Macron ve "coincidencias" con Putin mientras Biden le amenaza con cerrar el gasoducto Nordstream 2
El presidente francés se ha mostrado conciliador pero Joe Biden ha vuelto a amenazar, desde EEUU, con fuertes represalias si Rusia invade Ucrania.
7 febrero, 2022 23:30Noticias relacionadas
La imagen que encabeza esta información es poderosa y reveladora al mismo tiempo. Plantado al fondo del salón, el presidente ruso Vladimir Putin espera a su invitado. En el marco de la puerta de ese mismo salón, en primer plano pero algo borroso, el presidente francés Emmanuel Macron avanza para encontrarse con su anfitrión. Putin ni si quiera se acercó a estrecharle la mano, mantuvieron una distancia exagerada durante todo el encuentro, metáfora perfecta de las relaciones actuales entre Occidente y Rusia. De las posiciones antagónicas que mantienen respecto a Ucrania.
Al término del encuentro, Macron se mostró conciliador y aseguró que "existen puntos de coincidencia" con Putin. El dirigente francés está convencido de que la estrategia de la diplomacia "obtendrá resultados" aunque reconoce que "no es fácil". Y por eso cree que hay que esperar "a los próximos días, quizá semanas, para encontrar nuevas soluciones" al conflicto.
Macron apuesta por "nuevos mecanismos de seguridad" para estabilizar la situación en Europa, mientras Putin exige a Occidente garantías a largo plazo.
"Debemos mostrar conjuntamente voluntad de que estamos dispuestos a trabajar en las garantías de seguridad, construir un nuevo orden de seguridad y estabilidad en Europa", dijo Macron durante una rueda de prensa conjunta en el Kremlin tras más de cinco horas de negociaciones con su homólogo ruso.
Macron, que se reunirá el martes en Kiev con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, admitió que "los próximos días serán determinantes".
En el polo opuesto, Putin verbalizó la tensión que experimenta Rusia en estos momentos y advirtió de que en caso de una guerra entre su país y la OTAN "no habrá vencedores", ya que Rusia cuenta con un potente "arsenal nuclear". "Si estalla una guerra, no habrá vencedores. No les dará tiempo ni a parpadear", sostuvo el dirigente ruso, en un tono más desafiante que tranquilizador.
Sin embargo, el líder francés instó a "llegar a acuerdos sobre medidas concretas para estabilizar la situación y conducir a una desescalada" en la frontera con Ucrania. "Necesitamos construir nuevos mecanismos", señaló, aunque matizó que sin revisar los acuerdos pergeñados durante los últimos 30 años ni los principios fundamentales que rigen las relaciones entre los países europeos.
Macron se mostró comprensivo con las preocupaciones rusas, pero también recordó que Moscú tiene 125.000 soldados en la frontera con Ucrania. "El presidente Zelenski es el presidente de un país en cuya frontera hay 125.000 soldados. Por eso está inquieto", subrayó.
Por su parte, Putin alabó "algunas de las ideas y propuestas" del líder francés para forjar un acuerdo de seguridad que contente a todos los países del continente. Y destacó que él y Macron acordaron hablar por teléfono en cuanto concluya su visita a Kiev y Berlín, donde se reunirá con el canciller alemán, Olaf Scholz.
"Por nuestra parte, haremos todo lo posible para encontrar un compromiso que satisfaga a todos. En las propuestas que enviamos a la OTAN y a Washington no hay ni un solo punto que consideremos irrealizable. Ni uno solo", dijo.
En cuanto a las tensiones militares en la frontera con Ucrania, acusó a Kiev de concentrar 150.000 soldados en la línea de separación de fuerzas del Donbás, región que es escenario de un conflicto desde 2014.
Putin volvió a criticar la política de puertas abiertas de la OTAN y responsabilizó a EEUU de una interpretación "libre" del artículo 10 sobre el ingreso de nuevos miembros en su seno. "¿Quiere usted combatir con Rusia? ¿Quiere que Francia combata contra nosotros?", replicó el dirigente ruso a un periodista francés. Fue en ese momento cuando advirtió de que en caso de una guerra entre su país y la OTAN "no habrá vencedores", ya que Rusia cuenta con un potente "arsenal nuclear".
Biden y Scholz
Al otro lado del mundo, el presidente de Estados Unidos (EEUU) Joe Biden y el canciller alemán, Olaf Scholz, se reunían al mismo tiempo que Putin y Macron para debatir también sobre el conflicto. Uno de los temas de conversación entre ambos fue el futuro del gasoducto Nord Stream 2, que transporta gas natural ruso a través del mar Báltico directamente a Europa Occidental, y que esquiva a Ucrania.
Scholz llevó a cabo un delicado juego de equilibrios para acercar posturas con EEUU en lo relativo a Ucrania sin llegar a pronunciarse claramente sobre el futuro del gasoducto Nord Stream 2.
En su primera visita a la Casa Blanca desde que llegó al poder en diciembre, Scholz acordó con Biden una serie de "fuertes sanciones" que ambos impondrán a Rusia si ataca Ucrania, pero se negó a poner todas las cartas sobre la mesa.
"Estamos absolutamente unidos y no tomaremos pasos diferentes. Tomaremos los mismos pasos, y serán muy, muy duros para Rusia", aseguró Scholz en la rueda de prensa conjunta, con Biden a su lado. Fue lo máximo que el canciller llegó a decir en respuesta a las múltiples preguntas sobre el gasoducto Nord Stream 2.
Scholz se ha resistido a amenazar a Moscú con una cancelación definitiva de los permisos del gasoducto, controlado por el gigante ruso Gazprom, y tampoco quiso hacerlo en la Casa Blanca, a pesar de las críticas que eso le ha merecido en EEUU.
"Parte de este proceso es el hecho de que no deletreamos en público todo (lo que podríamos hacer)", subrayó Scholz, que tiene previsto visitar Moscú la semana que viene.
Lo que sí hizo el canciller alemán fue dejar que Biden emitiera esa advertencia, sin contradecir ni matizar la rotunda aseveración que hizo el mandatario estadounidense. "Si Rusia invade, y eso significa tanques y tropas cruzando la frontera de Ucrania, ya no habrá un Nord Stream 2, le pondremos fin", prometió Biden.
Washington ha criticado duramente el gasoducto, al considerar que podría perjudicar a Ucrania al permitir que Rusia deseche la ruta de tránsito de gas a través del territorio ucraniano; pero Biden decidió el año pasado eximir de sanciones a la empresa constructora del proyecto.
Sin embargo, la falta de claridad de Scholz ha irritado a muchos en EEUU, hasta el punto de que la embajadora alemana, Emily Haber, advirtió la semana pasada a Berlín de que muchos estadounidenses ven a Alemania como un "socio poco fiable", según The New York Times.
Pese a todo, Biden quiso poner fin a esa impresión durante su rueda de prensa con Scholz, al insistir en que "no hay dudas sobre la alianza" entre ambos países. "No hay necesidad de recuperar la confianza. (Alemania) Tiene la completa confianza de EEUU".
Poco antes, no obstante, el líder republicano en el Senado estadounidense, Mitch McConnell, señaló a la prensa que Alemania ha tomado "muy pocos pasos creíbles" para cumplir sus obligaciones con la OTAN, y que "no hay duda de que pueden hacer más".
Alternativa al gas ruso
Scholz trató de acallar las críticas al afirmar que los países europeos no pueden "permanecer silenciosos ante el número de tropas rusas en la frontera" con Ucrania, y que es importante que todos los aliados dentro de la OTAN digan "las mismas cosas y con la misma voz".
Biden coincidió en que las cosas "no pueden seguir igual" si Rusia invade Ucrania, y afirmó que había acordado con Scholz un "fuerte paquete de sanciones" para imponer "represalias rápidas y graves" a Moscú si eso ocurre. "Si Rusia decide invadir Ucrania aún más, estamos preparados de forma conjunta y toda la OTAN está preparada", señaló Biden.
El mandatario estadounidense aconsejó a los alrededor de 30.000 ciudadanos estadounidenses que viven en Ucrania que abandonen el país, pero reconoció que todavía no sabe si Putin ha tomado la decisión de llevar a cabo la invasión.
Moscú insiste en que no quiere una guerra con Kiev y que no amenaza a Ucrania, mientras que Washington y sus aliados europeos mantienen que hay más de 100.000 soldados en la frontera común y que Rusia podría atacar el país vecino "en cualquier momento".
Biden recordó, además, que EEUU está en contacto con grandes productores mundiales de gas natural, con el objetivo de ayudar a la Unión Europea (UE) a encontrar alternativas al suministro ruso de esa fuente de energía. "Creemos que podemos sustituir una parte significativa (del gas que obtiene ahora la UE de Rusia)", recalcó el presidente estadounidense.