El G7 lanzó este domingo una rotunda advertencia a Rusia al avisar de que sufrirá "enormes consecuencias y un alto coste" si efectúa cualquier agresión militar contra Ucrania.
En una declaración formal tras reunirse este fin de semana en Liverpool (norte de Inglaterra), los ministros de Exteriores de las democracias más desarrolladas del mundo aseguran que están unidos en su condena a la acumulación de tropas rusas junto a la frontera con Ucrania e instan a Moscú a "desescalar" la situación.
"Rusia no debería tener ninguna duda de que una nueva agresión militar contra Ucrania tendría consecuencias enormes y un alto coste como respuesta", señalaron los miembros del G7 (Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Estados Unidos, Japón y Canadá, más la Unión Europea).
Las democracias más desarrolladas del mundo están listas para imponer sanciones "significativas" y "disuasorias" contra Rusia si ese país realiza cualquier incursión militar en territorio de la vecina Ucrania.
El castigo que el G7 pretende imponer a Moscú si trata de invadir el país vecino sería "diferente" a otras sanciones aprobadas anteriormente y "significativo tanto política como económicamente", según fuentes diplomáticas.
Las potencias occidentales negocian sobre cuáles serían esas represalias, que no serán reveladas de ningún modo antes de una posible ofensiva, pues "las sanciones funcionan mejor si quienes las van a sufrir no saben cuáles son ni en que consistirán", de acuerdo con las mismas fuentes.
En la mente de todos está la paralización de un proyecto clave: el gasoducto ruso Nord Stream 2, que aún no ha comenzado a operar y que tiene como objetivo transportar gas de Rusia a Alemania.
Ese castigo, por el que aboga el presidente estadounidense, Joe Biden, sería un golpe duro para Moscú, pero al mismo tiempo también penalizaría a la economía europea.
Pese a todo, las fuentes subrayaron que hay una verdadera convergencia dentro del G7 sobre la necesidad de que las sanciones sean lo suficientemente contundentes para tener efecto sobre el presidente ruso, Vladímir Putin.
"No se ha descartado ninguna opción sobre la mesa", agregaron.
De modo más general, los países del grupo consideran que en el mundo hoy no puede permitirse que haya amenazas externas sobre las fronteras de ningún país ni que fuerzas exteriores obliguen a un gobierno a adoptar un camino en particular.
La preocupación del G7 por la crisis en Ucrania se verá reflejada en un comunicado conjunto que se difundirá por separado de la declaración oficial de la reunión, para que no quede diluido entre otras cuestiones.
Antes de comenzar la reunión, los jefes de la diplomacia británica, Liz Truss, y estadounidense, Antony Blinken, mantuvieron un encuentro bilateral en el que reiteraron las "graves consecuencias" que acarrearía una eventual incursión de tropas rusas.
"Ambos dijeron que cualquier incursión por Rusia sería un error estratégico para el que habría serias consecuencias", señaló un portavoz del Ministerio británico de Exteriores.