El presidente francés, Emmanuel Macron, asegura haber logrado avances hacia una desescalada en la crisis ucraniana durante su misión para evitar una guerra. Sin embargo, desde el Kremlin no se muestran tan optimistas como en el Elíseo.
"Las conversaciones que he tenido nos han permitido lograr ciertos avances para la seguridad y estabilidad de la región", dijo Macron durante una rueda de prensa conjunta en Kiev con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.
Macron llegó a Kiev directamente desde el Kremlin, donde dice haber arrancado al presidente ruso, Vladímir Putin, la promesa de que Moscú no tomará nuevas medidas de escalada militar en la frontera con el país vecino.
Mientras Putin no ha pronunciado ni una sola vez la palabra desescalada, su portavoz, Dmitri Peskov, lo único que ha reconocido es que "es muy necesaria, ya que la tensión aumenta con cada día que pasa".
"Los países occidentales envían tropas a Ucrania, envían aviones cargados de armas, envían equipos militares. Esto, desde luego, provoca nuevas espirales de tensión", subrayó.
A su vez, negó cualquier clase de acuerdo sobre Ucrania con Macron, como informaron algunos medios, algo que consideró "imposible", ya que, aunque Francia ostenta la presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea, no lidera la OTAN.
Con respecto a las maniobras militares conjuntas con Bielorrusia, que arrancarán el jueves y han despertado la alerta de la Alianza Atlántica, recordó que "nunca" nadie dijo que las tropas rusas permanecerían en la antigua república soviética vecina de Polonia.
"Naturalmente, cuando concluyan sus ejercicios volverán a sus lugares de emplazamiento permanente", recalcó.
Al respecto, Zelenski aseguró: "Realmente, no creo en palabras. La transparencia para mí significa pasos concretos. En nuestro caso, pasos hacia la desescalada. Esa persona (Putin) dispone de todos los medios para ello".
Además, puso en duda las afirmaciones que Putin le hizo a Macron sobre que él no es "el iniciador de la escalada" en la frontera con Ucrania y que "él solo reacciona". "No conozco a nadie en Europa capaz de presionar a Rusia, un país muy poderoso", afirmó.
Reanudación en Normandía
Por su parte, Macron anunció que el 10 de febrero se celebrará en Berlín otra reunión a nivel de asesores de los líderes del Formato de Normandía -Ucrania, Rusia, Francia y Alemania- para el arreglo de la crisis ucraniana.
"Este proceso debe avanzar independientemente de las tensiones en nuestro continente y la presión militar en la frontera", subrayó.
Además, insistió en que "Francia y Alemania seguirán siendo mediadores para arreglar el conflicto" en el este de Ucrania, y recordó que él y la excanciller alemana Angela Merkel acordaron proseguir dichas discusiones a nivel de jefes de Estado.
Al respecto, Zelenski, que se ha mostrado dispuesto a reunirse con Putin, expresó su confianza en que "las negociaciones en Berlín nos acerquen a una cumbre de Normandía".
Macron resaltó que tanto Putin como Zelenski le confirmaron su voluntad de cumplir los acuerdos de Minsk, aunque el líder ruso acusó la víspera a Kiev de negarse a implementarlos y a negociar directamente con los separatistas prorrusos.
"A día de hoy, ese es el único camino que permitirá lograr una paz duradera. Los Acuerdos de Minsk lograron frenar el derramamiento de sangre y actuaron como un instrumento de defensa de la soberanía e integridad territorial (de Ucrania). Debemos avanzar en su implementación", dijo el presidente francés.
Seguridad en Europa
Al mismo tiempo, como ya hiciera en Moscú, Macron abogó por lanzar un diálogo multilateral para crear un nuevo orden en Europa.
"Un amplio e innovador diálogo es necesario en materia de seguridad. Debemos crear un orden de defensa y seguridad que satisfaga a todos en el continente", afirmó.
El líder galo subrayó que su objetivo es "restaurar" la seguridad y la estabilidad en Europa, y se pronunció a favor de retornar "a los sistemas de garantías que aseguren ese orden".
No precisó a qué garantías se refería, pero negó el paralelismo entre Ucrania y Finlandia, un país neutral que limita con Rusia y que no tiene cerradas las puertas de la OTAN. "Al contrario, dije que no se puede frenar la política de puertas abiertas de la OTAN porque crearía problemas para muchos países, incluida Finlandia", dijo.
Y se mostró convencido de que, independientemente de la futura arquitectura de seguridad, se pueden preservar los valores como "el derecho a elegir" de los países soberanos.
"En las próximas semanas nos espera una tarea compleja. Para empezar, debemos avanzar de manera metódica y firme hasta el final en el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk", señaló el mandatario francés, el primero en 24 años en visitar Ucrania.