En cuestión de horas se espera que el Gobierno colombiano y las guerrillas FARC anuncien el fin de las negociaciones de paz en La Habana, que desarrollan desde hace cuatro años para acabar con el conflicto más antiguo de Latinoamérica.
Esto no significa, sin embargo, la firma definitiva de la paz, que tendrá lugar en Colombia. El diario El Espectador calcula que el 23 de septiembre será el 'Día D' cuando el presidente, Juan Manuel Santos, y el líder de los guerrilleros, conocido como 'Timochenko', pongan sus firmas.
Antes de eso, las FARC celebrarán su última conferencia como guerrilla armada, donde las tropas autorizarán a sus líderes a rubricar el acuerdo definitivo. Asimismo, lo acordado entre Gobierno y FARC tendrá que ser refrendado por el pueblo colombiano por medio de un plebiscito que las autoridades convocarán.
Al dar por concluidas las negociaciones, Gobierno y FARC deberán anunciar los acuerdos sobre los puntos que quedaban pendientes, como de qué manera se integrará la guerrilla en la vida política o cuándo se concederá la amnistía a los guerrilleros sin delitos graves. El Tiempo informa de que los negociadores también se han puesto de acuerdo sobre en qué municipios se priorizará la financiación posconflicto, que serán 144.
Los diferentes actores del proceso de paz publicitaron el inminente fin de las negociaciones en redes sociales. “Se acerca el día... Vamos camino a La Paz”, tuiteó el equipo negociador del Gobierno de Santos en la madrugada del miércoles, hora peninsular. Una fórmula muy similar a la utilizada por el equipo de las FARC, que compartió la misma imagen con el lema: "¡El día se acerca! #VamosPorLaPaz".
El expresidente colombiano Álvaro Uribe, una de las cabezas más visibles en la campaña por el 'no' a los acuerdos, ha calificado el proceso de paz de pacto entre el terrorismo y un sector político que lo consiente.
Los acuerdos de paz afrontan, de hecho, un importante desafío en las urnas. Las últimas encuestas recogidas en el 'Termómetro de la paz' de la Fundación de Ideas para la Paz pronostican una victoria del 'no', lo que tiraría abajo todo lo acordado en los últimos cuatro años.
La polémica generada por las encuestas, que ofrecen resultados dispares, ha llevado a las encuestadoras a acordar las reglas para llevar a cabo sus estudios, informa este miércoles El Tiempo. Sin embargo, reclaman que el Ejecutivo defina la pregunta del referendo cuanto antes.