La tensión entre Marruecos y varios estados europeos sigue creciendo. De nuevo Alemania es el país donde Rabat ha puesto el punto de mira esta semana por lo que califica de “constante e inaceptable adversidad contra el Reino”.
“La República Federal de Alemania ha multiplicado los actos hostiles y las acciones atentatorias contra los intereses superiores del Reino de Marruecos”, mantiene en un comunicado el ministerio de Asuntos Exteriores marroquí.
El documento, difundido el jueves, explica las tres principales razones de la crisis que libran ambos países desde principios de marzo. Hace dos meses, Rabat tomó la decisión de congelar toda la cooperación con las instituciones alemanas y la embajada en Marruecos debido a “profundos malentendidos con la República de Alemania” sobre “cuestiones fundamentales del reino”.
Exteriores enumera en este orden las provocaciones: la actitud de Alemania respecto a la cuestión del Sáhara Occidental tras el decreto presidencial de Donald Trump, que reconoció la soberanía de Marruecos sobre el territorio saharaui el 10 de diciembre de 2020; el amparo de las autoridades germanas a un ciudadano marroquí condenado por actos terroristas; y no haber contado con Marruecos en las reuniones regionales para buscar solución a la situación de Libia.
Actualmente la crisis se ha intensificado, y por estos motivos Rabat convocó a su embajadora en Berlín, Zohour Alaoui, un fuerte gesto diplomático. Este es el grado por encima de la citación de un embajador extranjero. El último retiro de un embajador se remonta a 2017, cuando Marruecos sacó a su máximo representante diplomático de La Haya, y se desencadenó una crisis con Holanda.
Alemania bloquea a Europa
Para el país magrebí, Alemania se ha distinguido por una “actitud negativa” respecto a la cuestión del Sáhara Occidental. “Su activismo antagónico, a raíz de la proclamación presidencial estadounidense que reconoce la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara, es un acto grave que permanece inexplicado hasta ahora”, mantiene Exteriores.
Su postura se alinea con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y se suma a una solución “mutuamente aceptada”. Sin embargo, Marruecos considera a Alemania líder de la Unión Europea (UE), y señala a este país como el responsable de bloquear la decisión de otros estados miembros en cuanto al reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental.
Lo cierto es que el ministro de Exteriores, Nasser Bourita, tenía compromisos tras sus visitas a Italia y Portugal para abrir consulados honoríficos en el Sáhara Occidental, que se han visto paralizados ante la postura conjunta que la UE quiere tomar sobre este conflicto territorial.
Alemania protege a un detenido
La segunda causa del enfado de Rabat está relacionada con el terrorismo, como adelantó EL ESPAÑOL en el mes de marzo, cuando salió a la luz que Marruecos rompía relaciones diplomáticas con Alemania. El ministerio de Asuntos Exteriores acusa a Alemania de “revelar información sensible comunicada por los servicios de seguridad marroquíes a sus homólogos alemanes”.
Sin que su nombre sea mencionado explícitamente en su comunicado de prensa, Exteriores acusa a las autoridades alemanas de “complicidad con un ex convicto (Mohamed Hajib) por actos terroristas, en particular por haberle revelado información sensible comunicada por los servicios de seguridad marroquíes” a sus homólogos alemanes.
La versión digital del semanario The Spiegel publicó un artículo titulado ‘Cómo un youtuber alimenta la crisis entre Alemania y Marruecos’, retratando así a Mohamed Hajib, ex detenido en Marruecos por cargos de terrorismo entre 2010 y 2017 y ahora residente en Duisburg. Este germano marroquí de 40 años, originario de Tetuán, emite en vivo videos críticos de las autoridades en sus redes sociales.
Marruecos convenció a Alemania hace una década de que había que detener a Mohamed Hajib por considerarlo un terrorista formado en una secta islamista en Pakistán. Así a su llegada a Alemania, sin pisar suelo germano, lo enviaron a Casablanca, donde cumplió condena durante siete años.
Posteriormente, al salir de prisión denunció haber sufrido torturas. Además, la Justicia alemana no encontró pruebas de que se tratase realmente de un terrorista, por lo que no le retiró la nacionalidad.
Al mismo tiempo, Alemania envió un grupo de marroquíes nacionalizados de la contrainteligencia para conocer qué había sucedido en el país en referencia a este asunto.
Marruecos y la paz en Libia
A las dos razones anteriores, se suma “un empeño constante en luchar contra el papel regional de Marruecos, especialmente en la cuestión libia, tratando de excluir indebidamente al Reino de algunas reuniones regionales dedicadas a esta cuestión, como la celebrada en Berlín”.
En enero de 2020, la canciller Angela Merkel organizó la Conferencia de Berlín para buscar la paz en Libia. Grandes potencias se reunieron en la capital alemana con el fin de llegar a un acuerdo que evitase una guerra civil en Libia como ha ocurrido en Siria. Entonces, el ejecutivo marroquí criticó su exclusión y mostró su sorpresa. “Marruecos no entiende los criterios ni las motivaciones que han regido la elección de los países participantes en esta reunión”, lamentó el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Marruecos siempre se erigió en país mediador del conflicto libio. El Pacto de Sjirat se firmó en diciembre de 2015 en esta localidad marroquí cercana a Rabat bajo los auspicios de la ONU, con el fin de recuperar la estabilidad y reactivar el papel de las instituciones nacionales libias.
Por eso sentó mal que lo excluyera el país anfitrión, que “está lejos de la región y la complejidad de la crisis libia”.
Tensión e incomprensión en Alemania
Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores alemán ha mostrado sorpresa ante la llamada de la embajadora marroquí, admitiendo que no comprendía los agravios que cita Rabat en el comunicado en este nuevo giro diplomático entre ambos países; y espera una explicación ya que el gobierno no fue informado con anticipación de esta decisión tomada por Marruecos.
“Estamos más que sorprendidos por esta medida, ya que estamos haciendo esfuerzos constructivos con la parte marroquí para resolver la crisis”, dijo a Reuters un funcionario del ministerio.
Las medidas tomadas por parte de Alemania respecto a Marruecos son duras, según ha podido saber EL ESPAÑOL. Por el momento han comenzado una investigación interna en los consulados marroquíes en el país. Además, se estudia cambiar las condiciones de los marroquíes residentes en el país con doble nacionalidad.
A diferencia de España y Francia, Alemania no acepta firmar un acuerdo de colaboración con Marruecos en materia terrorista, y remiten para la cuestión a los servicios marroquíes a la Oficina Europea de Policía (Europol) y a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).