La fiscal general de Estados Unidos, Loretta E. Lynch, se ha comprometido este viernes a aceptar cualquier recomendación que hagan el FBI y el Departamento de Justicia sobre la posibilidad de presentar cargos contra la virtual candidata demócrata, Hillary Clinton, por el escándalo de su correo electrónico privado.

Sus declaraciones llegan después de que su imagen sufriera un duro golpe esta semana. El lunes por la noche, Lynch -quien fue escogida por el presidente, Barack Obama- se reunió con el marido de la aspirante a la Casa Blanca, Bill Clinton, en el aeropuerto de Phoenix. Aunque la fiscal ha asegurado que "no hubo ninguna discusión sobre ningún caso ni nada parecido" y que fue una "reunión social", algunos en el bando republicano han cuestionado su integridad como fiscal general.

Lynch ha reconocido este viernes que su encuentro con Bill Clinton "arroja sombras" sobre la investigación y que, por lo tanto, "no volvería a hacerlo". Sin embargo, ha aseverado que "el caso va a ser manejado como cualquier otro y va a ser considerado como cualquier otro" y que el mismo equipo continuará trabajando en él.

Los investigadores buscan discernir si Hillary Clinton infringió la ley al utilizar un servidor de correo electrónico privado en vez de uno oficial cuando pilotaba el Departamento de Estado estadounidense. En concreto, la investigación pretende aclarar si la antigua secretaria de Estado vulneró información confidencial.

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