El rey Mohamed VI ha nombrado nuevos embajadores en Francia y la Unión Europea (UE), dos lugares clave para seguir luchando por el reconocimiento internacional de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Sin embargo, no hay ninguna novedad sobre el restablecimiento de la embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, que lleva en Rabat desde el 18 de mayo, cuando fue llamada a consultas tras la crisis diplomática bilateral que desató la acogida humanitaria de Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario.
Al término del Consejo de Ministros en el Palacio Real de Fez, el 17 de octubre, el monarca alauita se acogió al artículo 49 de la Constitución, para designar nuevos embajadores, a propuesta del jefe del Gobierno, Aziz Akhanouch, y a iniciativa del ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita.
Los elegidos son Youssef Amrani, un político y diplomático veterano de la época de Hassan II; y Mohamed Benchaaboun, hasta ahora ministro de Economía y Finanzas elegido por Mohamed VI para privatizar el sector público.
Youssef Amrani (68 años) llega a Europa desde Sudáfrica, donde fue embajador desde 2019. En una reciente conversación telefónica confesaba que era un Estado complicado para que cambiase su posición sobre el Sáhara Occidental.
El país africano apoya al Frente Polisario y a Argelia, y es uno de los opositores a que la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) abandone la Unión Africana (UA), uno de los objetivos de Marruecos desde que regresó en 2017.
De esta manera, por ejemplo, las autoridades marítimas sudafricanas detuvieron en 2017 en Puerto Elisabeth un barco marroquí cargado con fosfatos procedentes de El Aaiún con destino a Europa.
Amrani comenzó su carrera en el ministerio de Asuntos Exteriores en 1978, como primer secretario. Hasta que falleció el rey Hassan II, dos décadas después, ocupó diferentes cargos. Y desde 2013 hasta el año pasado fue funcionario encargado del gabinete real.
Se encargó de materializar la Unión del Magreb Árabe, y en la década de los 90 pasó de cónsul en Barcelona (1992-1996) a embajador en Colombia, Chile y México.
Además, como buen tangerino domina perfectamente la lengua española. De hecho, es frecuente su participación en los medios de comunicación españoles.
Precisamente, el nombre de Amrani sonaba como posible sustituto de la embajadora Karim Benyaich en Madrid por su dominio de todo lo relacionado con España. Aunque, el Mediterráneo y Europa también son su especialidad.
Como secretario general de la Unión por el Mediterráneo (UpM) en 2011, impulsó la creación de un "grupo de alto nivel", con personalidades de ambos lados del Mediterráneo, para reflexionar sobre el futuro de la región, y consolidó sus estrechas relaciones con Jordi Pujol y con políticos socialistas, como Felipe González, Javier Solana o José Bono. Algunos defensores de la postura marroquí, que plantea un plan de autonomías como solución al conflicto con el Sáhara Occidental.
Ese año, fue incluso uno de los mil invitados que asistieron a la tradicional recepción de los reyes Juan Carlos y Sofía en el Palacio Real en Madrid con motivo de la fiesta Nacional del 12 de octubre.
Su nombramiento en Bruselas se produce cuando el tribunal de la Unión Europea anuló, a finales de septiembre, los acuerdos agrícola y pesquero entre la UE y Marruecos. Así que, en Bruselas, seguirá la lucha iniciada en Sudáfrica de publicitar la posición de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
En lo personal, Amrani también es muy respetado en su país por estar en la ejecutiva del Istiqlal, tercer partido más votado en las últimas elecciones, formar parte de la burguesía marroquí y estar casado con Asma Lamrabet, conocida escritora y feminista islámica.
Cruce de ministros
Por otra parte, el hasta las elecciones de septiembre ministro de Economía y Finanzas, Mohamed Benchaaboun (59 años), a quien nombró directamente el Rey en el cargo en 2018 para emprender la privatización del sector público, se instalará en París. De él se espera no sólo una labor diplomática, si no también económica.
Lo cierto es que la relación de Marruecos y Francia atraviesa un momento delicado. Emmanuel Macron redujo la concesión de visados a marroquíes después de reclamar la aceptación por parte de Rabat de la vuelta de nacionales que se encuentran de forma irregular en el país europeo.
Rabat pretende que París dé un paso al frente y haga más explícito su posicionamiento sobre la soberanía del Sáhara Occidental
A pesar de que la restricción se extiende también a Argelia y Túnez, hay que tener en cuenta que a Marruecos le afecta en mayor medida ya que es el Estado con más solicitudes del mundo para viajar a Francia.
Además, Rabat pretende que París dé un paso al frente y haga más explícito su posicionamiento sobre la soberanía del Sáhara Occidental. Hasta el momento, cuenta con empresas galas en el territorio no autónomo pendiente de descolonización, y una especie de cámara de comercio, pero sin representación consular.
Ambos puestos estaban vacantes, al igual que el de Madrid, que sigue sin cubrir. El ex embajador en la UE, Ahmed Rahhou, fue llamado el pasado mes de marzo para presidir el Consejo de Competencia; mientras que Chakib Benmoussa, embajador de Marruecos en París desde 2012, fue nombrado ministro de Educación, pero además el año pasado estuvo centrado en dirigir la Comisión Especial sobre el Modelo de Desarrollo (CSMD).