La transición en la Casa Blanca ha tenido un invitado inesperado: Fidel Castro. La muerte del expresidente cubano este sábado y la próxima toma de posesión de Donald Trump hacen peligrar el deshielo de las relaciones entre EEUU y Cuba, uno de los pilares del legado del presidente Barack Obama.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, ha asegurado este lunes que la muerte de Fidel Castro no afectará a la normalización de las relaciones entre ambos países. La Casa Blanca ha querido enfatizar que el nuevo marco bilateral impulsado por la Administración Obama ya tiene resultados como la reanudación de los vuelos comerciales.
El portavoz de Obama alertó de que cualquier cambio en esta política supondría un "golpe económico" para los ciudadanos cubanos.
Esta llamada de atención llega tras las amenazas veladas del presidente electo tras la muerte de Fidel Castro. Este mismo lunes, Donald Trump ha anunciado en un tuit que romperá el acuerdo con Cuba si el castrismo no se abre a mejorarlo.
Los cambios de opinión de Trump
Como en otras cuestiones, Donald Trump, ha cambiado aleatoriamente su opinión sobre la política que EEUU tiene que mantener con la isla vecina. Durante las primarias fue el único aspirante republicano que apoyó la apertura de las relaciones. Sin embargo desde que ganó la nominación presidencial, la búsqueda de apoyos en el decisivo estado de Florida cambió su visión.
Durante varios mítines recordó que el legado de Obama sobre Cuba se hizo a golpe de orden ejecutiva, sin pasar por el Senado o la Cámara de Representantes. En las últimas semanas de campaña dejó claro que si era presidente podía acabar con el deshielo con Cuba de igual forma, a golpe de decreto.
Su futuro jefe de Gabinete, Reince Priebus, dijo el domingo que Trump aguardará a ver "algunos movimientos" del Gobierno cubano en cuanto a las libertades en la isla para decidir cómo será su relación y, de no haberlos, revertirá el acercamiento entre ambas naciones iniciado en diciembre de 2014.
"No vamos a tener un acuerdo unilateral procedente de Cuba sin algunos cambios en su Gobierno", indicó Priebus en cadena Fox, tras mencionar la represión o los prisioneros políticos.
En su reacción a la muerte de Fidel Castro, Trump calificó este sábado de "brutal dictador" al líder cubano y prometió que su Gobierno hará "todo lo posible para asegurar que el pueblo de Cuba pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad".