Ucrania ha denunciado que Rusia ha roto su "tregua" en la planta de acero de Azovstal en Mariúpol y ha retomado los ataques después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, decidiera cancelar el asalto a comienzos de esta semana. En la planta se encuentran las tropas que continúan resistiendo tras semanas de asedio, y su negativa a rendirse está complicando los planes del Kremlin.
Transcurridos 59 días de guerra, Rusia continúa con la estrategia que emprendió cuando puso en marcha su "segunda fase" de la operación tras invadir Ucrania y pretende tomar el este y avanzar hacia el sur, pero la resistencia ucraniana en Mariúpol no se lo está poniendo fácil. Tras dar varios ultimatums a las tropas para que se rindan y asegurar que no volverían a atacar la planta de acero, Rusia ha arremetido de nuevo contra Azovstal. También ha bombardeado varios puntos del Donbás.
En la acería se encuentran los últimos resistentes, unos 2.000 a 2.500 y más de 1.000 civiles, que se mantienen firmes pese a un asedio que se prolonga durante semanas.
El ataque se produce tras el cambio de estrategia anunciado el jueves por Putin, quien aseguró que sus tropas tenían el control de Mariúpol y ordenó cancelar el asalto a la fábrica de Azovstal.
El presidente calificó el intento de hacerse con la acería de poco práctico y optó por un cambio de estrategia: el bloqueo. Por ello pidió a sus soldados no dejar pasar "ni a una mosca", una táctica quizás menos agresiva, pero igual de mortal, dado que los ucranianos en la planta no tienen acceso a comida, agua o medicamentos.
Sin embargo, este sábado, la decisión ha cambiado, y Rusia ha retomado los ataques, según denuncian las autoridades de Ucrania. El asesor presidencial ucraniano, Oleksiy Arestovych, ha denunciado que Rusia "está tratando de estrangular la resistencia de los defensores de Mariúpol en el área de Azovstal".
La resistencia complica los planes
Rustam Minekayev, el vicecomandante del Distrito Militar Central ruso, informó este viernes de los planes de Moscú: tomar todo el sur de Ucrania, donde desearía crear un puente trerreste hacia Crimea, además de conquistar el Donbás, al este, y llegar hasta la región separatista moldava de Transnistria.
No obstante, el ministerio de Defensa del Reino Unido considera que aunque se siguen sucediendo los "combates intesos" en Mariúpol, la lucha en la ciudad portuaria está "frustrando los intentos rusos de capturar la ciudad, lo que ralentiza aún más su progreso deseado en el Donbás".
"A pesar del aumento de la actividad, las fuerzas rusas no han logrado avances importantes en las últimas 24 horas, ya que los contraataques ucranianos continúan obstaculizando sus esfuerzos", agrega el ministerio.
La inteligencia británica cree que la decisión de Putin de bloquear la planta de acero indica que el Kremlin busca ahorrar recursos humanos y militares para reposicionarlos en otros lugares del Donbás. El ataque terrestre a gran escala de Rusia contra la planta probablemente provocaría pérdidas significativas entre sus filas, lo que reduciría aún más su eficacia de combate general.
Del otro lado, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lleva semanas advirtiendo de que la situación en Mariúpol es "la más grave posible", y ha alertado de que el Ejército ruso "está bloqueando cualquier esfuerzo para organizar corredores
humanitarios". Además, asegura que los planes de Putin no se detendrán en Ucrania y podrán extrapolarse a otros países vecinos.
En su último mensaje este viernes, Zelenski señalaba que "las fuerzas armadas de Ucrania continúan conteniendo los ataques de los invasores rusos en el este y el sur", y añadía: "Izium, Donbás, Azov, Mariúpol, Jersón: estos son los lugares donde se decide el destino de esta guerra y el futuro de nuestro país".
Sin corredores humanitarios
Esta semana, el Gobierno de Ucrania exigió la apertura de un corredor humanitario desde la planta de acero de Azovstal. La viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk aseguró que hay alrededor de 1.000 civiles y 500 soldados heridos.
También hizo un llamamiento a los líderes mundiales y a la comunidad internacional para que centren sus esfuerzos en Azovstal. "¡Este es un punto clave y un momento clave para el esfuerzo humanitario!", enfatizó Vereshchuk.
La planta siderúrgica de Azovstal es, según los rusos, el único enclave de Mariúpol que resiste sus ataques. El resto de la ciudad, a orillas del Mar de Azov, ha sido prácticamente destruido por los bombardeos rusos desde el inicio de la invasión del país, el pasado 24 de febrero.
Ya antes de la invasión rusa de Ucrania, la fábrica de acero tenía un papel clave en la economía de la ciudad portuaria y de todo el país. Era ni más ni menos que una de las fábricas metalúrgicas más grandes de Europa. Fue construida en la era soviética y la reconstruyeron después de que la ocupación nazi de Mariúpol, entre 1941 y 1943, dejara la fábrica en ruinas.
Bucha recoge sus cuerpos
Por otro lado, este sábado ha concluido la recogida y exhumación de los muertos descubiertos en Bucha tras la retirada de las tropas rusas de esa ciudad ucraniana. En total se han encontrado 412 cuerpos, según informó el alcalde, Anatoly Fedoruk.
"En Bucha acaba un proceso importante y difícil: la recogida y exhumación de los cuerpos de los asesinados y muertos en el territorio de la comunidad de Bucha. La cifra que tenemos a día de hoy es de 412", precisa.
El alcalde ha señalado, además, que de una fosa común cerca de la Iglesia de San Andrés Apóstol se retiraron un total de 117 cuerpos sin vida, entre ellos los de treinta mujeres y dos niños.
"Hay muertos, asesinados y torturados por los ocupantes, hay cuerpos de civiles quemados. Hay pacientes del hospital que no pudieron ser enterrados después del 24 de febrero, porque los rusos no permitieron que el servicio de rito funerario entrara en el cementerio. Hay varios hombres de las Fuerzas Armadas de Ucrania", precisó.
Fedoruk ha calificado lo sucedido de una "tragedia compartida" y subraya que la tarea ahora es que cada víctima inocente sea identificada y enterrada como corresponde.
Además ha explicado que las autoridades municipales quieren ayudar a las familias a cuenta del presupuesto municipal a enterrar a las víctimas durante la próxima semana.