Miembros del servicio ucranianos disparan contra las tropas rusas en las afueras de la ciudad de Bakhmut .

Miembros del servicio ucranianos disparan contra las tropas rusas en las afueras de la ciudad de Bakhmut . Reuters

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Ivanivske, la ciudad que marcará el éxito o el fracaso de la estrategia ucraniana en Bakhmut

Ucrania utiliza la carretera de la ciudad como como vía de suministro y posible retirada en caso de que el escenario empeorara.

10 marzo, 2023 03:47

La palabra clave es “caldero”. Es el término que se utiliza para definir una maniobra que consiste en rodear a las tropas del enemigo hasta dejarlas completamente incomunicadas. Una vez un ejército completa el caldero sobre las posiciones contrarias, lo deja sin suministro de municiones, comida o remplazo de tropas. Llegada esa situación, por mucho que se empeñen en resistir, su futuro está claro: morir defendiendo la plaza o rendirse sin oponer resistencia.

La táctica rusa de rodear pueblos y ciudades para apoderarse del territorio ha sido una constante desde el inicio de la guerra, aunque hay que dejar claro que no ha funcionado demasiado bien. En las últimas semanas, el Grupo Wagner lo está intentando con Bakhmut y es cierto que basta con ver los mapas para darse cuenta de que la ciudad cada vez está más estrangulada… pero aun así resiste. Durante días, se rumoreó -así lo dejaba caer la inteligencia estadounidense- una posible retirada gradual de las tropas ucranianas, pero este mismo miércoles, el presidente Volodímir Zelenski dejó clara en la CNN la voluntad de su estado mayor de defender la ciudad hasta el último hombre.

Según Zelenski, y tal y como había adelantado EL ESPAÑOL, el riesgo de quedar encerrado en Bakhmut, donde se calcula que aún siguen diez mil soldados combatiendo, es menor que el que supondría entregar la ciudad y con ella los accesos directos a Siversk por la carretera T0513 y a Sloviansk por la M03. Todo lo que sea retrasar la posible conquista hará ganar tiempo a Ucrania para reforzar las defensas en la zona y, sobre todo, para causar aún más bajas entre los mercenarios del Grupo Wagner, encargados ahora mismo de prácticamente todo el esfuerzo bélico.

Un miembro del servicio ucraniano lleva un proyectil de mortero antes de disparar contra las tropas rusas en las afueras de la ciudad de Bakhmut .

Un miembro del servicio ucraniano lleva un proyectil de mortero antes de disparar contra las tropas rusas en las afueras de la ciudad de Bakhmut . Reuters

De hecho, su jefe, Eugeni Prigozhin, declaró este miércoles la conquista de la totalidad del territorio al este del río Bakhmutovka, afirmación que confirmó el Institute for the Study of War en su último informe. Eso quiere decir que los rusos están a un paso de cortar la T0513 a su paso por la ciudad, pero ese movimiento en sí no tiene demasiada importancia, pues ya al norte, en la zona de Krasna Hora, más cercana aún a Siversk, tienen la carretera bajo su control. Es cierto que cuanto más tramo de carretera ocupen, más opciones de movimiento tendrán, pero no es ese el principal objetivo ahora mismo del ejército invasor.

La clave de la pinza sobre Bakhmut no está tanto en la propia ciudad, por mucho que Wagner empuje desde el este, sino en la capacidad de romper la resistencia ucraniana en los suburbios del sudoeste. El objetivo ruso sería ampliar todo lo posible el perímetro del citado caldero y no ceñirse a los apenas cuatro kilómetros que separan Khromove de la carretera T0504. Es el camino más corto, pero también el que los ucranianos están esperando, pues colocaría a su vez a los rusos entre dos aguas: frente a ellos, los defensores de Bakhmut; a su espalda, los de Ivanivske. Un doble contraataque sería mortal de necesidad para ellos.

Ivanivske… y Chasiv Jar

Lo más inteligente parece lanzarse sobre el propio pueblo de Ivanivske. Cerrar ahí el caldero y avanzar hacia el centro de Bakhmut supondría en la práctica la pérdida de los diez mil soldados ucranianos que defienden la ciudad y un durísimo golpe a la hora de defender el resto de territorios del Donbás. Ivanivske va a ser la piedra de toque de la estrategia ucraniana, tan cuestionada en occidente. Los ataques rusos son constantes, pero hasta ahora los avances han sido muy limitados.

Si Ucrania mantiene Ivanivske en su poder, podrá seguir utilizando la citada carretera T0504 como vía de suministro y posible retirada en caso de que el escenario empeorara. Hablamos de una carretera continuamente bombardeada y con un acceso complicado, pero si los rusos la cortaran por completo, Bakhmut y Chasiv Jar, el gran centro de acogida de refugiados y heridos de la zona, quedarían incomunicadas entre sí, algo que los resistentes no pueden permitirse.

Una ofensiva interminable

Por otro lado, como decíamos antes, si Ucrania pierde Ivanivske, será muy difícil que evite la pinza sobre Bakhmut… y a la vez permitirá a las tropas rusas avanzar sobre la propia Chasiv Jar, con la posibilidad de tomar la H20 y lanzarse hacia Kramatorsk. Una retirada ordenada supondría que Rusia pudiera acelerar sus movimientos, pero permitiría una mejor defensa en las tres direcciones. A su vez, el empeño en resistir hace que Rusia no pueda avanzar, manda un mensaje de valentía al enemigo y retrasa lo suficiente la ofensiva contra Siversk-Sloviansk-Kramatorsk como para pensar que, si se llega a dar, las armas occidentales ya estarán disponibles para defenderse.

Ahora mismo, Ucrania camina sobre el alambre, pero hasta cierto punto también lo hace Rusia. De entrada, como ha denunciado varias veces el propio Prigozhin, el Grupo Wagner se está quedando en los huesos. Ya solo quedan los mercenarios de élite, después de haber utilizado como carne de cañón a advenedizos y presidiarios. Si estos caen, Rusia perderá uno de sus mayores activos en Ucrania y en varios conflictos en el resto del mundo. De hecho, se viene rumoreando que el Kremlin quiere montar otro ejército privado patrocinado por Gazprom, con una estructura similar a Wagner, pero sin figuras disonantes como la del propio Prigozhin al mando.

Los miembros del servicio ucranianos descansan en una posición después de disparar contra las tropas rusas en las afueras de la ciudad de Bakhmut .

Los miembros del servicio ucranianos descansan en una posición después de disparar contra las tropas rusas en las afueras de la ciudad de Bakhmut . Reuters

En cualquier caso, el tiempo juega ahora mismo en su contra. El diario The Economist publicaba este jueves un artículo en el que estimaba el inicio de la anunciada contraofensiva ucraniana para principios de mayo. Se considera que, para entonces, Ucrania ya habrá recibido suficiente armamento y suficiente formación como para plantearse recuperar parte del territorio perdido durante los primeros días de la guerra. En ese sentido, es clave que, en los próximos dos meses, no ceda más.

Perder Sloviansk y Kramatorsk sería una catástrofe, pero parece un escenario lejanísimo ahora mismo si tenemos en cuenta que Rusia no está consiguiendo avanzar en ningún otro lado: ni en Vuhledar, ni en el bosque de Kreminna, ni en las inmediaciones de Svatove. Aunque Ucrania cediera Bakhmut, como en su momento cedió Mariúpol o Severodonetsk, limitar los daños y conservar en su poder la curva norte del río Donets y prácticamente todo el terreno ganado en las contraofensivas de septiembre, permitiría soñar con nuevos avances y, como mínimo, colocarían a los rusos a la defensiva, provocando otro giro en la dinámica de la guerra. 

Los miembros del servicio ucranianos cargan un proyectil en un mortero antes de disparar contra las tropas rusas en las afueras de la ciudad de Bakhmut .

Los miembros del servicio ucranianos cargan un proyectil en un mortero antes de disparar contra las tropas rusas en las afueras de la ciudad de Bakhmut . Reuters

Por el contrario, si la contraofensiva llega con el Donbás ya prácticamente perdido, la tarea de recuperación sería hercúlea. Rusia lleva tiempo minando los campos y cavando trincheras de defensa, tanto en el sur como en el este de Ucrania. Ivanivske será su prueba de fuego. Si después de movilizar a cientos de miles de soldados, enviar a sus mejores hombres y contar con el apoyo de un ejército privado, son incapaces de tomar Bakhmut en tiempo y forma, el ridículo sería espantoso. Y no solo Ucrania tomaría nota de ello de cara al futuro.