La reunión entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Boris Johnson, que intentaba acercar posturas en el conflicto por las licencias de pesca terminó en desacuerdo y sin soluciones pactadas entre ambos.
El encuentro que ambos gobernantes han mantenido al margen de la cumbre del G20 que se está celebrado en Roma buscaba encontrar puntos comunes y desbloquear el conflicto pesquero entre ambas naciones: París amenaza a Londres con medidas de represalia a partir del próximo martes si no concede las licencias de pesca convenidas en el acuerdo del Brexit.
En menos de 48 horas, el 2 de noviembre, entran en vigor dichas medidas anunciadas por el Gobierno francés contra el sector pesquero británico tras no recibir todas las licencias de pesca en aguas británicas a las que afirma tener derecho por el acuerdo del Brexit.
En el lado francés, el Elíseo se mostró conciliador tras la reunión, y fuentes de la presidencia gala señalaron que había voluntad de una "desescalada". "Los dos dirigentes acordaron que se mantengan discusiones en las próximas horas y los próximos días sobre las licencias de pesca", señaló una declaración del Elíseo.
Macron señaló "su voluntad de continuar el diálogo sobre unas bases de exigencia, seriedad y respeto", añadió la declaración francesa. También insistió en que es "necesario" que Londres "respete los compromisos" asumidos con la Unión Europea (UE) dentro del acuerdo del Brexit.
Sin embargo, ese aparente espíritu conciliador de la reunión quedó pronto en entredicho cuando un portavoz de Downing Street aseguró que Johnson había urgido a Macron a retirar sus "amenazas" y le había mostrado su "profunda preocupación por la retórica que emana del Gobierno francés en los últimos días".
Fuentes francesas indicaron que esas diferentes lecturas muestran "una diferencia de espíritu", ya que "nosotros hacemos una lectura comprometida" a favor del respecto de los acuerdos firmados.
"La pelota está en campo británico"
El presidente francés afirmó este domingo que "la pelota está en el campo británico" para intentar desactivar el conflicto sobre las licencias de pesca entre Londres y París.
Macron señaló, en una conferencia de prensa tras la cumbre del G20 de Roma, que su equipo ha enviado al del primer ministro británico, Boris Johnson, un documento con una propuesta de método para continuar las negociaciones destinadas a intentar lograr un acuerdo "en las próximas semanas".
"Ahora la pelota está en su campo. Si los británicos no hacen ningún movimiento de manera evidente, las medidas (de represalia) que están previstas a partir del 2 de noviembre entrarán en vigor", advirtió.
Aseguró que "lamentaría" llegar a esas medidas, "pero no podemos dejar de defender a nuestros pescadores".
Dijo que "no quiero ninguna escalada, pero tengo que ser serio. Hace diez meses que discutimos y no se han concedido las licencias".
La economía local, en ciernes
Francia ha advertido de que, tras diez meses de negociaciones sin recibir todas las licencias, a partir del 2 de noviembre se prohibirá a los pesqueros británicos la práctica habitual de descargar sus capturas en puertos franceses, así como controles sistemáticos de los productos pesqueros británicos que lleguen al país.
Los buques más afectados son los de la zona del Canal de La Mancha, especialmente en el puerto de Boulogne sur Mer, que faenaban en la zona entre 6 y 12 millas de la costa del sur de Inglaterra, explicó a EFE el presidente del consejo departamental de La Mancha (Normandía), Jean Morin.
A pesar del enorme alcance político de la disputa, su impacto económico es mínimo. Y, en el Reino Unido, las cifras son similares, ya que la pesca y sus actividades relacionadas suponen también en torno a un 0,05 % de su PIB.
Aún así, la actividad pesquera es importante en la economía local de algunas ciudades costeras de Francia (como Boulogne sur Mer, Lorient o San Juan de Luz). Pero este conflicto pesquero parece tener un importante componente político, ya que se produce en medio de un empeoramiento de la relación bilateral entre Londres y París.