Colombia ha dicho 'no' al acuerdo de paz con las FARC. El plebiscito en el que se votaba la conformidad con los pactos ha arrojado una enorme división en la sociedad colombiana sobre el tema.
Sin embargo, los números han decantado la balanza del lado del 'no'. Ha sido por un margen estrecho, mínimo: el 50,23% del censo optó por rechazar la firma frente al 49,77% que votaron por el 'sí'. El resultado, además de esbozar un futuro incierto en el proceso, señala al presidente Juan Manuel Santos como el gran derrotado de la jornada electoral.
Las zonas costeras (tanto Caribe como Pacífica), la capital y departamentos próximos han apostado por el "sí", mientras que el interior de Colombia ha votado más por el "no".
Al poco de conocerse lo irreversible del resultado, Santos comparecía ante la nación para "reconocer" el resultado "por un estrechísimo margen" que, no obstante, recordó, no le resta facultades para seguir insistiendo en una solución al conflicto que ha azotado a Colombia durante cinco décadas.
El "no" sumó 6.430.170 votos frente a los 6.371.911 sufragios del "sí", que representaron un 49,77%, una tendencia que se mantiene desde que el escrutinio de la Registraduría Nacional del Estado Civil, encargada de organizar los comicios, pasó la mitad del recuento. La ventaja de 0,45 puntos del "no" ya es inalcanzable porque solo falta por contabilizar el 0,15 % de las 81.928 mesas instaladas para la jornada.
La participación, según la Registraduría, fue del 37,41 % con 13.059.173 votantes de los 34.899.945 habilitados, lo que significa una abstención del 62,59 %. De los votos emitidos, 12.802.081 fueron considerados válidos, mientras que 86.183 no fueron marcados y 170.909 anulados.
Las FARC quieren "paz estable y duradera"
El recuento provocó una notable conmoción en el país. Fue así entre los que hicieron campaña por el 'no', como el expresidente Álvaro Uribe, que celebraron sin tapujos el resultado.
Sin embargo, buena parte del interés se hallaba a cientos de kilómetros de Colombia. Desde Cuba, el líder de las FARC, Timoléon Jiménez, conocido como "Timochenko", y el equipo negociador de la guerrilla que participó en los diálogos de paz, se reunió inmediatamente tras conocer el escrutino para valorar el mismo y analizar los siguientes pasos de la guerrilla tras este portazo momentáneo a los acuerdos que se han negociado durante los últimos cuatro años.
Tras la reunión en el célebre Club Habana de la capital cubana, desde donde siguieron el recuento de la votación, la primera reacción fue conciliadora. 'Timochenko' anunció un análisis más profundo pero ante todo quiso dejar clara la disposición de su grupo para "construir la paz estable y duradera" usando "solamente la palabra como arma".
Decepción entre los partidarios del 'sí'
Donde hubo reacciones más pasionales fue en las calles. La alegría mencionada en ciertos círculos halló como contrapeso las lágrimas y la decepción de los que veían esta votación como un trámite hacia la paz final. En varios puntos de la capital, pero sobre todo en la céntrica Plaza de los Hippies, hubo quienes estallaron en lágrimas cuando comenzó a consolidarse la victoria del "no". Los concentrados en la plaza portaban banderas blancas y de Colombia que dejaron de ondear conforme avanzaban los votos por el "no" y se multiplicaban los lamentos.
Esa plaza se había convertido en un punto de encuentro para los partidarios del "sí" desde hace meses y allí se reunieron para festejar varios de los grandes hitos del proceso de paz.
El pasado 24 de agosto, cuando los jefes de los equipos negociadores, Humberto de la Calle, del Gobierno; y Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", de las FARC; rubricaron el acuerdo la Plaza de los Hippies estalló en alegría.
Muchos de ellos se concentraron también el 26 de septiembre pero en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá para festejar la firma solemne del acuerdo de paz en Cartagena de Indias por parte del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el número uno de las FARC, Rodrigo Londoño.
Esa felicidad se transformó en lágrimas incluso entre algunos periodistas que se habían reunido en la Plaza de los Hippies. En el cercano Hotel Tequendama, donde la campaña por el "sí" esperaba celebrar la victoria, el ambiente se reprodujo de manera mimética. Allí se multiplicaron las caras largas en un ambiente serio más que triste, aunque algunos de los presentes también derramaron lágrimas.