Las guerras son una difícil mezcla de adrenalina y sensatez. Cuando Ucrania pareció abandonar Sievierodonetsk -y, por extensión, la provincia de Lugansk- a su suerte, los principales expertos militares consideraron que era lo correcto. Luchar en Sievierodonetsk como se luchó en Mariúpol podía suponer un riesgo extremo: perder miles de soldados de élite, desperdiciar una munición escasa y jugársela a quedar atrapados si Rusia conseguía cerrar la salida hacia el oeste ocupando el eje Popasna-Bilohorivka.
Lo sensato, ahí, era retroceder. Asegurar posiciones más allá de dicho eje y centrarse en la defensa de Sloviansk y Kramatorsk desde territorios más seguros. Incluso, dispuestos a plantar cara al invasor ruso, hacerlo desde Lisichansk, cuya situación geográfica -en un pequeño alto, protegida por el río Síverski Donets- da más garantías de éxito si se prepara bien la estrategia y se mantienen abiertas las líneas de suministro... o de escapatoria en caso de que la cosa se complique.
Sin embargo, Zelenski -y tal vez la visita en primera persona a Lisichansk indique que la decisión es suya o que, como mínimo, cuenta con su total apoyo- decidió desafiar a la lógica e ir al combate para recuperar una Sievierodonetsk perdida. La contraofensiva sorprendió a los rusos, llegó a esquinarlos en las zonas residenciales y provocó una reacción de estupor en la cadena de mando que duró aproximadamente 48 horas. Desde entonces, la situación se ha complicado mucho para Ucrania.
La lucha en Sievierodonetsk continúa, calle por calle, con los ucranianos de nuevo atrincherados en las posiciones de la planta química de Azot. Las pérdidas en vidas humanas son inmensas por ambos bandos, pero cabe la duda de si Ucrania puede permitírselas. Lo más probable es que pierda de todos modos el control de la ciudad. Por su parte, los rusos siguen mandando mercenarios, chechenos, reclutas y milicianos prorrusos a primera línea de combate, con lo que se garantizan más margen al respecto.
¿Ha cruzado Rusia el río Donets?
El sorprendente giro de la pasada semana tenía además otro posible inconveniente: abandonar Sievierodonetsk (y, a medio plazo, Lisichansk) no sólo suponía evitar el riesgo de quedar embolsados y salvar de paso vidas humanas, sino que permitía mejorar la protección de Sloviansk de los ataques sostenidos desde Izium y Limán, sin dejar de aprovecharse de los presuntos flancos abiertos que el ataque en el Donbás podría estar dejando en Jersón y Zaporiyia, varias veces enfatizados por los informes del Institute for the Study of War.
Da la sensación de que pasada la euforia y la adrenalina de la contraofensiva, lo que está quedando es una realidad algo lúgubre. Más allá de que los rusos hayan vuelto a tomar prácticamente la totalidad de Sievierodonetsk y se rumoree con la toma de Toshkivka, a apenas 20 kilómetros de Lisichansk, el drama parece cernirse sobre las preciadas ciudades de Sloviansk y Kramatorsk.
Aunque en un principio parecía una táctica defensiva -una de las famosas "fintas" del ejército ucraniano- el caso es que de tanto recular ante las tropas rusas venidas de Izium, Ucrania ha acabado perdiendo la ciudad de Sviatohirsk, justo en la ribera norte del río Síverski Donets. Todo ha sucedido demasiado rápido y hay quien incluso se ha lanzado a anunciar la posible captura de Tetianivka, justo al otro lado del río. De ser así, sería la peor noticia para Ucrania en muchísimo tiempo.
Tres frentes para Ucrania
Si la pérdida de Sviatohirsk ya era un golpe importante para un ejército en retirada, la simple llegada de tropas rusas a Tetianivka implica que ya han cruzado el río. Hasta ahora, el Síverski Donets había hecho de frontera natural en principio infranqueable. Cuando los rusos lo intentaron cruzar por Bilohorivka extendiendo puentes de pontones, se llevaron una de las peores derrotas en lo que llevamos de guerra, perdiendo muchísimas vidas y muchísimo material bélico.
Si los rusos pueden atacar Sloviansk desde el norte sin impedimentos geográficos, la defensa de la ciudad va a ser muy complicada. Más si las tropas de Lugansk quedan atrapadas en el este y no pueden acudir a su ayuda. Una vez cayera Sloviansk, a los rusos les bastaría con tomar Kramatorsk para completar la conquista del Donbás. Aunque hemos visto que los ritmos en esta guerra cambian con facilidad, ahora mismo no parece un objetivo muy lejano. Veremos si las nuevas armas prometidas llegan a tiempo... y si su utilización en combate es la correcta.
Lo que nos lleva al tercer frente abierto. Tanto el ISW como en su momento Henry Kissinger daban por buena esa pérdida... si a cambio se recuperaba terreno en otros lugares para poder negociar una paz beneficiosa o al menos no demasiado desequilibrada. Por eso, el 'think tank' de Washington insistía en Jersón. Había que atacar Jersón porque a la fuerza tenía que estar desprotegida -todas las tropas rusas habrían quedado movilizadas en el Donbás- y porque retomar el sur era más importante para la defensa a medio plazo de Ucrania que defender el este.
Y el caso es que Ucrania atacó. Al principio, con éxito, llegando a cruzar el río Inhulets por diferentes puntos. De eso hará más de una semana y no se ha vuelto a saber. Se comentó la creación de nuevos batallones con nuevo armamento únicamente para esta misión, pero no sabemos quién compone dichos batallones. No pueden ser tropas de élite porque no quedan. El ejército ucraniano está demasiado diezmado para intentar a la vez defender Sievierodonetsk, fijar la defensa de Sloviansk en el río Siverski Donets y andar con ofensivas en el sur.
Mantener esos tres frentes, seguirle el juego a Rusia, que si tiene problemas te manda a no sé cuántos mercenarios del Grupo Wagner y los soluciona, puede haber sido un error. Tal vez haberse centrado en uno o como mucho dos habría permitido una mayor eficacia. Ahora mismo, la sensación es que Rusia ha tomado la iniciativa en los tres frentes y que, en cualquier momento, los tres se pueden decantar de su lado. Si es una sensación objetiva o si tiene que ver con la tradicional estrategia ucraniana de "hacer la goma" y aparentar debilidad para después sacar fuerzas de cualquier lado, lo averiguaremos en breve.
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