Desde que se anunciara la culminación de las negociaciones entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC en La Habana, el presidente Juan Manuel Santos y el líder guerrillero Timochenko han dirigido todos sus esfuerzos al plebiscito que definirá el futuro de Colombia, la elección entre el 'sí' o el 'no' al acuerdo de paz tras 52 años de conflicto.
La fecha de la firma de la paz este lunes en Cartagena de Indias ante la presencia de una nutrida comunidad internacional, con destacadas figuras como el Juan Carlos I, supone un golpe mediático pensado por el Gobierno para impulsar a aquellos indecisos que aún no saben cómo votar el 2 de octubre.
Y es que, por paradójico que pueda parecer, existe una importante parte de la población que no está de acuerdo con la forma en que se han llevado a cabo los diálogos, por lo que la paz con las FARC se definirá en las urnas.
Desde meses atrás se vive en el país un pulso político entre el gobierno y la oposición, liderada principalmente por el expresidente Álvaro Uribe y su partido, Centro Democrático.
En los días que vienen esta contienda tomará aún más fuerza, teniendo incluso un trasfondo político que puede incidir en la decisión por quién ocupará la Casa de Nariño a partir de 2018.
Las encuestas más recientes muestran una ventaja para el 'sí'. Un estudio realizado por Invamer Gallup revela que un 67,6% de los colombianos apoya el acuerdo frente a un 32,4% que lo rechaza. Otra encuesta de Cifras y Conceptos daba un 54% para el 'sí' y 34% para el 'no', con un 12% de indecisos.
Los expertos coinciden en afirmar que, siendo una votación atípica y compleja, pues no se trata de una elección de gobernantes, hay más volatilidad en la ciudadanía.
Entre los simpatizantes por el 'sí' temen que suceda un efecto brexit, que la población no salga a votar masivamente y gane el 'no'. La expectativa está también en el número de votos que alcanzará, que en términos prácticos implican la legitimidad de los acuerdos frente a la ciudadanía. El umbral para que se pueda dar por ganadora una opción u otra es de 4,4 millones de apoyos (el 13% del censo electoral).
Si gana el 'no', las opciones no están claras. Aunque desde el Centro Democrático impulsan la tesis de que el gobierno se tuviera que sentar de nuevo con la guerrilla a renegociar lo acordado, lo cierto es que el propio jefe negociador del Ejecutivo, Humberto de La Calle, ha manifestado que "el 'no' significaría el final de este proceso".
En caso de que gane el 'sí', se iniciaría un cronograma establecido en los acuerdos, que fija unos plazos frente a la concentración de las tropas guerrilleras, el abandono de las armas y la desmovilización de las FARC.
40 normativas en un mes
De esta forma, el Gobierno tramitaría ante el Congreso 40 leyes y reformas constitucionales necesarias para el desarrollo de lo pactado. Por ejemplo, las relacionadas con la ley general de amnistía e indulto, que a su vez marca para la guerrilla el punto de partida hacia su desarme y desmovilización.
El senador Roy Barreras confirmó que el 4 de octubre el Gobierno comenzaría a presentar estos proyectos legislativos ante el Congreso para su votación expedita si todo sale como tienen previsto.
Ya el órgano Legislativo está avisado de esa urgencia. Según el presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, la ley de amnistía e indulto se tramitaría en el menor tiempo posible, dos semanas como máximo.
Paralelamente, a partir del lunes 3 de octubre, Gobierno y FARC deberán entregar las coordenadas de la ubicación de sus respectivas unidades a los delegados de la ONU y la Fuerza Pública comenzará a reorganizar sus tropas para facilitar el desplazamiento de la guerrilla a las zonas denominadas "veredales" donde se concentrarán para iniciar su desmovilización.
Desde el domingo 9 de octubre hasta el 2 de noviembre, se realizará el transporte de las armas y municiones de la guerrilla hacia dichas zonas veredales.
El 10 de octubre, la guerrilla deberá entregar información a Naciones Unidas sobre la cantidad de sus integrantes y a partir del 11, la información sobre los depósitos armamentísticos.
Según quedó establecido en el Acuerdo Final en los primeros días de abril de 2017 se daría por terminado el funcionamiento de las zonas de reubicación y el cese al fuego bilateral, y las FARC deberían haber pasado a la legalidad como movimiento político.
Sin embargo, para que todo lo anterior suceda, aún queda por ver cómo saldrá el plebiscito de este próximo domingo. Ese será el primer paso, como dice la pregunta por la que votarán los colombianos, hacia una paz verdadera y definitiva.