Mientras Elon Musk negocia la adquisición de Twitter, compañía a la que exige que las cuentas falsas representen menos del 5% de los usuarios globales para cerrar el acuerdo, la tensión en la acería de Azovstal, el último reducto de la resistencia ucraniana en la ciudad de Mariúpol, aumenta.
Las condiciones de los más de 1.000 soldados que, según fuentes de Kiev, se encuentran allí encerrados son extremas: están agotados, gravemente heridos y sin apenas provisiones. Y mientras esperan a ser rescatados, han lanzado un grito desesperado de ayuda a los líderes mundiales, al papa y al propietario de Tesla y SpaceX.
Ha sido Serhiy Volynski, comandante interino de la 36.ª Brigada de Infantería de Marina de Mariúpol, quien ha pedido al magnate, precisamente a través de una publicación de Twitter, que intervenga para que puedan salir de la planta industrial de manera segura. “La gente dice que vienes de otro planeta para enseñarle a la gente a creer en lo imposible”, escribía Volynski este jueves etiquetando directamente al multimillonario.
“Nuestros planetas están uno al lado del otro, ya que vivo donde es casi imposible sobrevivir. Ayúdanos a salir de Azovstal a un país mediador. Si no eres tú, ¿entonces quién? Dame una pista”, pedía el militar, que también ha utilizado Facebook para dirigirse a la comunidad internacional y trasladar a Musk una petición similar. “Señores presidentes, queridos diplomáticos, humanidad, si pueden salvarnos, ¡háganlo! Dirijo a Elon Musk un grito forzado de mi alma”, reza el mensaje recogido por Reuters.
Aunque Musk no ha respondido a la publicación (ni siquiera hay señales de que lo haya visto), lo cierto es que el multimillonario ha apoyado al ejército ucraniano en ocasiones anteriores. Más allá de haber retado en combate al presidente ruso Vladímir Putin a través de las redes sociales -y que quedó como una mera anécdota-, al inicio de la guerra, su empresa SpaceX activó el servicio de Internet vía satélite de Starlink en Ucrania.
Una solución que ha ayudado a paliar la falta de conexión en algunos puntos del territorio por la destrucción de las infraestructuras por los bombardeos y los constantes ciberataques rusos en las telecomunicaciones. De hecho, según sostienen algunos usuarios de Ucrania, Starlink es el único método para conectarse a Internet en algunas de las ciudades más afectadas por la invasión.