han confirmado este sábado un ataque con dron sobre Afganistán que ha acabado con la vida de dos supuestos miembros del Estado Islámico (ISIS-K) "de alto perfil". La ofensiva se ha llevado a cabo en represalia por el atentado del jueves en el aeropuerto de Kabul, que fue reivindicado por ese mismo grupo terrorista y que dejó decenas de muertos, incluidos 13 soldados estadounidenses.
El subdirector de Logística del Estado Mayor, el general Hank Taylor, ha asegurado que ha habido "cero víctimas civiles" y ha reconocido que Washington continuará realizando operaciones contra los terroristas del ISIS-K "según sea necesario".
Asimismo, ha detallado que los supuestos terroristas ejecutados desempeñaban los papeles de "facilitadores" y "planificadores" del ISIS-K, aunque ha rechazado precisar si participaron de alguna forma en la organización del ataque contra el aeropuerto de Kabul o qué funciones específicas desempeñaban.
Los talibanes de momento no han hecho comentarios sobre la operación de los estadounidenses, aunque el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, aseguró que Washington "no" compartió información con los talibanes sobre el ataque.
Tampoco se ha precisado desde dónde se lanzó el ataque de los estadounidenses, que abandonaron ya todas sus bases en el país, y que solo mantienen presencia en el área militar del aeródromo de Kabul.
"Cada día es peor"
La ministra de Defensa española, Margarita Robles, ha asegurado este sábado que los militares desplegados en Kabul para apoyar las labores de evacuación intentaron sacar el mayor número de personas del país "hasta el final, hasta cinco minutos antes del atentado" que el pasado jueves causó decenas de muertos -entre ellos 13 soldados estadounidenses- y cientos de heridos.
"Pero no dependía de nosotros, nosotros no controlábamos el aeropuerto", ha justificado la ministra en su visita a la base de Torrejón de Ardoz, donde ha narrado cómo ese mismo jueves los estadounidenses iban cerrando las puertas y poniendo vehículos blindados en las puertas del aeródromo para que la gente no pasara.
Robles ha asegurado que, ahora, el compromiso del Ejecutivo pasa por seguir trabajando en el marco de la OTAN "para intentar que salga otras personas o, al menos, que se respeten en el país los Derechos Humanos".
"España no se va a poner de perfil ante este drama", ha asegurado, haciendo hincapié especialmente en la situación en la que quedan las mujeres y los niños tras la toma de los talibanes y la imposición del nuevo régimen.
En ese sentido, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin, ha agradecido públicamente a España su ayuda en la evacuación de personal americano de Afganistán en un mensaje publicado en su perfil de Twitter en el que mostraba su agradecimiento "a los hombres y mujeres del Ministerio de Defensa español" por esa misión de rescate, en la que, subrayaba, "es de vital importancia la colaboración de países amigos como el nuestro".
La retirada
Estados Unidos tomó el control del área militar del aeródromo el pasado 16 de agosto, un día después de la victoria de los talibanes y su ascensión al poder, en un aparente pacto de no agresión que ha permitido las evacuaciones pero que está a punto de concluir.
Fuentes de los talibanes aseguraron a Efe que sus fuerzas han comenzado a tomar el control de la zona militar del aeropuerto, que ya ha sido cedida por los estadounidenses.
Las fuerzas especiales talibanes "Victorious Force" están tomando el control de la parte militar del aeropuerto de Kabul, según confirmó Bilal Karimi, un portavoz de los talibanes. "Algunas partes (del aeropuerto militar) fueron evacuadas (por las tropas extranjeras) y nuestras fuerzas se hicieron con el control de ellas", indicó.
Fuentes del movimiento islamista, citadas por el canal de noticias afgano Tolo, indicaron también que las fuerzas estadounidenses han dejado tres de las entradas del aeropuerto de Kabul, que ahora están bajo el control de las fuerzas de los talibanes.
A pocas horas para que se cumple el plazo, en los vuelos de este sábado estaban los últimos grupos que conseguirán abandonar Afganistán antes de que se forme el gobierno talibán.
"Aterrizado en Roma con mi equipo de la OTAN y los afganos en riesgo. Unido con todos los aliados para un tremendo esfuerzo de evacuación. Continuaré mi trabajo desde fuera de Afganistán para llevar a otros a un lugar seguro", escribió en un mensaje en Twitter.
El gobierno talibán
Entretanto, casi dos semanas después de la toma de Kabul, los talibanes continúan trabajando en la conformación de su gobierno, un movimiento clave para la nueva etapa del país y la respuesta de la comunidad internacional.
En una declaración en vídeo, Mohammad Abbas Stanikzai, miembro del equipo de negociación de los talibanes, aseguraba que los líderes de los políticos afganos y talibanes están tratando de formar un sistema inclusivo, que represente a todos los grupos étnicos.
"Todas las personas estarán incluidas en el nuevo sistema. Se están llevando a cabo conversaciones con todos los políticos", aseguró Stanikzai.
Los talibanes anunciaron también nuevas medidas para tomar el control del país, y su principal portavoz Zabihulla Mujahid, dio un plazo de una semana a todas las personas que tienen bienes y armas del servicio público, para que las entreguen a los representantes del movimiento.
"Los infractores será tratados de acuerdo con la ley y los bienes y equipos públicos serán retomados a la fuerza, si no los devuelven voluntariamente", agregó en un comunicado que no precisa si esto va dirigido también a los funcionarios públicos y miembros de las fuerzas del depuesto gobierno.
Durante la ofensiva talibán con la que los insurgentes conquistaron el poder, se estima que una gran cantidad de equipos militares, incluidos vehículos, armas y pistolas, fueron saqueados por civiles después de que los funcionarios públicos abandonaron sus puestos.