La ofensiva rusa contra Ucrania pone en el punto de mira a Odesa. Los ataques con misiles de Moscú registrados este sábado han provocado hasta cinco muertos, según ha informado el jefe de gabinete de la Presidencia ucraniana, Andriy Yermak. Entre los fallecidos estaría un bebé de tres meses, ha señalado la misma fuente, que ha elevado a 18 el número de heridos.
Los misiles han impactado en una instalación militar ucraniana y en dos edificios residenciales localizados en el puerto del Mar Negro. Además, otros dos bloques han sido destruidos, según han señalado desde el Ejército ucraniano y recoge Reuters.
Según Yermak, el ataque contra uno de los puntos estratégicos del país se ha producido desde el Mar Caspio. Las cifras de muertos y heridos que ha facilitado son provisionales, ya que ha señalado que "probablemente haya más", ha señalado en un mensaje en Telegram recogido por la agencia Ukrinform.
La muerte del bebé ha centrado el mensaje del alto cargo ucraniano. "No hay nada sagrado. Nada en absoluto. El mal será castigado", ha asegurado Yermak sobre el deceso del pequeño, que "debía celebrar su primera Pascua con sus padres".
Rusia busca tomar Azovstal
Los misiles lanzados han alterado la situación de calma tensa que vivía Odesa. Hasta el momento, la ciudad portuaria había perdido a 36 personas en los ataques rusos de marzo. Desde entonces, Rusia no se había empleado a fondo contra el territorio que tiene salida hacia el Mar Negro.
Estas descargas de artillería se suman a los nuevos intentos de asalto a la fábrica de acero de Mariupol. Allí aguantan los últimos miembros de la resistencia ucraniana en la que ha sido la ciudad más castigada por el ejército de Vladimitir Putin.
Esto supone un giro en la estrategia marcada hace unos días por Moscú, que declaró la victoria en la ciudad y aseguró que no necesitaba tomar la planta de Azovstal. Los ataques contra la fábrica son áereos por el momento, como ha señalado un alto cargo ucraniano.
Borrell defiende el papel de la ONU
El alto representante de la UE para la política exterior, Josep Borrell, ha reivindicado el valor de la Carta de las Naciones Unidas en medio de la invasión rusa a Ucrania. El documento, que cumple 77 años, es a juicio de Borrell "más importante que nunca" dada la situación actual.
"El mundo se enfrenta a uno de los mayores desafíos para la arquitectura de la paz mundial", ha asegurado el alto cargo comunitario. Borrell también ha insistido en que la ofensiva rusa viola el derecho internacional, al haber cometido "atrocidades que no quedarán impunes". Entre ellas cita varios "crímenes de guerra", que como ha recordado ya están siendo investigados como tal y como posibles crímenes contra la humanidad.